• Ecologistas en Acción ha denunciado el impacto medioambiental que el vertido del buque Grande America está provocando en aguas del golfo de Bizkaia, así como la escasa efectividad de las actuaciones realizadas hasta el momento para contenerlo y mitigarlo.
  • La costa cantábrica está en grave riesgo por contaminación, situación que podría afectar tanto a los propios ecosistemas marítimos  y litorales, como a las actividades económicas que sustentan las comunidades locales: la pesca, la recolección de algas, el marisqueo, el turismo y las actividades de recreo.

El vertido del buque italiano Grande America actualmente se encuentra diseminado por varios puntos al norte del litoral cantábrico. Está situado a un centenar de millas de tierra, con una ocupación de unos 50 kilómetros cuadrados según las últimas informaciones. Ecologistas en Acción ha exigido a las autoridades que, dadas las características, dimensiones y proximidad de este vertido, se tome la iniciativa para considerarlo con el grado máximo de gravedad y condición más elevada de peligrosidad.

Para la organización ecologista está justificada la activación del Plan de Respuesta en su fase de ‘Emergencia’, ‘Situación 2’, puesto que pueden verse afectadas varias comunidades autónomas y zonas especialmente vulnerables, lo que implicaría la activación del Plan Marítimo Nacional de respuesta ante la contaminación del medio marino. Igualmente se deberían activar los planes locales y territoriales, y por consiguiente, el Plan Estatal de Protección de la Ribera del Mar.

El carguero Grande America transportaba en el momento del accidente más de 2.000 toneladas de fuel para su propulsión, unos 2.100 vehículos y cientos de toneladas de ácido clorhídrico, aceites, resinas, fungicidas, e infinidad de sustancias tóxicas y peligrosas de diversa naturaleza.

Buena parte de este cargamento ha sido vertido con el incendio del buque y otra parte se encuentra a más de 4.000 metros de profundad, expuesto a la emisión continuada de sustancias tóxicas sobre el medio acuático, como ya ha ocurrido en naufragios similares producidos en épocas recientes.

Las consecuencias de estos vertidos son de difícil cuantificación, pero de una repercusión significativa sobre los ecosistemas marinos y litorales, más allá de las catastróficas consecuencias previsibles sobre la avifauna marina.

Por este motivo, Ecologistas en Acción ha solicitado que se inicie la apertura de expedientes de investigación y sanción que permitan, por un lado, iniciar los trámites para mitigar los impactos provocados por el vertido y, por otro lado, depurar las responsabilidades que se derivan de este este suceso, tanto desde el punto de vista ambiental como económico.
Para Eneko Aierbe, coordinador del área Medio Marino de Ecologistas en Acción, «es imprescindible restituir los valores ambientales y estabilidad económica de los sectores ligados al medio marino, a su estado anterior».

Asimismo, la organización ecologista ha solicitado que se derive toda responsabilidad a la empresa armadora, o a la entidad aseguradora que la respalda, para que estas asuman todo el coste económico ocasionado por las labores de vigilancia, contención, prevención y actuación derivados del incidente. «Más aún si tenemos en cuenta que se ha publicado información según la cual el buque habría presentado varias carencias e infracciones en materia de extinción de incendios en las últimas inspecciones que se le habían realizado», ha recalcado Aierbe.

Ecologistas en Acción también ha exigido que se informe a la ciudadanía de forma veraz y completa y que se facilite el acceso a la información relacionada con este suceso a todas las personas interesadas, de la forma más ágil posible. Una información que permita acceder a los datos referentes a la evolución del vertido, cartografía de zonas vulnerables, así como otras cuestiones que se consideren relevantes.

Ecologistas en Acción lleva décadas denunciando el modelo de producción y consumo que sustenta las economías actuales, puesto que más allá de ser un modelo profundamente injusto, toma riesgos inasumibles de cuyas consecuencias muchas veces no se hace cargo. Estos riesgos se traducen en situaciones como la actual, con un impacto notable sobre los ecosistemas y la economía local.

Eneko Aierbe: «Es muy probable que la marea negra llegue a la costa ya sea la costa cantábrica o la francesa. En cualquier caso volverán a repetirse las imágenes que todas las personas tenemos guardadas en la retina con vertidos que tiñen de negro la costa y sus habitantes. Debemos actuar para poder impedirlo».