El escarabajo-avispa español (Neoplagionotus marcae) es un coleóptero perteneciente a la familia de los cerambícidos y, tras la drástica transformación de su hábitat, su presencia en nuestro municipio está seriamente comprometida debido sobre todo a la eliminación de su principal planta nutricia: Lavatera triloba. Es ésta una malva de distribución geográfica bastante irregular, con poblaciones generalmente aisladas y que experimentan una sensible regresión por efecto de ciertas actividades humanas.

El Ayuntamiento de Valdemoro aprobó en su último Plan General de Ordenación Urbana la calificación de nuevo suelo industrial distribuído en cinco sectores: la Peluquera (I-5), el Olivar de Mesa, la ampliación del polígono Rompecubas, La Ermita de Santiago (I-4) y Las Canteras (I-2). El paréntesis veraniego fue aprovechado para transformar de forma brutal la fisonomía del entorno afectado precisamente por estos dos últimos sectores. Ello supuso de facto la destrucción del cauce del Arroyo de la Ermita de Santiago, de imprevisibles consecuencias ecológicas dada su estrecha relación hidrogeológica con el Parque de Las Bolitas de Airón y el Arroyo de la Cañada.

El escarabajo-avispa español fue descubierto por el entomólogo José I. López Colón a principios de los años 90 en la cercana localidad de Rivas-Vaciamadrid. Con posterioridad fueron descubiertas nuevas poblaciones en zonas de Madrid, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura.

En el ámbito local, las previsiones no permiten abrigar grandes esperanzas para la supervivencia de la especie. Sobre todo si se considera que el anunciado polígono de la Ermita de Santiago (I-4) tendrá una superficie superior a un millón de metros cuadrados, dándose la circunstancia de que el área de distribución de la planta nutricia del escarabajo coincide prácticamente en su totalidad con este área industrial.

Puede afirmarse que el escarabajo-avispa español, verdadera joya entomológica, corre suerte semejante a especies tan singulares como el lince ibérico o el águila imperial ibérica. En su contra opera, tal vez, su pequeño tamaño y, sin ninguna duda, la tradicional desconsideración de la Administración hacia estos minúsculos integrantes de los ecosistemas cuya presencia puede entenderse, muchas veces, como indicador de la calidad de los mismos.

El hallazgo reciente de nuevos pies de la también conocida como malva trilobada a escasos metros del perímetro de la finca de «El Espartal» constituye un indicio de la presencia más que probable de esta especie en el interior de este espacio. Recordemos que en esta finca -de más de 1.300 Ha. y propiedad de ARPEGIO, empresa pública vinculada a la Consejería de Presidencia de la Comunidad de Madrid, está previsto un nuevo desarrollo urbanístico consistente en la construcción de 6.100 viviendas, nuevas infraestructuras viarias, una ciudad deportiva y un campo de golf. La constatación de la existencia de esta especie vegetal en la zona viene a sumarse a las numerosas razones esgrimidas a favor de la conservación de la finca y su inclusión en el Parque Regional del Sureste como se viene reclamando desde instancias conservacionistas.

Julio Martín de Eugenio Manglano, es naturalista y licenciado en Ciencias Políticas y Sociología.