El pasado miércoles 13 de febrero se dispararon las concentraciones en el aire de partículas finas (PM2,5), rebasando la recomendación establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en las estaciones de Arco de Ladrillo y La Rubia, las más influenciadas por el tráfico urbano, lo que obligaba a activar la Situación 2 de Aviso del Plan de Acción por contaminación del aire urbano en situaciones de alerta aprobado por el Ayuntamiento.

No obstante, hasta el viernes 15 no se activó la Situación 1 Preventiva de dicho Plan, que sólo obliga a medidas informativas, a las que el ayuntamiento añadió desde ese día algunas medidas de restricción en calles y vías como la limitación de la velocidad de circulación de los vehículos en el centro a 30 kilómetros por hora o la gratuidad de los aparcamientos disuasorios, previstas para la Situación 2 de Aviso que en teoría no se había declarado aún. Medidas que resultaban insuficientes para rebajar la contaminación y mitigar el episodio.

De esta manera, en las cuatro estaciones de control de la contaminación que miden este tipo de partículas ya el jueves 14 se superaron los 25 microgramos por metro cúbico que establece el Plan de Acción municipal para activar la Situación 2 de Aviso, y el viernes 15 ya se acumulaban tres días consecutivos por encima de esta recomendación de la OMS en las estaciones de Arco de Ladrillo y la Rubia, lo que obligaba a declarar la Situación 3 de Alerta, la más grave de las previstas en el Plan de acción municipal.

La activación de la Situación de Alerta debió provocar el sábado, además de la difusión de información a la población, el cierre al tráfico del casco histórico, la limitación de la velocidad en las vías de acceso a la ciudad y el refuerzo del transporte público y el sistema municipal de préstamo de bicicletas (Vallabici), incluyendo la gratuidad del billete de autobús urbano en hora punta (de 7 a 9 de la mañana y de 4 a 6 de la tarde), entre otras medidas.

No obstante, como viene sucediendo en los últimos episodios de contaminación, cediendo a las presiones de los comerciantes el Ayuntamiento de Valladolid no activó ninguna de las medidas de promoción del transporte público, y la restricción total del tráfico en el centro se demoró al domingo, sin que ni siquiera ese día se respetara ante la falta de controles de acceso por parte de la policía municipal, de forma que muchos coches entraban libremente al casco histórico, según diferentes denuncias ciudadanas recibidas en Ecologistas en Acción.

El resultado es que la población de Valladolid ha estado expuesta durante cuatro días consecutivos a niveles de partículas muy lesivos para la salud pública, sin que de manera incomprensible las autoridades municipales hayan aplicado su propia norma de protección.

Por ello, Ecologistas en Acción pide al Ayuntamiento de Valladolid más seriedad en la aplicación del Plan de acción por contaminación del aire urbano, asegurándose de que se activan a tiempo las situaciones de aviso y en su caso de alerta en la próxima ocasión en que sea necesario, probablemente este mismo fin de semana, a tenor de la previsión meteorológica.

La contaminación atmosférica por partículas finas ocasionó 28.000 fallecimientos prematuros en España en 2015, según el último informe sobre la calidad del aire publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente
(AEMA).