La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) acaba de abrir el período de consulta pública de los documentos iniciales del Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Júcar, correspondiente al ciclo de planificación 2021-2027. Entre otros colectivos ecologistas la CHJ ha invitado a participar a la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de La Manchuela (ACEM), Ecologistas en Acción de Albacete y Sociedad Albacetense de Ornitología (SAO). El martes 26 de febrero tocó reunión de presentación en la ciudad de Albacete.

Desde ACEM, Ecologistas en Acción de Albacete y la Sociedad Albacetense de Ornitología no vamos a revisar ni a enmendar dichos documentos. Ya lo hemos hecho en anteriores procesos de planificación, y la CHJ nunca se dignó a considerar ni una sola de nuestras aportaciones, por más fundadas legal, social y ambientalmente que estuvieran.

Ya no nos extraña este rodillo de la administración pública hidráulica, al servicio de los principales grupos de interés que en el agua no ven vida, sino beneficios monetarios. No vamos a ser parte de este proceso que pretende dar apariencia de participación ciudadana, y que solamente busca cubrir el expediente de la consulta pública que exige la Unión Europea en el proceso de planificación.

La verdadera planificación del agua, la que mata, es el reguero sin fin, implacable, de expedientes de nuevas concesiones de agua que día tras día se publican en boletines oficiales. No era suficiente con el regadío intensivo del agronegocio de la Política Agraria Común, que en la cuenca media y baja del Júcar y el Cabriel ya había secado multitud de espacios del agua.

El nuevo “progreso” está en transformar los tradicionales cultivos de secano en regadío (viña, almendro, olivo, pistacho), aumentando la presión sobre nuestros más frágiles ecosistemas. El nuevo progreso también consiste en instalar granjas industriales intensivas de porcino, que contaminan las escasas masas de agua que aún se encontraban en buen estado ecológico. La administración pública del agua y las administraciones agrarias y ganaderas de las comunidades autónomas, con independencia del color político del gobierno, incentivan todas a una este delirio. Seguir otorgando dotaciones cada vez mayores de agua, haciendo oídos sordos al cambio climático que viene de la mano de la reducción de recursos de agua, es una absoluta irresponsabilidad. Por otro lado, aspectos vitales como la soberanía alimentaria, nunca ha sido considerada en esta supuesta planificación.

Año tras año se sobreexplotan los otrora abundantes recursos superficiales y subterráneos de las cuencas mediterráneas. Además, se contaminan gravemente por fitosanitarios y fertilizantes agrícolas, así como por los residuos de una ganadería intensiva desbocada.

Así se planifica la destrucción de la vida a conciencia, ¡¡no cuenten con nosotras para tan vil tarea!!