• En lo que va de verano se han producido 66 superaciones del umbral de aviso a la población por contaminación por ozono troposférico en la Comunidad de Madrid.
  • Si bien las altas temperaturas exacerban estos episodios, para que se genere ozono troposférico debe haber focos de emisión, en este caso las emisiones contaminantes del transporte.
  • A pesar de la situación el Gobierno regional y los ayuntamientos siguen sin tomar medidas paliativas o preventivas que deben pasar por restricciones de tráfico.

Desde que se inició el verano, el pasado 21 de junio, ha habido 56 superaciones del umbral de aviso a la población por contaminación por ozono troposférico en la red de la Comunidad de Madrid y 10 en la red del Ayuntamiento de Madrid. En total 66 superaciones. En un mes se han producido más superaciones que en los últimos seis años.

La legislación vigente establece un umbral de información a la población: 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire durante una hora. En caso de superación de dicho umbral, la administración competente está obligada a informar a la población afectada sobre el episodio, facilitar datos de previsión para las próximas horas y ofrecer recomendaciones sobre medidas de protección a tomar, especialmente a los colectivos más vulnerables.

En la red de la Comunidad de Madrid se han producido superaciones en 14 de las 24 estaciones de la red, en estaciones pertenecientes a las seis zonas delimitadas por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura. En concreto, las superaciones se han producido en: Zona Corredor del Henares (6 estaciones), zona Urbana Sur (2 estaciones), zona Urbana Noroeste (2 estaciones), zona Sierra Norte (1 estación), zona Cuenca del Alberche (1 estación), Cuenca del Tajuña (2 estaciones).

En la red del Ayuntamiento de Madrid se han producido superaciones en 5 de las 12 estaciones que miden este contaminante. Por comparación, en el año 2021 hubo en total 19 superaciones del Umbral de Aviso en la Comunidad de Madrid y en 2020 hubo una superación (año confinamientos por covid).

El ozono (O3) es un potente agente oxidante que se forma en la atmósfera mediante una compleja serie de reacciones fotoquímicas en las que participan otros contaminantes como el dióxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, junto a la radiación solar. Es pues un contaminante secundario que se forma en el aire cuando se dan las condiciones meteorológicas adecuadas como las que estamos sufriendo estos días (abundante radiación solar y estabilidad atmosférica), por lo que los episodios más agudos se dan en las tardes de verano. Los precursores del O3 se emiten en las zonas con más tráfico (como la capital y su área metropolitana, siendo muy importante también la contribución del aeropuerto), pero los niveles más altos se registran habitualmente en zonas periurbanas.

Los efectos adversos del O3 sobre la salud tienen que ver con su potente carácter oxidante. La respuesta a la exposición al ozono puede variar mucho entre individuos por razones genéticas, edad (afecta más a las personas mayores, cuyos mecanismos reparativos antioxidantes son menos activos), y por la presencia de afecciones respiratorias como alergias y asma, cuyos síntomas son exacerbados por el ozono. Un importante factor que condiciona los efectos de la exposición al ozono sobre los pulmones es la tasa de ventilación. Al aumentar el ritmo de la respiración aumenta el ozono que entra en los pulmones, por lo que sus efectos nocivos se incrementan con el ejercicio físico y son mayores en los niños. Diversos estudios relacionan el ozono con inflamaciones de pulmón, síntomas respiratorios e incrementos de la morbilidad y mortalidad. La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) estima entre 1.500 y 1.800 las muertes prematuras anuales en España producidas como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados estos días.

A pesar de esta situación, sumada a los graves episodios sufridos el pasado 13 de julio (35 superaciones del umbral de información por ozono en la Comunidad de Madrid y 10 en la capital) y la más que previsible repetición en las próximas jornadas, ni el Consistorio de la capital ni la Comunidad de Madrid han adoptado medidas de prevención ni para paliar la intensidad de este episodio. Tan solo unas alertas automáticas que se reciben a posteriori por parte de aquellas personas que se hayan registrado previamente en una web. Es decir, las personas que viven en la Comunidad de Madrid no son conscientes de los problemas de salud que ocasiona el ozono sobre todo en las horas más cálidas de la tarde y no tomarán medidas de autoprotección.

Por estos motivos, Ecologistas en Acción reitera la exigencia a las dos administraciones competentes para la gestión de la calidad del aire en la región, el Ayuntamiento de la capital y la Comunidad de Madrid, que adopten de forma inmediata medidas de aviso a la población que permitan su autoprotección efectiva, así como que decreten una reducción del tráfico que disminuya cuanto antes los niveles de precursores del ozono. Una vez más se hace patente la necesidad de protocolos de actuación cuando se alcanzan estos niveles de contaminación, algo que Ecologistas en Acción viene reclamando repetidamente, incluso con demandas judiciales.

En lo referido al Gobierno central, resulta urgente que se apruebe un plan estatal ambicioso, que enmarque las principales estrategias para luchar contra este contaminante. En este mismo sentido, la contaminación por ozono es otro motivo más para descartar la prevista ampliación del aeropuerto de Barajas.