• Debería mejorarse la calidad del aire en los entornos escolares en beneficio de los niños y niñas.
  • En Barcelona, los niños respiran el 20 % de los contaminantes atmosféricos diarios de camino al colegio.
  • En algunas aulas, las concentraciones de NO2 se acercan al límite legal anual de la UE y al valor guía de la OMS de 40 µg/m³.
  • Es crucial imponer límites estrictos al tráfico y a los coches que circulan alrededor de los colegios.

Para la campaña Clean Cities (Ciudades Limpias), de la que forma parte Ecologistas en Acción, el Día Internacional del Aire Limpio para el Cielo Azul es un importante recordatorio de que todo el mundo debería poder respirar aire limpio. Esto es especialmente cierto para los y las niñas, que se encuentran entre los que más sufren los efectos devastadores del aire tóxico.

Mil millones de niñas y niños están expuestos en el mundo a niveles de contaminación atmosférica perjudiciales para su salud llegando a causarles la muerte. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2016 murieron 600.000 niños por infecciones respiratorias relacionadas con la contaminación del aire.

La mala calidad del aire también atrofia el crecimiento de los pulmones y empeora las enfermedades crónicas como el asma, las enfermedades pulmonares y cardíacas. El aire tóxico daña las células cerebrales y puede perjudicar la capacidad de aprendizaje, incluso antes de nacer.

Los coches de gasóleo y gasolina contribuyen en gran medida a ello. Viajar al colegio en coche pone a los niños y niñas en riesgo de exponerse a altos niveles de contaminación en el interior de los vehículos, además de que las emisiones empeoran las condiciones locales de calidad del aire. En Barcelona, los niños respiran el 20 % de los contaminantes atmosféricos diarios de camino al colegio.

La situación es aún peor en los alrededores de las escuelas, donde los niños y niñas se concentran al principio y al final del día. Según una reciente investigación de HEAL, se detectó dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante cuya principal fuente en las ciudades europeas es el tráfico rodado, en el interior de 50 escuelas primarias de Varsovia, Berlín, Londres, París, Madrid y Sofía. En algunas aulas, las concentraciones de NO2 se acercaban al límite legal anual de la UE y al valor guía de la OMS de 40 µg/m³. Estos datos hacen que sea crucial imponer límites estrictos al tráfico y a los coches que circulan alrededor de los colegios.

Desde abril de 2020, se han cerrado al tráfico casi 350 calles escolares en todo Londres, mientras que en París se ha eliminado el tráfico alrededor de 150 colegios desde 2019. Al cerrar las vías que rodean los colegios al tráfico motorizado en las horas de dejar y recoger a los niños y niñas, estos se benefician de una mayor seguridad vial y de una mejor calidad del aire. En Londres, las calles escolares sin tráfico han reducido los niveles de dióxido de nitrógeno contaminante hasta en un 23 %. Por lo tanto, aumentar el número de entornos escolares sin tráfico es extremadamente importante si los ayuntamientos se toman en serio la necesidad de abordar los peligrosos niveles de congestión del tráfico y mejorar la calidad del aire cerca de las escuelas.

Ciudades como Roma están llevando a cabo una prueba en 17 colegios, pero el tráfico motorizado sólo se restringe allí un día a la semana. Para lograr un cambio a largo plazo, podría ser beneficioso cerrar permanentemente estas calles al tráfico rodado, como ya ocurre en varios lugares de París, por ejemplo.

Reducir el tráfico en torno a los colegios puede suponer una diferencia real para la salud de los niños y niñas. Este Día del Aire Limpio es una oportunidad para que los ayuntamientos apoyen la creación de más entornos escolares sin tráfico y demuestren que se toman en serio la lucha contra la contaminación atmosférica y la protección de la salud infantil.

Es hora de volver a la escuela, no al aire tóxico.