Los representantes de las ONG ecologistas, al igual que los miembros de la Asociación de Ganaderos de Ordesa, manifestan su preocupación por los daños, las alteraciones y molestias que sobre el ganado producen las mascotas que deambulan sueltas por la irresponsabilidad de sus dueños. Así mismo comprendemos y nos solidarizamos con la queja que los ganaderos manifiestan, ya que con el transcurso del tiempo este fenómeno va en alarmante incremento. Así lo hemos reflejado en un documento dirigido a la Directora del Parque Nacional.
El aprovechamiento de pastos por medio de la práctica de ganadería extensiva modeló el paisaje creó valiosos ecosistemas en extensas zonas de Ordesa, por lo que constituye un factor fundamental para la conservación de amplias zonas del Parque Nacional y como tal se debe de considerar una práctica tradicional a proteger y facilitar su desarrollo y continuidad.
Desde hace bastantes años, los representantes de las Organizaciones Conservacionistas Aragonesas en el Patronato del P.N. venimos solicitando la prohibición de las mascotas y manifestando los problemas de diferente índole que la concurrencia con perros ocasionan con el ganado y los canes de guardia y custodia del mismo, el acoso y estrés producido a la fauna silvestre, los enfrentamientos de los dueños con el personal del Parque, el riesgo de difusión de zoonosis entre la fauna silvestre, conflictos con otros usuarios, incompatibilidad con la normativa del vecino Parc National des Pyrénées en el que está vetada la entrada de perros, etc.
Nuestra preocupación por los problemas ocasionados con los perros ha aumentado notablemente ante los últimos sucesos ocurridos en la Pradera de Ordesa, que no tuvo graves consecuencias para los visitantes gracias a la habilidad y decisión acertada del personal del Parque confinando a los visitantes en el restaurante de la Pradera. Además el cumplimiento de la norma de llevar los perros atados, no constituye una garantía para evitar conflictos y accidentes lamentables, como el ocurrido el pasado verano en las proximidades de la Cola de Caballo. Así mismo, nos resulta inadmisible que el ganadero propietario sea objeto de una improcedente denuncia.
Estimamos imprescindible aclarar que la única votación realizada en el seno del Patronato sobre la prohibición de acceso con perros, fue una votación nula y no una votación perdida por muy poca diferencia de votos, tal como se venido publicando reiteradamente. La emisión de un voto de abstención por parte de un representante de la administración fue la causa de la nulidad de la misma, ya que no les está permitido abstenerse. Así lo confirmó el informe emitido el 23 de febrero de 2021 por los Servicios Jurídicos del Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, atendiendo a lo establecido en la legislación vigente.