• Ecologistas en Acción ha realizado en febrero una campaña de medición de la calidad del aire en el entorno de 125 centros educativos de ocho ciudades de Castilla y León.
  • La organización ambiental pide entornos escolares saludables y seguros, con prioridad para el transporte público, en bicicleta y peatonal, en las entradas y salidas de los centros.
  • Las estaciones urbanas oficiales no se ubican en los emplazamientos donde se registra más contaminación, sino donde ésta es más baja, como en Ponferrada, Salamanca y Segovia.

Ecologistas en Acción ha desarrollado durante el mes de febrero de 2022 una campaña de medición de la contaminación por dióxido de nitrógeno en ocho ciudades de Castilla y León, con dosímetros que han sido analizados en un laboratorio acreditado de Reino Unido. Las mediciones se han realizado entre los días 30 enero y 20 de febrero en el entorno inmediato de los colegios e institutos situados en las calles con más tráfico de cada ciudad, y también en algunos en áreas sin circulación.

Para la elección de los emplazamientos, se han tomado como referencia del tráfico urbano los mapas de ruido de cada ciudad, buscando los centros educativos que soportan más ruido de tráfico. Los medidores han sido instalados por medio centenar de voluntarias formadas por la organización, en farolas de las ciudades investigadas, a una altura aproximada de 3 metros y respetando el resto de criterios legales (distancia a grandes cruces, edificios y calzadas, ausencia de obstáculos, etc.).

Con la colaboración del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León, también se han ubicado medidores en las estaciones oficiales de todas las ciudades salvo Palencia, con la finalidad de hacer una comparativa con los emplazamientos oficiales. Finalmente, para disponer de un contraste con la situación en los núcleos rurales y las grandes ciudades, se han instalado dosímetros en una decena de centros educativos de Candeleda (Ávila) y de la ciudad de Madrid.

El contaminante analizado ha sido el dióxido de nitrógeno (NO2), emitido por el tráfico urbano (sobre todo por los vehículos diésel), gas tóxico que en el cambio de siglo registraba en las ciudades de Castilla y León niveles muy elevados, por encima de los límites legales entonces vigentes. En la primera década del siglo el Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León reubicaron todas las estaciones con incumplimientos legales, por lo que éstos desaparecieron “mágicamente”.

No obstante, con los resultados de la campaña de medición y de otras realizadas en noviembre de 2020 y febrero de 2021, Ecologistas en Acción ha podido comprobar que la situación real de la contaminación atmosférica en las ciudades y en los centros educativos urbanos es muy preocupante.

Todos los centros escolares muestreados rebasan ampliamente la referencia de la guía anual de la OMS (10 μg/m³), y tres cuartas partes exceden la recomendación diaria de la OMS (25 μg/m³). Uno de cada siete centros educativos muestreados en las principales ciudades de Castilla y León y todos los de Madrid superarían incluso la referencia del vigente límite legal anual de NO2 (40 μg/m³).

El nivel más alto de contaminación en las ciudades de Castilla y León se ha detectado en el entorno del Colegio Claret de Segovia, con 55 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire (μg/m³), frente a los 18 μg/m³ del medidor de la estación oficial. Si bien cuatro centros educativos de Madrid han superado esta concentración, alcanzando 82 μg/m³ en el entorno del Colegio Divino Maestro.

6 de los 17 entornos educativos a estudio en Salamanca han superado la referencia del valor límite anual de NO2, situándose en febrero de 2022 de nuevo como la ciudad con más contaminación de Castilla y León. Los entornos de los colegios Calasanz, María Auxiliadora (donde hasta 2001 existió una estación oficial), Misioneras de la Providencia, San Juan Bosco y Santísima Trinidad y la Escuela de Idiomas destacan por su elevada exposición, como consecuencia del intenso tráfico.

La segunda peor situación se ha registrado en Valladolid, donde el medidor del Colegio San Agustín ha registrado 50 μg/m³, siendo 7 los entornos educativos donde se ha superado la referencia del valor límite legal, entre los 22 estudiados, la mayoría en el centro urbano (colegios Amor de Dios, Anunciata y Corazonistas, CEIP Cardenal Marcelo y García Quintana, IES Núñez de Arce). Entretanto, el aparato de la estación oficial del Paseo de Arco de Ladrillo midió 35 μg/m³.

En Burgos, León, Palencia, Ponferrada, Segovia y Zamora también se han medido niveles elevados de NO2, destacando 48 μg/m³ en el CEIP Cervantes de León y 51 μg/m³ en el CEIP Diego de Colmenares de Segovia. El nivel más bajo se ha registrado con 13 μg/m³ en el IES Candeleda, como era previsible por su carácter rural, aunque superando la guía anual de la OMS (10 μg/m³).

Existe una clara correlación entre los niveles de contaminación por NO2 y los entornos educativos con más tráfico de las ciudades analizadas. En contraste, los entornos escolares con mejor calidad del aire corresponden a espacios peatonalizados o con baja circulación de automóviles.

En todas las ciudades analizadas salvo Burgos (donde la desviación entre dosímetros y medidor fijo ha sido mayor) las estaciones oficiales están entre la mitad de los emplazamientos con menos NO2, siendo Ponferrada, Salamanca y Segovia (y presumiblemente Palencia) las ciudades que peor ubicadas tienen sus estaciones de medición en relación a la exposición al tráfico motorizado urbano. Los resultados de febrero de 2022 reiteran así los de febrero de 2021 y noviembre de 2020.

En este sentido, la organización ambiental recuerda que el primer criterio legal de ubicación de las estaciones de medición es implantarlas en “las áreas situadas dentro de las zonas y aglomeraciones que registren las concentraciones más altas a las que la población puede llegar a verse expuesta”. Regla que a la vista de los resultados de las campañas de medición de Ecologistas en Acción está siendo incumplida palmariamente por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid.

Por ello, Ecologistas en Acción va a trasladar los resultados de su campaña a la Junta de Castilla y León y a los ayuntamientos de las ciudades analizadas, así como a los tribunales de Justicia, solicitando que se cambie la ubicación de las estaciones oficiales para que reflejen más fielmente la contaminación atmosférica urbana, así como que se promuevan entornos educativos saludables y seguros, fomentando el transporte público, peatonal y ciclista y priorizando la proximidad al centro escolar como criterio básico del área escolar, como ha pedido el Congreso de los Diputados.

El dióxido de nitrógeno (NO2) provoca cada año alrededor de 7.000 muertes prematuras en España, según el Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Europea de Medio Ambiente, 500 de ellas en las ciudades de Castilla y León. Es un gas irritante que agrava las enfermedades respiratorias y merma la resistencia a las infecciones, incrementando la mortalidad de enfermedades como la COVID-19.