Ecologistas en Acción ha presentado ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), la delegación territorial en Sevilla de la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio, la delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en Sevilla y la Confederació Hidrográfica del Guadalquivir denuncias por el  importante derrumbe de las escombreras norte del Complejo Hidrometalúrgico Minero de Las Cruces.

El derrumbe ha tenido lugar en la madrugada del 22 al 23 de enero, que ha afectado a las propias escombreras y al talud norte de la corta minera a cielo abierto, arrastrando con ello maquinaria pesada y sepultando parte de la corta.

Recuerdan que es el cuarto derrumbe de importancia que lleva la mina en su historia.

Recuerdan que llevan mucho tiempo alertando de las posibles consecuencias de inestabilidad del terreno y de los taludes provocada posiblemente por la detracción ilegal de millones de m³ de aguas subterráneas desde que se inició la excavación de la mina en 2005. El acuífero ha sido esquilmado y probablemente el terreno haya podido ceder por la transformación del subsuelo. Recordamos que es el cuarto derrumbe de la mina.

También a quedado sepultada la galería subterránea construida hace un año aproximadamente y que está siendo objeto de las Diligencias Previas 1534/2018 que se siguen en el Juzgado de instrucción nº1 de Sevilla a instancias de la Fiscalía de Medio Ambiente, por detracción ilegal continuada de aguas subterráneas.

Otro aspecto a tener en cuenta son los incumplimientos relativos a la altura y configuración de las escombreras (en concreto la escombrera norte que nos ocupa), establecida en la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) (Resolución de 9 de mayo de 2002), en los sucesivos Planes de Restauración y en las modificaciones aprobadas de esa DIA.

La escombrera norte contiene a su vez dos instalaciones, la IET (Instalación de Estériles de Tratamiento) y la IEM (Instalación de Estériles de Mina), ambas contienen residuos tóxicos y peligrosos, mezclados con margas azules del Guadalquivir, material que forma a su vez los primeras capas de la corta minera, hasta llegar a las areniscas del acuífero.

La situación actual tras el derrumbe, es que actualmente el terreno sigue moviéndose, las bombas que gestionan las aguas contaminadas de contacto están enterradas, la planta depuradora permanente está parada por falta de fluido eléctrico y las aguas sin depurar están siendo vertidas al arroyo Garnacha.

Ecologistas pide se investigue las causas del derrumbre del talud norte de la corta minera, y se realicen comprobaciones para verificar si se esta cumpliendo con la condición establecida en la Declaración de Impacto Ambiental para evitar la contaminación del acuífero, asegurando así que se evita la contaminación de las aguas subterráneas y garantizando un ambiente laboral seguro en la mina».