• Desde nuestra organización, además de sensibilizar a la ciudadanía del respeto y cuidado de nuestros mares y océanos, denunciamos las negligencias y exigimos acción a las administraciones al otorgar las Banderas Negras.

La aprobación del Decreto-ley 2/2022 es un gran avance hacia la optimización de los sistemas de depuración del poniente, no solo por el ahorro de agua sino, sino por la reducción de emisiones contaminantes al mar. Se solucionan problemas pero otros se eternizan, como la destrucción del litoral por limpiezas inadecuadas de las playas y traslocaciones de arena ineficaces.

Limpieza inadecuada de arribazones con destrucción de posidonia y extracción de áridos

De nada nos sirven las alarmas de los científicos o los compromisos adquiridos en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas sin la existencia de un compromiso REAL de las administraciones y dirigentes junto a la responsabilidad, sensibilización y participación de la sociedad. Nos quedan 8 años para 2030 y existe un deterioro continuo de mares y océanos.

No debemos normalizar noticias sobre acuerdos para aumentar emisiones de CO2, permitir pesca de alto impacto, de especies amenazadas o aumentar cuotas pesqueras (con la consecuente pérdida de biodiversidad marina), macroproyectos de renovables que destruyen ecosistemas marinos, crecimiento de la inmigración, inoperatividad de las depuradoras, acumulación de residuos de todo tipo en nuestros mares y océanos, …

Traslocación de arena. La gran turbidez que se produce hace que mueran organismos filtradores y se entierren y asfixien especies animales y vegetales de la zona supra y mesolitoral

En 2021, en la provincia de Almería, se otorgó la Bandera Negra por contaminación a los vertidos de aguas residuales e insuficientemente depuradas y aguas salobres de retorno agrícola, en 8 km de litoral comprendidos entre el puerto de Roquetas de Mar y Aguadulce.

Entre las acciones realizadas por nuestra organización para tratar de mejorar el litoral de la BBNN 2021, realizamos una denuncia en fiscalía por el vertido de aguas residuales, actualmente en curso, desde la urbanización de la Envía Golf (municipio de Vícar) a la rambla de las Hortichuelas.

Mantuvimos el 7 de julio de 2021 una reunión informativa con representantes de la Universidad de Almería, con el delegado de Hidralia de Almería, con el secretario del Ayuntamiento de Roquetas de Mar (como representante del Consorcio para la Gestión del Ciclo Integral del Agua del Poniente) y especialistas de residuos y agua de nuestra organización. De esa reunión surgió una visita a la EDAR de Roquetas de Mar, donde comprobamos su buen funcionamiento y la existencia desde 2008 de un sistema de tratamiento terciario infrautilizado, puesto en marcha en ocasiones puntuales por el alto coste energético del mismo. Hidralia y el Consorcio nos manifestaron su interés por ponerlo a punto.

Chamaesyce peplis es una planta protegida autóctona del Mediterráneo, que crece en arenales y dunas costeros. Sus poblaciones están en regresión en presión por la acción antrópica en limpiezas de playas y por la alteración de su hábitat en las traslocaciones de arena

Este año, recibimos con agrado la aprobación del Decreto-ley 2/2022 de 29 de marzo, por el que se amplían las medidas urgentes para paliar los efectos producidos por la situación de excepcional sequía en las demarcaciones hidrográficas intracomunitarias de Andalucía, y se adoptan medidas urgentes, administrativas y fiscales, de apoyo al sector agrario y pesquero. En la ampliación del decreto, se anunció en abril el inicio de las obras de los tratamientos terciarios de las EDAR de Adra, de El Ejido y de Roquetas de Mar. Desde Ecologistas en Acción es muy bienvenida esta noticia, pero nos gustaría resaltar que la puesta a punto de los sistemas de depuración es muy necesaria no solo por el ahorro de agua, sino para reducir al mínimo el alto impacto del vertido a través de emisarios, sobre todo porque el problema de la mayoría de las depuradoras, a nivel nacional, es tener mezcladas las redes pluviales y residuales. Este hecho en una zona con lluvias torrenciales es muy peligroso para el medio ambiente. Seguiremos reclamando a las diferentes administraciones y entidades responsables de la gestión integral del agua municipal llegar a “vertidos cero” y contribuir 100 % a la conservación de nuestros mares y océanos.

Pero el litoral de nuestro municipio sigue teniendo otros problemas que no podemos dejar pasar, y que desde nuestra asociación se han notificado en varias ocasiones, incluso ofreciendo nuestra colaboración para asesorar respecto a la gestión de las playas.

La conservación de la biodiversidad marina, vital para la salud de las personas y de nuestro planeta, precisa urgentemente: frenar la destrucción de los hábitats de la RED Natura 2000 litorales, una gestión adecuada del litoral en general y de las áreas marinas protegidas en particular, poner fin a la contaminación y la acidificación de mares y océanos.

Las Banderas azules, la “Q” de calidad turística, la ISO 9001, Ecoplayas, y otros galardones similares, maquillan la realidad y desvían la atención de la sociedad. Llevamos muchos años viendo en el municipio de Roquetas de Mar como se destruyen tras la limpieza inadecuada de las playas toneladas de restos de Posidonia oceánica, una especie protegida tanto viva como muerta, a la vez que se extraen toneladas de arena tras la limpieza de playas que no sabemos cuál es su destino final (Foto 1) y se realizan costosas y escandalosas traslocaciones de arena desde el ministerio de Costas, para restaurar playas (Foto 2), destruyendo los hábitat litorales (Foto 3) a pesar de lo inútil que es dicha maniobra, ya que los temporales año tras año, se vuelven a llevar la arena y el nivel del mar sube a un ritmo vertiginoso.

Basta ya de parches y estrategias inútiles que pagamos la ciudadanía con nuestros impuestos. Atajemos los problemas derivados del cambio climático de forma participativa entre las administraciones, asociaciones conservacionistas, ciudadanía y científicos. Velar por la conservación del turismo no significa que tengamos que mantener las playas de forma artificial con un alto coste ambiental y económico.