Este año celebramos 20 años como Ecologistas en Acción, pero el movimiento ecologista tiene muchos más, más de 40. Fue en diciembre cuando decidimos unir fuerzas y seguir luchando por el mundo que soñamos. Repasamos cómo hemos ido creciendo hasta llegar hasta aquí.

 Elena Díaz Casero. Ecologistas en Acción de Madrid. Revista 97.

Se cumplen 20 años de Ecologistas en Acción, pero el movimiento ecologista tiene 48 años1. Su origen se encuentra en la gravedad de los estragos provocados por el desarrollo económico y la alerta de la comunidad científica sobre el deterioro de las condiciones de la vida en el planeta.2. Este movimiento va un paso más allá del conservacionismo, al encontrar la causa de los problemas ambientales en un sistema económico productivista y la búsqueda del beneficio a cualquier precio. La espoleta que lo hará surgir será la oposición a la energía nuclear.

Este cambio coincide con el fin del franquismo y el inicio de la Transición y los rasgos que definen este incipiente movimiento ecologista derivan del contexto de cambio político en que surgió y de la nueva visión ideológica que situó el medio ambiente en el centro de su acción, poniendo en cuestión la idea del progreso común a las ideologías liberal y marxista.

El ecologismo politiza cuestiones que rompen la tradicional división entre lo público y lo privado: actividades como la caza o el consumo de alimentos, por ejemplo, pasan a formar parte del ámbito político; su campo de actuación no ha dejado de ampliarse. Tiene un carácter heterogéneo por la diversidad de frentes abiertos y proporciona una mirada inédita sobre todos ellos. Rompe esquemas.

Diciembre 1997. Acción por la Cumbre de Kioto

Los nuevos temas exigen un conocimiento de las leyes de la Naturaleza. La unión del conocimiento científico con la militancia, es decir, la conversión de la ciencia en arma política, es uno de los rasgos del ecologismo. Por ello, una parte importante de sus miembros pertenece a las nuevas clases medias, en muchos casos hijos y nietos del éxodo rural que acompañó a la industrialización del país, que tuvieron la posibilidad de estudiar y alcanzar un alto nivel de cualificación. Biólogos, químicos, economistas, geógrafos, ingenieros, periodistas, profesores, abogados… han llenado las filas del movimiento y han contribuido a darle la fama de solidez, seriedad y fiabilidad a sus planteamientos ante la opinión pública.

Movimiento asambleario

Desde el punto de vista organizativo el movimiento ecologista se ha forjado a sí mismo, de abajo arriba. Formado por grupos reducidos de activistas, nacidos para dar respuesta a un problema concreto y basados en el asamblearismo. Auténticos emprendedores, que se mueven en un medio adverso y que han de echar mano de una gran creatividad. Su influencia depende de su capacidad para generar conflicto y de que los medios de comunicación lo amplifiquen. Por ello, va a tener gran importancia el trabajo con la prensa para dar voz a los problemas ambientales y que penetren en la conciencia de la gente y en las agendas políticas.

Contra las patentes. Julio 1997.

La diversidad de temas, junto al carácter universal de los problemas ecológicos, ha fomentado una gran tolerancia, aglutinando a todas las personas que comparten las luchas, sin excluir a nadie por motivos ideológicos. Las formas de organización abiertas y asamblearias han sido el medio de integración. Así sus filas se nutrieron de muchos exmilitantes de partidos de izquierda y del movimiento libertario, lo que le ha proporcionado ese sesgo social y radical.

El repertorio de acciones también introduce novedades y se caracteriza por métodos poco convencionales, a veces impactantes, muy variados y flexibles. Se incluyen acciones para llamar la atención sobre un problema ambiental no “visible” (ocupar fincas, desplegar pancartas, encadenarse a máquinas para evitar obras o variopintas acciones de protesta con pancartas, disfraces, canciones, etc.). También actividades de divulgación y formación, informes técnicos, reuniones institucionales o demandas legales. Y siempre… buscando la movilización social, clave para ganar batallas: manifestaciones, concentraciones, marchas reivindicativas… Para ello, se ha recurrido a la creación de plataformas unitarias que unan a todos los actores sociales que compartan los objetivos de la reivindicación,renunciando al protagonismo. Esta práctica, convertida en un medio habitual de afrontar los conflictos ambientales, ha acabado convirtiendo al movimiento ecologista y en concreto a Ecologistas en Acción, en “el clavo que une las varillas del abanico”3 por su papel unificador de todo tipo de movimientos.

