Destacados miembros de la comunidad científica de Canarias, relacionados con el estudio del medio natural, han suscrito un informe que aboga por instar al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Terrestre y Marino a la urgente catalogación de los sebadales de Canarias como «hábitat en peligro de desaparición», según lo establecido en la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad. De esta forma, la comunidad científica se postula en contra del estudio que la Consejería de Medio Ambiente del Ejecutivo regional pretende realizar para analizar, a propuesta de la Autoridad Portuaria, la descatalogación de los sebadales ubicados junto al futuro puerto de Granadilla como especie «sensible a la alteración del hábitat» (segundo en el nivel de protección) y pasarlos a especie de «interés especial» (cuarto en el nivel de protección).

Esta petición es apoyada por la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción, que no entiende como este Gobierno puede proponer una medida de «desprotección» de los sebadales.

Los convocantes de la rueda de prensa que se celebró ayer, Wolfredo Wildpret, catedrático emérito de la Universidad de La Laguna (ULL), Alberto Brito, catedrático de la ULL, Jorge Núñez, profesor de Biología animal de la ULL, y José María Fernández-Palacios, doctor y profesor titular de Ecología de la ULL, destacaron la importancia de estos hábitats y mostraron su preocupación por la «destrucción sistemática» que se está produciendo en los Espacios Naturales de Canarias.

En este sentido, indicaron que la propuesta del Gobierno de Canarias para rebajar la protección de los sebadales supone «condenarlos a la desaparición», ya que su situación es de «clara regresión general». Para la comunidad científica (el manifiesto ha sido firmado por casi 60 biólogos) los sebadales cumplen una función muy importante para la regulación del flujo de arena que llega a la costa y especificaron que la situación actual de sebadales como el de San Andrés o Las Galletas no llama al optimismo.

En cuanto a la propuesta de la Consejería de Medio Ambiente, el catedrático Alberto Brito mostró el desencanto de la comunidad científica adscrita a la ULL, ya que afirmó que «estamos acostumbrados a que el Gobierno de Canarias no nos escuche. Les aconsejamos que no era el mejor emplazamiento para un puerto o que la transplantación de sebadales no iba a funcionar, pero a los técnicos de la ULL se nos ignora». En parecido términos se expresó el catedrático emérito, Wolfredo Wildpret, que dijo que «a espaldas de la realidad se toman una serie de medidas sorprendentes por ignorar las opiniones técnicas, algo que me produce, fundamentalmente, tristeza».

Por otro lado, en relación al informe del Centro de Investigaciones Medioambientales del Atlántico (CIMA) que concluyó que el número de sebadales que podrían ser descatalogados en esta área era inferior al 2 por ciento de la superficie total de la especie en el Archipiélago, el profesor Alberto Brito especificó que ese porcentaje resulta «extraordinariamente importante» y, a la vez que puso en duda el estudio al estar elaborado por una empresa privada, desveló que ese mismo informe habla de la importancia de ese sebadal y que los datos contenidos pueden ser interpretables.