• El velero Diosa Maat hace una salida al Mar Menor para comprobar el estado de turbidez de sus aguas con un disco de Secchi.
  • Activistas de Ecologistas en Acción se sumergen a ciegas para captar imágenes de la eutrofización de los fondos y confirman que la visibilidad es casi nula.

Un equipo de buzos a bordo del velero de Ecologistas en Acción se sumergió el domingo 26 de septiembre para captar bajo el agua la concentración de algas unicelulares. Estas se alimentan del elevado contenido de nitratos y fosfatos procedentes principalmente de la agroindustria del Campo de Cartagena. Los vídeos confirman que la visibilidad es prácticamente nula. Los fondos están visiblemente eutrofizados, sin apenas presencia de las praderas subacuáticas de macroalgas y plantas que antes funcionaban como un filtro natural que retenía gran parte de los nutrientes disueltos en agua. La gran cantidad de algas unicelulares verdes impiden que la luz solar llegue a los fondos y, por tanto, a las macroalgas, provocando la muerte masiva de estos filtros biológicos, y elementos clave del ecosistema.

El domingo se comprobó la turbidez con el disco de Secchi, un instrumento circular blanco y negro que se sumerge con una cuerda desde la cubierta del velero hasta que el disco desaparece, es decir, hasta que ya no puede verse. Con esta sencilla técnica se contrastó la espectacular proliferación de algas unicelulares que le dan al agua ese aspecto de “sopa verde”. La visibilidad a un metro y medio de la superficie es completamente nula. La entrada masiva de fosfatos por las escorrentías de las últimas lluvias, alimentan estas algas y pueden provocar fenómenos anóxicos si se dan las condiciones. Sin oxígeno en el agua, la muerte de peces por asfixia es un episodio inevitable, como ya se ha comprobado este pasado mes de agosto.

Las soluciones propuestas, como el dragado de la Gola de Marchamalo para renovar el agua de la laguna con agua procedente del Mediterráneo, no solo es un parche temporal, sino otro atentado ecológico contra el Mar Menor por parte del Gobierno de la Región Murciana, que parece no tener noción alguna de ecología. Las diferencias de salinidad y temperatura entre ambas masas de agua son la base del ecosistema tan singular que siempre ha existido en el Mar Menor. Estas características fisicoquímicas han permitido que determinadas especies se establezcan y proliferen en sus aguas y fondos, como el caballito de mar o la Cymodocea. De hecho, la mayor conexión entre ambos ecosistemas, con el dragado del canal del Estacio, ha provocado una reducción de la salinidad del Mar Menor y la entrada de especies que nunca hubieran conquistado la laguna en condiciones naturales.

Por todo ello, Ecologistas en Acción tiene previstas varias semanas de actividades con el objetivo de visibilizar la realidad del Mar Menor, en especial lo que pasa bajo la superficie y que no suele ser tan conocido, señalar sin duda alguna el origen agroindustrial del problema, y formar a la ciudadanía para prevenir la manipulación mediática que intenta frenar las movilizaciones.

Asimismo, instan al consejero Antonio Luengo Zapata y al presidente Fernando López Miras a que sigan las indicaciones científicas para adoptar con urgencia soluciones eficaces para salvar el Mar Menor y el futuro de las poblaciones ribereñas, consistentes en:

  • Una banda renaturalizada perimetral destinada a recuperar superficies perdidas de humedal natural para retener los nutrientes agroindustriales.
  • La eliminación y restauración, adecuada e inmediata, de toda parcela sin derechos de agua o actividad agrícola ilegal.
  • Un estudio serio sobre carga agrícola soportable por la cuenca y compatible con la recuperación de la laguna. Redimensionar la agricultura y ganadería a niveles asumibles y aplicar los sistemas menos impactantes y con técnicas correctivas.
  • Un mayor control en el cumplimiento de la legalidad en el Campo de Cartagena, tanto de las superficies regadas, como del uso de fertilizantes o la aplicación de medidas como setos y filtros verdes.
  • La creación del Parque Regional del Mar Menor, que sirva para coordinar la acción conjunta de las administraciones competentes y de las diferentes leyes aplicables, limitando actividades para hacerlas compatibles con el ecosistema.

Por último, Ecologistas en Acción recuerda que, al mismo tiempo, hay que llevar a cabo una reconversión de los sectores urbanístico, turístico y de la navegación, para reducir a mínimos sus impactos negativos sobre el ecosistema.