Un grupo de activistas analiza cuáles son las cuestiones más relevantes que el ecologismo social tiene que abordar y las diferentes crisis a las que nos enfrentamos.

Colectivo Patatús. Revista Ecologista nº 98.

El colectivo Patatús lo formamos un grupo de personas de Aragón que, preocupadas por la amenaza de un colapso civilizatorio, hemos decidido reunirnos para analizar, desde nuestras diferentes perspectivas y sensibilidades, la relación entre el declive de las fuentes fósiles de energía (pico del petróleo) y la crisis de civilización.

Nos reunimos en Zaragoza una vez al mes para formarnos y debatir sobre la situación, causas y relaciones entre las diferentes crisis a las que nos enfrentamos: energética, climática, de biodiversidad, de suministro de agua, agroalimentaria, sanitaria, migratoria, financiera… y de civilización y educación.

Hemos creado un blog 1 y una lista 2 de distribución desde la que compartimos información y publicaciones. Además, difundimos las actividades que se organizan en Aragón sobre estos temas, en las que intentamos participar.

Consideramos que vivimos en una sociedad en la que las noticias efímeras nos inundan y nos impiden fijarnos en la vida real. No vemos a las comunidades humanas tal como son: sistemas ecológicos y socioeconómicos donde coexisten un conjunto de decisiones y acciones en las que estamos implicados quienes vivimos cerca y lejos, pueblos y territorios diferentes, y ecosistemas naturales en donde la biodiversidad también lucha por sobrevivir.

Nos preguntamos si necesitamos todo aquello que ambicionamos o si lo que nosotros acaparamos, a otros les falta. Porque hay una cosa clara para el futuro: no estamos solos, seamos ricos o pobres, habitemos el norte o el sur. El consumo de recursos que usamos hoy para vivir tiene un alcance internacional, generacional y ambiental.

Los límites del crecimiento

Ya en 1972 el Club de Roma publicó el informe Los límites del crecimiento 3, en el que se indicaba que el incremento de la actividad económica estaba basado en una utilización insostenible de recursos no renovables, al igual que el uso de la biosfera como sumidero de desechos, haciendo que el sistema económico fuera intrínsecamente inestable; simplemente: no es posible un crecimiento continuo en un mundo finito.

Tráfico. Foto: Roberto Molinao.

Sabemos que desde 1972 el PIB mundial ha crecido cuatro veces, y esto ha supuesto una mejoría de las condiciones de vida de muchas personas. Pero el incremento no sale gratis; ha sido posible, principalmente, gracias a la sobreexplotación de abundantes recursos de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón) que la naturaleza tardó millones de años en crear. Se estima que en 30 años más habremos agotado la mayor parte de esos recursos. Si así ocurre, en ese momento nuestra civilización se enfrentará a una grave crisis multidimensional y es posible que buena parte de ella colapse.

Junto al agotamiento de las materias primas materiales y energéticas, operan otros factores que podrían adquirir un papel prominente actuando como multiplicadores y aceleradores de este proceso. Entre ellos podemos destacar el cambio climático, con el incremento de los desastres naturales asociados, disminución de los recursos hídricos y reducción de la biodiversidad, así como el agotamiento de materiales estratégicos.

El agotamiento de los recursos, el cambio climático, el incremento de los desastres naturales, la disminución de recursos hídricos y la reducción de la biodiversidad son consecuencias de ese colapso

El colapso parece cada vez más verosímil, si bien esta posibilidad es ignorada por los Gobiernos, medios de comunicación y muchos ciudadanos. Unos y otros deberían saber que dicho colapso no será puntual ni en el espacio ni en el tiempo, según aventuran estudios imparciales, ya que si algo define una ruptura de semejantes dimensiones es que genera múltiples reacciones que repercuten entre ellas, una y otra vez.

Sobreexplotación de recursos, embalse seco.

Además, el proceso puede derivar en graves consecuencias para la población, dado que es previsible que el agotamiento de los combustibles fósiles implique el hundimiento del sistema económico-financiero tal cual lo conocemos, la quiebra de muchos sectores de actividad y la disolución de instituciones en muchos estados. Esto conllevaría la imposibilidad de satisfacer las necesidades básicas de la población, máxime en las clases más desfavorecidas. Basta mirar la situación que se vive hoy en día en aquellos países donde la persistente sequía o el agotamiento de sus recursos naturales han generado profundas crisis sociales.

Unir fuerzas

Para unir las fuerzas de quienes claman por la búsqueda de un mundo más sostenible ambientalmente y justo económica y socialmente nace el colectivo que hemos denominado Patatús y que está abierto a la participación de todas las personas preocupadas por esta amenaza del más que probable colapso y de la configuración de un progreso basado en un mundo mejor, cada vez para más gente.

Así pues, queremos animar a participar en el colectivo Patatús a todas las personas y organizaciones preocupadas con el colapso multidimensional al que se enfrenta la humanidad. En cualesquiera de los asuntos que resultan trascendentes para organizar un futuro compartido, no podemos esperar a actuar.

  1. http://colectivopatatus.blogspot.com.es/p/blog-page_24.html
  2. colectivo.patatus@gmail.com
  3. https://es.wikipedia.org/wiki/Los_límites_del_crecimiento