La descoordinada cohesión del ecologismo

La variedad de frentes no ha impedido la formación de una identidad colectiva común y un frente reivindicativo único, no obstante, sí que ha dificultado la coordinación necesaria para ampliar la influencia social y la eficacia de las acciones.

El primer intento de crear una coordinación fue en 1977 en Cercedilla, Madrid, donde se reúnen 61 colectivos de toda España: ornitólogos, antinucleares, comunistas, anarquistas, etc. con el objetivo de crear la Federación del Movimiento Ecologista. Esa variedad impedirá que la federación sea operativa y se consolide una coordinación estable. A iniciativa de Aepden4 se convoca una reunión unos meses después en Daimiel, donde se constató que el movimiento no estaba maduro desde el punto de vista ideológico ni organizativo para federarse. Es significativo que allí se conformara la Coda (Coordinadora de Defensa de las Aves y su Hábitat), sumándose así a la ya creada Coordinadora Estatal Antinuclear (Cean)5, explicitando los dos sectores en que se dividía el movimiento: conservacionistas y ecologistas.

El Busgosu en acción. Aedenat-Asturies. Junio 1994.

Otros intentos de coordinación fueron la Federación de Amigos de la Tierra de los Pueblos de España (FAT) en 1979 y la Coordinadora Asamblearia del Movimiento Ecologista (CAME) en 1983. En los 90, el movimiento ecologista crece y se consolida. Aedenat vuelve a intentar la coordinación con la fundación de la Federación de Organizaciones Ecologistas (FOE), que aglutina a la Cean. Dos años después, por decisión de sus miembros, se disuelve e inicia el proceso de convertirse en una asociación única, que alcanzó 50 grupos, para posteriormente consolidar la Coda y crear una organización única. Por fin en 1998, la confluencia de diversas organizaciones y tras dos años de debates se consolida la Confederación de Ecologistas en Acción.

Visto desde la actualidad, el conjunto de estrategias llevadas a cabo por el movimiento ecologista es impresionante. A pesar de actuar siempre a la contra y en unas condiciones adversas, ha conseguido crecer y mejorar su coordinación, aumentar la conciencia ecologista, influir en la legislación ambiental, parar muchos proyectos destructivos, y convertirse desde la década de los 90 en la principal referencia de los movimientos emancipatorios y ‘casa común de la izquierda’.

 

Bibliografía

  • Benigno Varillas/Humberto da Cruz: Para una historia del movimiento ecologista en España. Ed. Miraguano. Madrid 1981.
  • Dobson, Andrew. Pensamiento político verde. Una nueva ideología para el siglo XXI. Ed. Paidos, Barcelona, 1997.
  • Jiménez Sánchez, Manuel: El impacto político de los movimientos sociales. Un estudio de la protesta ambiental en España. CIS. Ed. S.XXI Madrid 2005.
  • Herrera, A./ Soto, D./ González de Molina, M.: Una aproximación a la Historia del movimiento ecologista en España en Movimientos sociales en la España contemporánea. Ed Abada, 2008.
  1. En 1970 se funda AEORMA, considerada la primera asociación ecologista
  2. En 1972 la Conferencia mundial sobre el medio ambiente organizada por la ONU en Estocolmo y la publicación del informe del Club de Roma sobre Los límites del crecimiento dan carta de naturaleza internacional a los problemas ambientales
  3. Según Agustín Moreno (Marea Verde de Madrid) en la presentación de los 20 años de Ecologistas en Acción (abril 2018)
  4. Aepden creada en 1976, se convirtió en 1985 en Aedenat
  5. La Cean creada cuatro meses antes en Soria (mayo 1977)