En las últimas semanas, diferentes colectivos se han manifestado contrarios al empeño de promotores y políticos comprometidos con el aeropuerto de Ciudad Real.

Izquierda Unida, la Plataforma por la Dignidad de los Pueblos y ahora FSAP-CLM de Comisiones Obreras [1], se suman a la corriente de oposición que, desde hace ocho años vienen protagonizando diferentes organizaciones ambientalistas. Ecologistas y científicos se han opuesto desde 1997 a la irracional idea de colocar un aeropuerto en la ZEPA de Campo de Calatrava habiendo soluciones alternativas de menor impacto ambiental. Algo parecido a lo que ocurrió en su momento con los campos de tiro en Cabañeros y Anchuras o con la desecación de los humedales manchegos (hitos de la lucha ecologista en Castilla-La Mancha).

Aunque con lentitud, parece que por fin la conciencia progresista de nuestra sociedad toma nota de lo que no ha sido sino un tejemaneje especulativo que va definiéndose con claridad a medida que la realidad de las circunstancias que rodean el proyecto se van conociendo. Estos apoyos a la lucha contra el aeropuerto de Ciudad Real llegan en un momento muy importante, puesto que en breve el Ministerio de Medio Ambiente debe aprobar la tercera Declaración de Impacto Ambiental sobre el proyecto y, a la luz de los acontecimientos, debe tomar buena nota de que el consenso entorno a este delirante proyecto no es tan amplio como quiere hacerse creer.

Ecologistas en Acción quiere agradecer a quienes de forma valiente y sin hacer caso de las presiones del Gobierno Regional de Castilla-La Mancha dan su opinión sobre el proyecto y la hacen pública y confía que otras entidades y colectivos se animen a decir en público lo que piensan sobre el proyecto. Aun se está a tiempo de que el MIMAM haga lo que tiene que hacer y ponga en su sitio a quienes defienden un proyecto que incumple la normativa medioambiental y que sólo tiene el sentido de favorecer la especulación y la más triste versión del politiqueo de provincias.


[1] La Asamblea Precongresual de la FSAP-CLM de CCOO, reunida en Alcázar de San Juan el 30 de noviembre de 2005, desea hacer las siguientes consideraciones acerca del proyecto “Aeropuerto de Ciudad Real, Don Quijote”:

1. Su iniciativa privada. Prueba de que se trata de un servicio para beneficiar únicamente a sus promotores, en detrimento de las poblaciones cercanas, del equilibrio medioambiental y de los fondos públicos pródigamente entregados al proyecto, que ahora sirven de coartada para ponerlo en marcha cueste lo que cueste y después de justificación para su reversión a la esfera pública cuando se manifieste deficitario.

2. El daño al medio ambiente. Desde que el proyecto salió a la luz y sobre todo tras la exposición a información pública del primer estudio de impacto ambiental, las organizaciones ecologistas y otras organizaciones ciudadanas de la región hicieron hincapié en la incorrecta e inadecuada elección del lugar para la ubicación del aeropuerto, entre otras razones importantes por la lógica incompatibilidad de este tipo de instalaciones con una zona de protección natural.

La ubicación que se ha escogido para esta instalación afecta a una Zona de especial protección para las aves (ZEPA) y a una zona de importancia para las aves (IBA), concretamente a la ZEPA denominada “Campo de Calatrava” y a la IBA 206 dentro de la cual se encuentra dicha ZEPA. Dentro de los límites de estas zonas de protección para las aves es donde se decide instalar el aeropuerto.
Especies esteparias que habitan este entorno en peligro de extinción o amenazadas, como la avutarda, el sisón, la ganga, la ortega o también el cernícalo primilla están siendo ya seriamente afectados por dicha infraestructura.

Pero además del impacto directo sobre las aves hay otras afecciones muy importantes que se pueden producir y se están produciendo, como es el daño al patrimonio volcánico de la zona (el Campo de Calatrava reúne el conjunto volcánico más importante de la Península y, paradójicamente, sin apenas regulación y protección ambiental ni cultural). Y, lo que consideramos muy grave, la pérdida definitiva de las posibilidades de un desarrollo socioeconómico integrado y sostenible, para el cual esta comarca tiene un enorme potencial, aunque muchos se nieguen a reconocerlo. Un ejemplo de estas posibilidades es la propuesta que ya circula en sociedad de creación de un Parque Cultural del Campo de Calatrava, que va en la línea de lo que estamos demandando y que de ningún modo contempla la instalación de infraestructuras como el aeropuerto.

3. El alto riesgo de accidentes. SEO/BirdLife ha sacado a la luz pública un estudio basado en informes de expertos internacionales en navegación aérea (incluido un informe del Colegio de Pilotos de España), en el que constatan la alta peligrosidad de los aeropuerto cercanos a hábitats de poblaciones de aves de medio y gran tamaño como las que aquí se encuentran. SEO/BirdLife concluye que el aeropuerto de Cuidad Real, en caso de abrirse, sería uno de los más peligrosos de Europa.

4. La vulneración de la legalidad vigente, estatal y europea. Este proyecto ha salido adelante contra toda racionalidad política, administrativa, legal y ambiental, gracias a las durísimas presiones que sobre los organismos institucionales competentes han volcado promotores y responsables políticos. Frecuentemente se han oído afirmaciones como “el aeropuerto se hará pese a quien pese”. Se han utilizado todo tipo de artimañas para progresar en sus fines, como amedrentar y confundir a los antiguos propietarios de los terrenos, amenazas a los opositores, censura implacable en los medios de comunicación que ha impedido que la ciudadanía esté debidamente informada…

Todo ello cuando la Comisión Europea, después de abrir expediente por este proyecto, ha enviado un dictamen motivado al Reino de España por considerar que el proyecto vulnera la directiva comunitaria sobre impacto ambiental así como la directiva sobre aves silvestres. La intención de la Comisión de ejecutar el siguiente paso, que es denunciar al Reino de España ante el tribunal de justicia europeo por las infracciones antes mencionadas, llevó al Ministerio de Medio Ambiente español a sacar a exposición pública un tercer informe de impacto ambiental, al considerar que en el segundo el estudio de alternativas que se exigía no quedaba lo suficientemente justificado. Esto fue acompañado de la paralización de las obras. En estos momentos las presiones hacia los organismos competentes para decidir sobre el futuro del proyecto nos consta que siguen ejerciéndose de forma directa e indirecta para que la declaración de impacto ambiental sea positiva. Si esto ocurre, habremos asestado un duro golpe al estado de derecho.

Por todas estas razones queremos expresar nuestra oposición al proyecto Aeropuerto de Ciudad Real en su actual ubicación, pues pensamos que daña considerablemente el medio ambiente de la zona, implica un alto riesgo para las personas dada su alta peligrosidad y supone una vulneración de la normativa legal y del estado de derecho.