La mayor laguna de la península con más de 7.000 hectáreas se ha reducido durante años debido a los antiguos planes de desecación. Ahora se abre la vía para recuperar este paraíso ambiental.

Lola Yllescas y Juan Clavero. Ecologistas en Acción de Cádiz. Revista Ecologista nº 99.

Al suroeste de la provincia de Cádiz se encuentra la comarca de La Janda, que debe su nombre a la desaparecida laguna del mismo nombre, mucho más grande que la actual. Esta comarca contenía el mayor sistema lagunar de la península ibérica, de unas 7.000 hectáreas, formado por los humedales conocidos como Rehuelga, Espartinas, Jandilla, El Torero, Tapatana, Tapatanilla, Alcalá, La Haba y, sobre todo, La Janda. Se nutrían por los aportes de los ríos Celemín, Almodóvar y Barbate, y llegó a suponer una lámina de agua de 12 kilómetros de largo por 7 de ancho.

La desecación y concesión a particulares

En la actualidad, estos humedales han desaparecido. Los proyectos de desecación se iniciaron a finales del S. XIX, pero no se consumaron hasta los años 60 del siglo pasado. La desecación se realiza bajo las determinaciones de la Ley de desecación de lagunas, marismas y terrenos pantanosos, de 1918, conocida como Ley Cambó, que ha estado vigente hasta 1985. Esta ley decía en su artículo 1: “El Estado podrá conceder y auxiliar… la desecación de lagunas… siempre que la superficie sea superior a 100 hectáreas”.

La ley otorgaba la concesión de los terrenos desecados por 99 años, y autorizaba al concesionario a “inscribirlos en el Registro de la Propiedad a su nombre, aunque sujetos a esa condición, tan pronto acredite han sido desecados”. Después de la paralización que supuso la Guerra Civil, en el año 1946, el Estado otorgó por decreto una concesión para desecar la laguna de La Janda a la empresa Colonias Agrícolas.

Grullas. Foto: Asociación Amigos de La Janda.

El Decreto reconoce la titularidad pública de las lagunas y marismas afectadas, y en consecuencia se requirió su deslinde y amojonamiento. El deslinde fue conflictivo y tardó en realizarse, y Colonias Agrícolas perdió la concesión. En 1954 se dicta nueva concesión de desecación a otra empresa similar llamada Lagunas de Barbate. Se desarrollan nuevas obras de desecación, pero hasta 1957 el Consejo de Ministros no aprueba las citadas obras, el parcelario y el deslinde del dominio público hidráulico.

Así las cosas, existía el convencimiento de que las empresas que explotaban los terrenos desecados tenían una concesión legal y los ecologistas estábamos resignados a esperar a que se cumpliesen esos 99 años de concesión para recuperar este gran humedal.

La historia de la concesión y la desecación.

El estudio jurídico La titularidad pública de los humedales. El caso de la laguna de la Janda,del profesor de Derecho Administrativo Pedro Brufao ha venido a clarificar definitivamente que los humedales de La Janda son de titularidad pública y que actualmente se encuentran ocupados y privatizados sin que existan títulos concesionales vigentes para ello.

La gran novedad que nos aporta el profesor Brufao es el contenido y las consecuencias del Decreto 2592/1964 que regulaba las obras de desecación y contención de avenidas de las cuencas del río Barbate y de sus afluentes. Con este decreto el Estado rescata lo ya deslindado como dominio público para emprender directamente las obras de desecación.

Posteriormente, mediante sentencia firme de Tribunal Supremo (TS) de 23 de noviembre de 1967, se reconoció el rescate concesional, el deslinde practicado y el carácter de propiedad pública de la Laguna de La Janda y las otras lagunas adyacentes. Con todo esto, los terrenos de estas antiguas lagunas siguen en manos privadas, a pesar del carácter inalienable, inembargable e imprescriptible de los bienes demaniales. Incomprensiblemente, las distintas administraciones públicas competentes –el Gobierno de España y la Junta de Andalucía– han permitido esta apropiación privada de terrenos públicos desde el año 1964, autorizando incluso el riego de los mismos y la percepción de subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) a un reducido número de personas y empresas que no tienen concesión de ningún tipo para cultivar estos terrenos de dominio público.

