• El 22 de julio se cumplen 100 años de la declaración del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, actual Parque Nacional de Picos de Europa.
  • Con motivo del centenario de la declaración del Parque Nacional de Picos de Europa, Ecologistas en Acción muestra su preocupación ante la situación del parque, reclama un amplio giro en la gestión de dicho espacio y pide la adopción de medidas efectivas por parte de las diferentes administraciones para mejorar su conservación.

Ecologistas en Acción se felicita del cumplimiento del primer centenario del Parque Nacional de Picos de Europa, que fue el primer parque nacional declarado en España, al tratarse de un espacio de alta montaña, formado por una unidad geológica caliza bien diferenciada de la Cordillera Cantábrica y que se protegió con el objetivo principal de preservar sus importantes valores naturales y por su importancia cultural e histórica. Lamentablemente este aniversario coincide con un preocupante retroceso en la conservación de dicho parque, debido en gran parte a una insuficiente e incorrecta gestión, a la excesiva permisividad de ciertas actividades humanas como el turismo y competiciones deportivas, a la persecución del lobo ibérico y a algunas malas prácticas cinegéticas.

Entre las diversas razones del retroceso que en la última década viene sufriendo el Parque Nacional de Picos de Europa caben destacar las siguientes:

  • El parque carece de un modelo de gestión común a la totalidad del parque, así como de una guardería específica y un Director Conservador para todo el espacio. El parque nacional se gestiona mediante una Comisión de Gestión y un Consorcio del Parque Nacional de Picos de Europa compuesto por Asturias, Castilla y León y Cantabria que se ha demostrado ineficaz: cuenta con tres directores del parque nacional, uno por cada comunidad autónoma, que se van rotando y que casi no se coordinan. La guardería también depende de cada comunidad autónoma  Estos órganos de gestión han demostrado no ser adecuados para la gestión de un parque nacional. Sin haber realizado un completo diagnóstico de su estado de conservación, sin zonificación o regulación alguna y sin que la ciudadanía tenga conocimiento de aquellas actividades que son autorizables en el interior de este parque, es muy difícil que pueda realizarse una buena gestión. Debido a ello se producen periódicamente situaciones rocambolescas, como por ejemplo que durante algunos años no se autorizara el tránsito en vehículos 4×4 por ciertas pistas forestales en zonas de alto valor natural y ahora sí se permita.
  • Sin duda una de las principales amenaza en Picos de Europa es la proliferación de un turismo muy intensivo y no regulado. Es el parque nacional más visitado de la península. El turismo desmedido está provocando importantes impactos ambientales en el parque. Zonas como la Ruta del Cares, los Lagos de Covadonga o el Teleférico de Fuente Dé concentran una gran cantidad de visitantes en zonas muy sensibles desde el punto de vista ecológico. No se realizan los necesarios estudios de capacidad de visitantes, lo que da lugar a problemas de contaminación por vehículos, ruido y residuos antes inexistentes (latas de refrescos, paquetes de cigarrillos, colillas o toallitas higiénicas). Este año incuso se baraja la posibilidad de ampliar las plazas de aparcamiento existentes en el interior del parque o ampliar la red eléctrica convencional en lugar de apostar por el transporte público o las energías renovables. Las pruebas deportivas también están proliferando de forma desmedida y los gestores de este parque no parecen tener prisa por limitar o regular dichas pruebas. Tampoco se ha evaluado correctamente si estas actividades están teniendo efectos negativos, lo que conlleva que la práctica totalidad de actividades de empresas turísticas y eventos deportivos que se solicitan anualmente a los directores del parque se autorizen con escasas limitaciones.
  • Picos de Europa es el único Parque Nacional español que cuenta desde su creación con una población viable de lobos ibéricos, lo que justificaría sobradamente que el parque dedicase parte de sus recursos para la conservación de dicha especie. Pero lejos de asegurar su protección y de convertir Picos de Europa en un modelo a seguir para la conservación de la especie, las diferentes administraciones permiten que se continúen realizando periódicamente todo tipo de acciones de caza de lobos injustificadamente. Un ejemplo son las que se realizaron en la semana del 9 al 13 de julio en el entorno de Fuente Dé, con riesgo para la seguridad de las personas por desarrollarse a lo largo de una de las rutas turísticas más populares del parque. Dicha cacería fue autorizada por la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de Cantabria, pero sin conocimiento por parte de gran parte del personal del parque nacional (incluido el director del parque de guardia en ese momento y codirector por el Principado de Asturias) y sin tener en cuenta las épocas de partos y crianza de las especies de fauna existentes en la zona. En estas cacerías, que Ecologistas en Acción considera “clandestinas” por su premeditada ocultación a la opinión pública. Además se utilizan artefactos explosivos, prohibidos explícitamente por las leyes de caza, y se permite la participación de cazadores locales y vecinos de los pueblos (personal administrativamente no habilitado). En ocasiones se superan las 100 personas por cacería y día.– La caza es una actividad incompatible con un parque nacional pero que todavía se autoriza en Picos de Europa. En la práctica totalidad de la superficie de las vertientes cántabra y leonesa se sigue cazando jabalí en batida, con un amplio despliegue de vehículos 4×4 por las zonas mejor conservadas del parque, prácticamente cada semana entre septiembre y marzo. Además se siguen cazando en época de celo rebecos, ciervos, cabra montés, lobos, zorros, tejones, mustélidos y córvidos bajo el eufemismo de «controles poblacionales», aunque ello contradiga la normativa europea y esté demostrado que perjudica a la biodiversidad. Dichos controles se realizan, en su mayoría, mediante arma de fuego y, en parte, mediante jaulas-trampa. Por otro lado no se ha puesto un especial interés por erradicar el furtivismo o el uso de venenos en el interior del espacio, como lo demuestra la muerte por la sustancia prohibida carbofurano de uno de los últimos ejemplares de quebrantahuesos liberados (Julia) en el ámbito de un programa de recuperación de esta especie con fondos comunitarios.

Ecologistas en Acción considera que el centenario del parque nacional merece, sin duda, ser celebrado, pero reclama que las diferentes administraciones adopten medidas urgentes para actuar en cada una de las amenazas citadas, teniendo siempre presente que la prioridad de un parque nacional es su conservación, no su aprovechamiento. En concreto Ecologistas en Acción insta a las comunidades autónomas de Cantabria, Asturias y Castilla y León a que adopten las siguientes medidas:

  1. El establecimiento de un modelo de gestión común para todo el parque, con un solo Director Conservador que tenga competencias en todo el parque.
  2. La aprobación urgente del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de Picos de Europa incluyendo medidas para regular mejor los usos públicos, realizando estudios de capacidad de acogida de las zonas más visitadas.
  3. El abandono de la persecución del lobo y fomento de medidas de coexistencia entre el lobo y la ganadería.
  4. La progresiva desaparición de todas las modalidades de caza.