• Ecologistas en Acción ha evaluado la situación de la calidad del aire en Madrid durante 2022 en un informe.
  • Lejos del triunfalismo del Ayuntamiento, se constatan leves mejoras en algún contaminante (dióxido de nitrógeno) y empeoramientos en otros (partículas, ozono), con superaciones de los límites legales para este último.
  • Las nuevas directrices de la OMS y la próxima revisión de la directiva de calidad del aire, con límites mucho más estrictos, dejan claro que tenemos mucho que mejorar para garantizar un aire saludable en la capital.

Como cada año, Ecologistas en Acción ha realizado un seguimiento exhaustivo de la calidad del aire en Madrid durante el pasado 2022. Los resultados están disponibles en el informe que analiza los datos facilitados por las 24 estaciones de control de la contaminación del Ayuntamiento de Madrid.

El balance del año nos sitúa muy lejos del triunfalismo que exhibe estos días el Gobierno municipal (“Madrid, por fin, respira”) fijándose solo en un contaminante, el dióxido de nitrógeno (por el que acabamos de ser condenados por el Tribunal de Justicia Europeo), y olvidando otros.

En resumen, la situación del aire en Madrid durante el pasado 2022 fue la siguiente:

Dióxido de nitrógeno

El valor límite anual de contaminación por NO2 es de 40 microgramos de contaminante por metro cúbico de aire (µg/m3) de concentración media anual. Según los datos de la red de medición de la contaminación de Madrid, en 2022 ninguna de las 24 estaciones que miden este contaminante rebasó el valor límite anual. La estación de tráfico tradicionalmente más conflictiva, Plaza Elíptica, igualó dicho límite al registrar justo 40 µg/m3. Los dos años anteriores, 2020 y 21, había registrado 41 µg/m3 por lo que la mejoría, aunque permite cumplir la legalidad, es muy reducida. A buen seguro ha influido en este descenso el hecho de que dos meses en los que se suelen registrar anticiclones y picos de contaminación, noviembre y diciembre, en 2022 han sido muy lluviosos.

Es importante considerar que las estaciones de medición de la contaminación son representativas de situaciones que se pueden repetir en diferentes zonas de la ciudad. Así, por ejemplo, la estación de Plaza Elíptica, es representativa de la calidad del aire que se registra alrededor del acceso de una gran autopista metropolitana (la A-42), como pueda ocurrir con los alrededores de la entrada a Madrid de otras autovías. De hecho, en mediciones realizadas por Ecologistas en Acción, algunas de estas zonas, como los alrededores de la A5, registran niveles de NO2 peores que los de Plaza Elíptica. Sin embargo, el Ayuntamiento solo ha centrado sus esfuerzos en la minúscula Zona de Bajas Emisiones de Plaza Elíptica para evitar que esa estación superara los niveles legales, olvidándose de actuar en el resto de ubicaciones similares.

Partículas

Los datos recogidos en 2022 indican que la situación para este contaminante ha empeorado en relación a años anteriores. Aunque se cumple con los límites legales vigentes, lo cierto es que ocho de las trece estaciones que miden PM10, así como el valor medio de la red, superaron el valor límite anual propuesto para la futura legislación europea (20 µg/m3). Todas las estaciones rebasaron el valor recomendado por la OMS (15 µg/m3).

En cuanto a las partículas PM2.5, una de las ocho estaciones de la red que miden este contaminante, Plaza Elíptica, superó el valor límite legal anual propuesto para la futura legislación europea (10 µg/m3). Todas las estaciones superaron ampliamente al actual valor recomendado por la OMS (5 µg/m3).

Ozono troposférico

Tampoco ha mejorado la situación en relación a este contaminante. Durante el año 2022, tres de las doce estaciones que miden el O3 superaron el valor objetivo octohorario (120 µg/m3) en más de las 25 ocasiones que permite la normativa .

Por otro lado, la legislación establece un umbral de información a la población (180 µg/m3 durante una hora). En 2022, cinco de las doce estaciones que midieron la contaminación por O3 registraron superaciones de este umbral de información: El Pardo (4 superaciones), Plaza del Carmen (3), Villaverde (1), Escuelas Aguirre (1) y Barajas Pueblo (1). Este resultado supone un claro agravamiento respecto a los datos de los dos años anteriores, en los que no se registró ninguna superación de este umbral. El incremento de los picos de contaminación por ozono estuvo sin duda relacionado con las fuertes olas de calor ocurridas durante el verano de 2022, confirmando al cambio climático como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire por ozono.

Mucho que mejorar

En septiembre de 2021 la OMS actualizó sus Guías de calidad del aire, adoptando unos valores recomendados para diversos contaminantes mucho más estrictos que los anteriores. Por su parte, en octubre de 2022 la Comisión Europea hizo pública una nueva propuesta de directiva, que supone una reducción muy considerable de los valores límite legales para diversos contaminantes. Por ello, es previsible que antes de finalizar 2023 tengamos unos nuevos valores límite legales de contaminación atmosférica bastante más estrictos que los vigentes.

Una comparación con los niveles de NO2 en 2022 permite visualizar lo que supondrá la nueva normativa en la ciudad de Madrid. Así, el nuevo valor límite legal para la media anual de NO2 será de 20 µg/m3, mientras que el valor recomendado por la OMS para una adecuada protección de la salud humana se sitúa en 10 µg/m3. Como se puede apreciar en la gráfica adjunta, solamente las estaciones situadas en espacios verdes periurbanos (El Pardo y Casa de Campo) cumplirían el nuevo valor límite legal propuesto por la legislación europea, mientras que ninguna estación de la red cumpliría con los valores recomendados por la OMS.

El Instituto de Salud Global estima para la ciudad de Madrid que podrían evitarse hasta 3.700 muertes anuales –2.010 provocadas por el NO2 y 1.693 por las partículas PM2.5– si redujéramos los niveles de contaminación drásticamente.

Ante estos dramáticos datos, Ecologistas en Acción considera que la autocomplacencia del Gobierno municipal madrileño por haber cumplido con la legislación actual en relación al dióxido de nitrógeno está fuera de lugar. Queda mucho por mejorar para garantizar el derecho a un aire limpio.