En un momento en el que algunas administraciones hablan de la búsqueda de medidas para la recuperación del río Isuela, el Ayuntamiento de Chimillas, a través de la empresa “demoliciones Barbastro” ha vertido una cantidad importante de escombros en el cauce del río Isuela, taponándolo por completo.

Los escombros fueron vertidos al río, muy cerca de la localidad, el pasado viernes, 9 de octubre, y ayer, día 13, fueron esparcidos a los largo del cauce con maquinaria pesada. Este material está compuesto en su mayor parte por bloques de hormigón armado (algunos de más de un metro de longitud), amasijos de hierros y tuberías, proviniendo del derribo del deposito de agua de Chimillas.

El deposito de escombros ha alterado en su totalidad la dinámica fluvial de ese tramo del Isuela, creando una presa de basura de metro y media de altura (el agua pasa por filtración en el terreno), cortando el paso a los peces y creando un tapón para las avenidas del río, que provocarán daños en los caminos y campos cercanos y acabarán esparciendo parte de los escombros vertidos por los tramos aguas abajo.

El Ayuntamiento de Chimillas que debería velar para prevenir la aparición de escombreras ilegales y la eliminación de las existentes, muy abundantes en su municipio, no sólo hace dejación de sus funciones, sino que se convierte en promotor de estas prácticas ilícitas, llegando a un punto de gran irresponsabilidad y demostrando muy poco respeto por los valores naturales de su entorno.

Ecologistas en Acción ha presentado las oportunas denuncias al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), Servicio Provincial de Medio Ambiente y Confederación Hidrográfica del Ebro. A esta última institución también se ha solicitado, en función de sus competencias, que exija al Ayuntamiento de Chimillas la retirada de los escombros a vertedero autorizado y la recuperación del tramo a sus estado originario.