Ecologistas en Acción quiere que se ponga fin a una grave agresión contra la salud de todos los habitantes de la Bahía de Cádiz: la acumulación y el trasiego de una enorme cantidad de graneles sólidos en el muelle del Bajo de La Cabezuela en Puerto Real, que al carecer de cualquier medida de reducción de polvo, está suponiendo un atentado contra la salud de la población afectada. Estos últimos días de fuerte y persistente viento de Levante los vecinos de la barriada de La Paz han tenido que soportar estos polvos; cuando sopla de Poniente, es la población del Río San Pedro, mucho más cercana a las montañas de granel, los que tienen que aguantar esta polvareda.

Las cifras son espectaculares: anualmente se desembarca y deposita al aire libre más de 300 mil toneladas del muy contaminante coque de petróleo y más de medio millón de toneladas de harina de cereales. En función de la intensidad y de la dirección de los vientos, el polvo que se genera en forma de partículas en suspensión produce molestias, contaminación y enfermedades. No existe ningún plan de minimización de este problema, por lo que de forma crónica nos vemos obligados a soportar este polvo insidioso. Es sorprendente que Holcim, la cementera receptora del coque, haya procedido a cubrir este combustible bajo una cúpula cerrada, aun estando más alejada de zona habitada que las instalaciones portuarias de La Cabezuela, donde se siguen acumulando al aire libre.

Cádiz, como muchos otras ciudades, supera los límites legales de contaminación por partículas en el aire de tamaño inferior a 10 micras (PM10), que está fijado en 40 microgramos por metro cúbico de aire: la media anual de Cádiz es de 44. Además del tráfico motorizado y de las industrias, uno de los mayores responsables de esta situación es el polvo portuario. También Cádiz supera los límites legales de PM10 diarios.

Las consecuencias de esta mala calidad del aire son bien conocidas: asmas, alergias, irritación en las vías respiratorias, problemas cardiovasculares y, en los casos más graves, cáncer de pulmón. A pesar de que se conozca como carbón, el trasiego del coque mueve un derivado del petróleo que se utiliza en los hornos cementeros y que es la fracción más sucia de la destilación del petróleo.

Tampoco la Administración cumple con su obligación de informar de estos hechos y amenazas a los ciudadanos, por lo que Ecologistas en Acción emprende esta iniciativa cívica de denuncia. La Unión Europea exige una reducción paulatina de la carga contaminante, para poder llegar en 2010 a 20 microgramos por m3 de aire, dentro de su programa “Aire Limpio para Europa”. Nuestras autoridades no están haciendo nada para alcanzar este objetivo, permitiendo un aire contaminado y no informando a la población afectada.

Para poner remedio a este estado de cosas, Ecologistas en Acción reclama:

• El transporte de graneles por ferrocarril, acelerando al máximo la conexión ferroviaria.

• Sistemas discontinuos en atmósfera húmeda que actúe como decantadora o capturadora del polvo (la reducción estimada con este procedimiento llega al 30%).

• La cubrición de esta mercancía pulverulenta y el cese de actividad con viento intenso.

• Medidas de prevención, corrección y minimización del polvo.

• Eliminación de polvo en los viales de circulación de vehículos y limpiaruedas para los camiones.

• Barreras cortavientos tanto naturales como artificiales.

• Una información exhaustiva y puntual sobre la calidad del aire a la población afectada.

• Planes de mejora de la calidad del aire orientados a disminuir las emisiones de partículas, como recoge el Plan Andaluz de Salud Ambiental.

• El abandono del coque de petróleo y su sustitución por gas natural.

• La cubrición de los depósitos de graneles como medida definitiva.