La reciente petición de Wenceslao López al ministro de Fomento de un túnel bajo el Naranco no se puede calificar de otro modo que de ocurrencia descabellada. Por una parte la población de Ciudad Naranco, Vallobín, Las Campas, La Argañosa y La Florida demandan soluciones urgentes al tráfico y los atascos, sin embargo un túnel como el propuesto por el alcalde de Oviedo no resuelve de un modo rápido y eficaz los problemas de los barrios, sino que les condena a más años de obras, camiones, palas excavadoras, ruidos, molestias y claro está, más tráfico procedente de otras partes de la Asturias metropolitana.  Por otra parte la obra supondría un enorme e innecesario despilfarro de dinero público ya que existen soluciones más baratas como la vía rápida de la y el pinchazo a la AS2 en el FUNDOMA. Desde Ecoloxistes n’Aición d’Asturies  no entendemos por qué el alcalde sigue sin hacerla propia y defenderla con carácter de urgencia.

El cambio climático y la necesidad de una transición energética imponen a nuestras sociedades un nuevo modelo de movilidad más eficiente y sostenible. El grueso de los recursos y la inversión pública tienen que destinarse ahí, a potenciar el transporte público, aumentar su calidad, frecuencias y comodidad, convirtiéndolo en una alternativa apetecible para los desplazamientos cotidianos. Seguir insistiendo en viejos proyectos del siglo pasado puede ser beneficioso para las grandes constructoras hambrientas de obra pública, pero no supone anticiparse a un futuro que está forzado a reducir su consumo de energía y en el que las personas tendremos que reducir necesariamente el uso del vehículo privado.