Gran valor ecológico

Este sistema lagunar tenía un enorme valor ecológico, histórico y paisajístico, constituyendo una de las zonas de mayor importancia ecológica de Europa para las aves. Su extraordinaria biodiversidad se debía a su estratégica ubicación, próxima al continente africano, y paso obligado para los millones de aves que migran por el Estrecho de Gibraltar. En las pinturas rupestres de la cercana Cueva del Tajo de las Figuras en Benalup-Casas Viejas (Cádiz) , que datan del Neolítico y Calcolítico, aparecen representadas grullas, flamencos, avutardas, calamones, cisnes, gansos, ibis eremitas, además de ciervos, cabras montesas, lobos y figuras humanas.

Marcha para la recuperación de la Laguna de La Janda, 2 de febrero de 2019. Foto Ecologistas en Acción.

Aún hoy, los canales de drenaje y los retazos de humedales que se conservan albergan una interesante avifauna, destacando unas 2.000 grullas invernantes.

La Janda fue la última zona del sur de Europa en la que criaron estas bellas aves. Además de los grandes bandos de cigüeñas blancas y negras, de rapaces migrantes, anátidas, garzas…, desde hace poco se pueden observar águilas imperiales que crían en fincas limítrofes. Esta zona está incluida en las Áreas de Importancia para las Aves (IBA nº 257). Pese a su gran importancia ecológica y a su reconocimiento internacional, esta zona no tiene ninguna protección legal y está usurpada, disminuida y maltratada por la agricultura intensiva

La batalla por la recuperación

Diversas ONG, entre las que hay que reconocer el trabajo de la Asociación de Amigos de la laguna de La Janda, nos hemos dirigido a las distintas administraciones requiriéndole que actúen ante la evidencia jurídica. La Junta de Andalucía se ha negado a adoptar actuación alguna para iniciar la recuperación de unos terrenos de dominio públicos cuya gestión tiene transferida, lo que además de una negligencia sin precedentes, podría ser constitutivo de sendos delitos de prevaricación por omisión y de malversación de bienes públicos.

Sin embargo, el Gobierno Central, mediante la Subdirección General de Patrimonio del Estado, ha notificado a Ecologistas en Acción la apertura del expediente de investigación y recuperación de oficio del dominio público estatal de la Laguna de La Janda, lo que es una gran noticia que puede suponer el principio de la recuperación del pleno dominio de los humedales de La Janda.

Aves en la laguna de La Janda. Foto Asociación de Amigos de La Janda.

Además de las acciones jurídicas, se han iniciado movilizaciones para demandar la recuperación y regeneración de estas lagunas. El pasado 2 de febrero, coincidiendo con el Día Mundial de los Humedales, una marcha multitudinaria recorrió el vaso de la laguna desecada. Con esta marcha se intentó trasladar a la opinión pública el escándalo que supone que unos particulares se hayan apropiado de unas 7.000 hectáreas de terrenos que tienen el carácter de dominio público, y que cuentan con deslindes cuya validez ha sido ratificada de modo firme por el Tribunal Supremo.

Tras el éxito de esta convocatoria, las administraciones públicas deben tomar nota de la demanda ciudadana de recuperar y regenerar este complejo lagunar, e impedir la apropiación de este dominio público por un reducido grupo de personas y empresas privadas.

Mapa de la laguna de La Janda

La batalla por La Janda se acaba de iniciar, sabemos que será una larga batalla, en los despachos, juzgados, medios de comunicación, redes sociales y en la calle, de años, pero no la vamos a abandonar. No será una nueva batalla de ocho días como la del siglo VIII por la que los árabes iniciaron la conquista ibérica, pero la ganaremos.