El Airbus A400-M, el mayor avión militar de carga propulsado por turbohélices del mundo terminará pagado con las arcas públicas de los ciudadanos de Europa restando de partidas que si son una apuesta por la estabilidad y la Paz.

Un avión malo para la economía.

Según las Federaciones de Asociaciones Pacifistas y Ecologistas, Casa de la Paz y Ecologistas en Acción, España comprará 27 aviones por valor de 3500 millones de Euros, lo que equivale al presupuesto de la Junta de Andalucía 2008 en Agricultura, Empleo, Igualdad y Bienestar Social, Cultura y Medio Ambiente.

No solo compramos sino que ponemos 300 millones de Euros entre subvenciones de la Junta de Andalucía y la Unión Europea para el complejo donde se está llevando a cabo el montaje en el Parque Empresarial Aeropolis.

Nos tratan de convencer con afirmaciones gratuitas sobre los beneficios económicos, pero el gran negocio es para EADS ¿qué beneficio entonces reporta para la creación de puestos de trabajo si lo estamos pagando de nuestros bolsillos?. Si se invirtiera esas cantidades en energías renovables o en la reconversión ecológica de la agricultura y la industria o simplemente apoyo a los grandes olvidados/as los autónomos/as, estaríamos creando muchísimos más puestos de trabajo.

Si analizamos con rigor las cuentas económicas, sociales y ambientales, fácilmente se llega a la conclusión de que se trata de una inversión ruinosa y de que existen formas mucho más razonable de activar la economía y crear empleos.

Un avión malo para el Medio Ambiente.

Al ser el mayor avión militar del mundo también lo es en ruido, principal causa de molestias para miles de personas que viven en la proximidad de los aeropuertos o bajo las rutas de vuelo. Con la consecuencias de salud resultante como: molestias, incremento de comportamientos agresivos, perturbaciones en la comunicación, en el sueño, en el descanso, en el desarrollo de los niños/as, hipertensión, e influencias en enfermedades cardiovasculares, trastornos nerviosos…

Un avión pesado capaz de levantar 37 toneladas en el aire a costa de grandes consumo de queroseno (el combustible de los aviones), es otro de los importantes impactos derivados de su capacidad, provocando emisiones de gases nocivos para la salud como los óxidos de nitrógeno (precursores del ozono troposférico), monóxido de carbono, partículas en suspensión o benceno, un potente carcinógeno. Conjunto con el resto de la aviación aumentará los límites dando episodios de superación de niveles peligrosos en épocas del año en las que aumenta el tráfico aéreo y hay condiciones meteorológicas propicias como suelen darse en la provincia de Sevilla.

Un avión malo para la Paz.

Estamos viendo como se nos está vendiendo que el Airbus A400-M es una herramienta para la máxima eficacia en el traslado de tropas en misiones solidarias de ayuda humanitaria y de reacción ante catástrofes naturales tal y como resalto el Rey Don Juan Carlos y el Presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chavez en el acto de presentación.

Realmente es para todo lo contrario, el A400M está perfectamente preparado para una intervención rápida a larga distancia y es un instrumento muy útil para la guerra preventiva y la dominación militar global.

Europa quiere participar activamente en la dominación mundial. Para ello hace propio el concepto de guerra preventiva, es decir, la justificación del ataque militar en cualquier situación y lugar del mundo donde occidente considere amenazados, real o ficticiamente, sus intereses estratégicos y económicos.

Ya teníamos en marcha la construcción de un cazabombardero (Eurofigther Typhoon) y un helicóptero (el Tigre), pero faltaba un carguero. El A400M ha venido a completar la lógica trilogía.

Ecologistas en Acción y Casa de la Paz consideran que la investigación, la tecnología y el trabajo tienen que servir para mejorar las condiciones de vida de la humanidad y no para el terror y la dominación de unos sobre otros, la contaminación y todo con la gran excusa de hacer negocios y crear riqueza aunque supuestamente le aporten a nuestra ciudad insólitas ventajas.