Es deplorable la actitud del Alcalde de Almuñécar, Don Juan Carlos Benavides, tratando de culpar desde ya, del fracaso de su Plan de Urbanismo a las instituciones, y resulta cómico que recurra a que si fueran del mismo partido no habría problemas.

Le recordamos al Sr. Benavides, aunque él lo tenga bien presente, que en el Puerto de Santa María (Cádiz) se ha echado para atrás todo su Plan de Urbanismo por no respetar los criterios ambientales. El señor alcalde del Puerto de Santa María es un independiente, pero apoyado por el PSOE, con el que forma equipo de Gobierno.

También allí se habían firmado suculentos convenios urbanísticos a cuenta de la aprobación del futuro PGOU con personajes muy influyentes, como puedan ser el Señor Florentino Pérez o la familia Osborne.

En lo que sí tiene razón el Sr. Benavides es en que la Administración Andaluza no ha leído su Plan. Claro, no lo ha leído nadie de la Junta, ni nadie de otro sitio, sólo los allegados conocen por ahora los intríngulis que se cuecen en el documento, a pesar del paripé de exposición pública que se hizo en un salón inmobiliario.

Si el Sr. Benavides hubiera tenido la deferencia de informar de verdad, le habrían dicho que, con la legislación en la mano, no puede hacer el ferial, ni el aparcamiento de camiones, ni viales, ni campos de golf en la vega porque es zona de protección paisajística y agraria, así como hábitat del camaleón común, que se encuentra estrictamente protegido por la ley europea, estatal y autonómica. Le habrían dicho que no se pueden poner campos de golf en Cotobro ni en Cantarriján, porque no hay agua, ni siquiera depurada. Le habrían dicho que debe dejar un espacio libre alrededor de los monumentos arqueológicos y no integrarlos en los jardines privados de hoteles o urbanizaciones. Le habrían dicho que el hoyo que quiere hacer en la Sandovala para su marina interna es un proyecto descabellado, se mire por donde se mire. Y le habrían dicho mucho más, que le dirán en cuanto se conozca públicamente el documento completo.

Pero al Sr. Alcalde le interesa que le echen el plan para atrás, para así tener culpables a los que achacar su fracaso como gestor público.
Ahora viene un trabajo importante, no sólo para todos los ciudadanos que tienen el derecho y la obligación de alegar aquello que estimen más conveniente para el futuro de su municipio, sino y sobre todo, para las Administraciones, que habrán de velar por una parte, porque se cumpla la ley a rajatabla, y por otra, porque no se empiece a utilizar este Plan como si ya estuviera aprobado, pues el actualmente vigente es el del año 1987, que es al que hay que atenerse mientras no exista la aprobación definitiva de uno nuevo.

En las noticias aparecidas en los medios de comunicación privados del Sr. Alcalde, ya se presentan convenios que «tienen todas las licencias» para empezar su andadura. Peligroso, muy peligroso, cuando conocemos la forma de actuar de hechos consumados y a su arbitrio, del Sr. Benavides.