En España se fuman unos 89 millones de cigarrillos al día, lo que supone 32.455 millones de filtros desechados anualmente, según un informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).

¿Cuántas de estas terminan en el suelo? La verdad es que no hay cifras que lo verifiquen pero si que sabemos que las colillas que se quedan en el suelo pueden ser arrastradas por la lluvia hacia los cursos fluviales, llegando a las costas. Además no nos tenemos que olvidar de la cantidad de colillas que acaban en el mar por el simple hecho que se han tirado en la playa.

Verdemar-Ecologistas en Acción quiere señalar que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) alerta de la contaminación ambiental y del riesgo para la salud de las colillas de cigarrillos, lo que se considera como el tabaquismo «de cuarta mano», ya que son la primera fuente de basura en el mundo y tardan entre 8 y 12 años en descomponerse. Los ecologistas se basan en los datos de la sociedad científica que recuerda, que cada año se consumen 6 billones de cigarrillos y en el 64% de los casos acaba en las calles, parques, ríos, bosques o playas, lo que equivaldría a unos 4,5 billones de colillas…

En los últimos 50 años, prácticamente todos los cigarrillos que se venden llevan un filtro de acetato de celulosa, un componente fotodegradable pero no biodegradable, y aunque los rayos ultravioleta provenientes del sol pueden eventualmente romper el filtro en pequeñas piezas en condiciones ideales del medio ambiente, el material fuente nunca desaparece, y esencialmente se diluye en el agua y en el suelo.

El problema fundamental radica en la toxicidad que acumulan. El filtro de las colillas está diseñado para acumular los componentes del tabaco, incluidas las sustancias químicas más nocivas que son liberadas en contacto con el agua. Por tanto, cuando llegan a los ríos e incluso al mar, desprenden dichas sustancias, lo que supone una grave amenaza para la biodiversidad.

Algo significativo que resaltan estudios realizados por Ecologistas en Acción indica que 14 de cada 100 residuos retirados en las playas españolas son filtros de cigarrillos, que sumados a la totalidad de residuos de origen plástico como pequeños trozos (33 %), botellas (11 %), tapones (5 %), envoltorios (6 %) o bolsas (3 %), este material llega a representar hasta el 87 % de la basura recogida. Otros residuos como el metal, el vidrio o el papel, componen el 13 % restante de la basura recogida. Por todo ello, Ecologistas en Acción insta a gobiernos y administraciones a abordar de forma inmediata los problemas de la reciclabilidad, la biodegradabilidad, la presencia de sustancias peligrosas en los plásticos y los objetivos de desarrollo sostenible de reducir significativamente los desechos marinos.

La adopción de estas medidas es imprescindible para cumplir con los objetivos impuestos por la propia UE, a través Directiva Marco sobre la Estrategia Marina, para la consecución del buen estado ambiental del medio marino en 2020.