• Ecologistas en Acción y Greenpeace lamentan que la Junta de Andalucía haya otorgado la Autorización Ambiental Integrada (AAI) al proyecto de sellado de fosfoyesos presentado por Fertiberia que lleva siendo contestado y pleiteado por diversas organizaciones ecologistas y sociales desde hace ya 13 años.
  • Ambas organizaciones lamentan que la AAI no tome en consideración las conclusiones del Comité de Expertos de la Universidad de Huelva convocado en su día por el Ayuntamiento de Huelva, el cual viene a constatar las reclamaciones que ambas organizaciones ecologistas vienen demandando desde hace años.

El proyecto presentado por Fertiberia no puede ser considerado como una solución definitiva para la restauración y recuperación de las marismas afectadas por las balsas de fosfoyesos. El estudio confirma la falta de estabilidad del fosfoyeso, por lo que el sellado de las mismas no debería considerarse una solución definitiva. Lo mismo podría afirmarse de la necesaria actuación en las tres zonas de las balsas, con importantes problemas de vertidos a la Ría, cuya solución no se ha tomado en consideración en el proyecto presentado por Fertiberia.

Ecologistas en Acción y Greenpeace consideran que la Junta de Andalucía está condenando el futuro de las marismas del Tinto, enterrando los más de cien millones de toneladas de residuos tóxicos, peligrosos y radiactivos, tal y como determinó el Parlamento Europeo, tras su visita al lugar y que son derivados de la producción de ácido fosfórico. Estos residuos fueron vertidos por la empresa Fertiberia y Foret en una zona de dominio público de marismas mareales y cauces públicos del río Tinto durante 43 años. Precisamente por la dinámica ecosistémica del lugar en el que se emplazan, las organizaciones ecologistas llevan años advirtiendo lo que el informe de expertos de la universidad de Huelva apuntaba, el sellado de las balsas de fosfoyesos no está totalmente asegurado debido a la inestabilidad y dinamismo de los suelos sobre los que se asientan. Es por ello que siguen exigiendo la retirada de los residuos, la recuperación de las características originales del espacio afectado y la restauración de los hábitats destruidos, así como que la empresa no se vaya de rositas tras haber protagonizado uno de los mayores casos de contaminación ambiental de Europa.

Ecologistas en Acción y Greenpeace recuerdan que el vertido de residuos se realizó sin autorización y camuflado bajo una concesión para el vertido de aguas residuales y por eso resulta incomprensible que desde las administraciones competentes se acepte crear un depósito permanente de residuos de dimensiones gigantescas, derivado de un vertido ilegal, con componentes tóxicos como metales pesados e incluso radiactivos. Por otro lado, Fertiberia elude en su proyecto el reconocimiento del carácter de residuos industriales de los fosfoyesos y demás materiales vertidos en las diferentes zonas de las marismas del Tinto y no se plantea los tratamientos requeridos, según sus características, estado físico, grado de concentración de contaminantes, peligrosidad, inestabilidad, etc. Fertiberia sólo plantea una propuesta de enterramiento en vertedero en una ubicación completamente inadecuada, que ha producido y puede seguir produciendo graves afecciones ambientales y riesgos para la seguridad y salud de la población de Huelva.

Tal como se decía en la Conclusión Global del Comité de Expertos de la Universidad de Huelva1, “El proyecto presentado por Fertiberia, RESTORE 20/30 no puede ser considerado como una solución definitiva para la restauración y recuperación de las marismas afectadas por las balsas de fosfoyesos y se debe iniciar un proceso para búsqueda de propuestas de restauración y recuperación de las Marismas afectadas por las balsas de fosfoyesos que cumplan con la legislación vigente y reduzcan al máximo posible el impacto sobre el medio ambiente, garantizando la seguridad de la población a largo plazo”. La AAI de la Junta de Andalucía contraviene esa conclusión, pero sí que establece algunas actuaciones que Fertiberia debería realizar con urgencia para minimizar los graves riesgos asociados a la situación actual de las balsas de fosfoyesos (filtraciones y contacto con las aguas de la ría, emisiones contaminantes, …). Ecologistas en Acción y Greenpeace esperan que la Junta de Andalucía vigile el debido cumplimiento de esas actuaciones y seguirán exigiendo la restauración y recuperación del conjunto de las marismas onubenses afectadas por los vertidos de décadas de Fertiberia.