La anunciada mejora de los órganos de participación no llega al Consejo Provincial de Medio Ambiente y de la Biodiversidad de Sevilla. El pasado 9 de mayo, en unas jornadas para la mejora y actualización de los órganos de participación ciudadana en materia medioambiental, demandada por Ecologistas en Acción desde el año 2015, el propio Consejero admitió que “había que fortalecer la participación social en materia de medio ambiente a través de los órganos colegiados”.

La participación que se ha promovido hasta ahora, organicista y rutinaria, se ha demostrado que funciona de forma arbitraria y errática y cuyos resultados no han tenido plasmación real en la política medioambiental. Y si algo quedó claro en esas jornadas fue que, el actual funcionamiento de estos órganos no permitía una participación efectiva de sus miembros, que no servían para nada, que la composición estaba claramente escorada a la Administración, que no eran efectivos, etc.

La propia Secretaría General de Medio Ambiente y Cambio Climático se comprometió a revisar su funcionamiento y a seguir con el debate para su mejora, abordando una necesaria reforma normativa de su composición y funcionamiento.

Sin embargo, estas palabras aún no se han plasmado en el funcionamiento real del día a día de los distintos órganos de participación, al menos no en el Consejo Provincial de Medio Ambiente y la Biodiversidad. El viernes 6 de julio tuvo lugar la última reunión en la Delegación Territorial de la Consejería en Sevilla, con una serie de puntos meramente informativos, precedidos de tediosas presentaciones que repiten las formas hasta ahora puestas en entredicho.

Además, no se entró en abordar en profundidad el único punto del orden del día propuesto por Ecologistas en Acción, la situación de los Espacios Protegidos en la provincia. Se limitaron a presentar las normativas que regulan la Red de Espacios en Andalucía así como enumerar las figuras declaradas en la provincia, pero no se entró a valorar la situación de ningún espacio en concreto que era lo que demandábamos.

Otro asunto controvertido fue la denuncia que hicimos por el cobro de tasas por el simple hecho legítimo como miembros del Consejo de petición de documentación a la Delegación Territorial. En la era digital, con lo rápido y fácil que es mandar esa documentación en soporte informático, la Delegación se empeña en querer cobrar por copias en papel.

Y para rematar el Consejo, el propio Delegado Territorial abandonó antes de finalizar el último punto por una reunión con el Viceconsejero, dejando a los pocos miembros presentes sin responder el apartado de ruegos y preguntas, dejándole el marrón al Secretario del Consejo.

Exigimos que el anunciado cambio en profundidad de estos órganos llegue ya al Consejo Provincial de Medio Ambiente, empezando por la forma de funcionar y que se garantice así la verdadera participación de la sociedad civil y el derecho de sus miembros, porque de lo contrario nos volveremos a plantear si merece la pena acudir y no desperdiciar nuestro tiempo en proporcionar una colaboración activa y útil.