Ecologistas en Acción de Huelva ha presentado alegaciones contra la  transformación en regadío de la finca «Los Palmares», en Trigueros y considera difícil de entender y aceptar, tras varias décadas de conciencia de la necesidad de preservar hábitats naturales de especial importancia, que una zona húmeda sea rodeada en su totalidad por una explotación de cultivos intensivos y que ello se haga además sobre monte público y sin garantías de contar con agua para el proyecto.

El grupo de fincas conocidos como “Los Palmares” de 358 hectáreas, es monte público catalogado y bien comunal de Trigueros, cuyo ayuntamiento  lo ha arrendado a una empresa agrícola por un periodo de 30 años sin estudio previo de viabilidad , en el que se hubiese tenido en cuenta la presencia de ecosistemas singulares o la disponibilidad de agua. El arrendamiento de bienes comunales a empresas privadas por largos periodos de tiempo se está convirtiendo en una práctica habitual para la obtención de dinero fácil para algunos ayuntamientos onubenses (Villanueva de los Castilllejos abrió camino con Garcia Carrión y  El Granado y Punta Umbría son otros ejemplos recientes), que parecen actuar sólo en función del corto plazo y el interés electoral, privatizando en la práctica montes públicos, cuya transformación durante décadas hará imposible su restauración para los usos tradicionales por los que fueron catalogados.

En el caso de “Los Palmares”, Ecologistas en Acción recuerda además que ya propuso hace tiempo su inclusión en el Inventario de Huemedales de Andalucía y que el conjunto de fincas propuestas para su transformación, incluido el complejo de lagunas endorreicos que suponen un total de 425,19 hectáreas, conocidas como Dehesa Boyal conforman, en su conjunto, un ecosistema isla (conjunto de ecosistemas  o unidad funcional soporte tanto para los taxones protegidos de flora como por la fauna que alberga), cuyas características necesitan de la protección de todo el conjunto del territorio, en vez de resultar drásticamente parcelado e impactado por el proyecto de regadío.

La asociación ecologista recuerda también en sus alegaciones que “no está justificada ni documentada la existencia de agua necesaria en condiciones adecuadas para dicha transformación y las instalaciones anejas”, ya que todo el proyecto está basado en el uso de las aguas residuales tratadas procedentes Beas, Trigueros y San Juan del Puerto, sin que en la actualidad  existan experiencias de entidad de uso de aguas residuales para el cultivo de fresas o arándanos,  siendo muchas las dudas generadas y los problemas sanitarios detectados cuando se han realizado experiencias similares en otro tipo de cultivos, cuyos requerimientos sanitarios no son tan estrictos como en este sector.

Ecologistas en Acción de Huelva lamenta que la provincia de Huelva se haya convertido en el espacio andaluz donde se está produciendo mayor pérdida de monte público y exige a la Junta de Andalucía que deje de ser cómplice en esta especie de nueva “desamortización” encubierta y defienda, como es su obligación, el patrimonio público y natural de nuestro territorio.