Ecologistas en Acción de Jerez, a fin de facilitar una lectura transversal de los problemas detectados del Río Guadalete, a modo de un primer balance o de
conclusiones parciales del estudio, se ha optado por realizar una valoración global de los aspectos más
relevantes observados. Se complementa así la descripción localizada de los distintos impactos que han sido
de los que se da cuenta en las fichas de análisis de cada uno de los tramos.

Para su exposición, esta valoración se ha estructurado atendiendo a los distintos ámbitos de estudio
tratando de ofrecer una síntesis de los aspectos más destacados observados en el trabajo de campo, de
aquellas cuestiones que es preciso denunciar y de las diferentes propuestas de actuación que, en su caso,
se formulan.

El informe-síntesis de esta valoración general se estructura en los siguientes apartados:

1.- Ocupación de márgenes, riberas y cauce.

2.- Estado de la vegetación en la ribera y márgenes.

3.- La fauna asociada al río.

4.- Vertidos en el cauce, ribera y márgenes.

5.- Extracción de aguas.

6.- Impactos de las graveras y canteras.

7.- Las obras públicas en el Guadalete.

8.- Los valores naturales y paisajísticos del río.

9.- Valores culturales ligados al río.

10.- “Puntos negros”.

A modo de conclusiones:

La filosofía de este trabajo, además de determinar los “males” del río Guadalete, ha pretendido ser un
ejercicio de participación social. En la elaboración del diagnóstico ha participado un equipo de personas y
entendemos que, a la hora de plantear propuestas de solución a los problemas que padece el río, también
debemos contar la participación de la sociedad.

Hay que insistir de nuevo que este trabajo es un diagnóstico de campo de la situación del río, y, como tal,
no aborda aspectos como el estado de calidad de las aguas, o el estado de conservación del ecosistema
fluvial, aunque se apunten algunos datos al respecto. Conviene recordar que en la zona existen dos
estaciones de medición de la calidad de las aguas, en La Cartuja y El Portal, y según los datos históricos,
este tramo es uno de los más contaminados de toda la cuenca.

Las observaciones realizadas permiten apuntar, además de una serie de problemas, el desgobierno actual
que parece soportar el río Guadalete, la más que cuestionable gestión hidrológica de este espacio, y la
dejadez administrativa respecto al río. Las ocupaciones, los vertidos, las talas en las riberas, las graveras
abandonadas,…son otros tanto asuntos que ponen en tela de juicio las labores de vigilancia e inspección
fluvial, la disciplina y el régimen sancionador. Así mismo, la forma en la que se han venido ejecutando las
diversas obras de infraestructuras en el río (azud de El Portal, los viaductos del ferrocarril, los puentes de la
autopista y autovía, etc.) evidencian que tampoco existe un riguroso control y seguimiento ambiental de los
impactos que ocasionan las mismas sobre el río, ni de las actividades que se desarrollan en sus
proximidades, pues se ha observado que el Guadalete sigue siendo el patio trasero de vaquerías, ventas,
invernaderos o graveras.

No obstante, a pesar de la gran cantidad de problemas que afectan al río, también existen múltiples valores
naturales, culturales y paisajísticos ligados al mismo que se alzan como oportunidades para corregir el
olvido histórico del Guadalete y promover su recuperación.
Por otro lado, la situación del río muestra la escasa eficacia del Plan Hidrológico del Guadalete y el Plan de
Saneamiento del Guadalete. El primero sólo se ha centrado, a grandes rasgos, en garantizar el
abastecimiento a las zonas regables, despreocupándose de una auténtica gestión del agua, de las riberas,
del adecuado control de los caudales ecológicos…., mientras que el segundo, a excepción de resultados
parciales en relación a la recuperación de la calidad de las aguas, se ha olvidado de los deslindes del
dominio público hidráulico, la restauración de las riberas y el uso público. Estos hechos vienen a reforzar la
idea de que el abandono histórico del río, más que un sentimiento ciudadano, es una realidad.

Diagnóstico de impactos ambientales en el río Guadalete. Término municipal de Jerez de la Frontera.
El olvido institucional también comprende la participación social. La Oficina del Plan de Seguimiento del
Guadalete desapareció sin más, y la mesa de seguimiento y coordinación de dicho Plan de Recuperación
celebró su última reunión en julio de 2003. Desde entonces, todas las iniciativas públicas respecto al río han
sido un brindis al sol.

A pesar de todo ello, la recuperación sigue siendo un buen recurso que han incluido los programas
ambientales de todos los partidos políticos y un reclamo para captar votos en las convocatorias electorales.
Así lo utilizan las distintas administraciones con competencias en materia de aguas y el Ayuntamiento de
Jerez ha señalado la recuperación del río como referente para el gran proyecto “estrella” de esta legislatura
que incluso ha sido presentado en la Expo del Agua de Zaragoza en julio de 2008, sin que se conozcan
detalles del mismo.

En la actualidad el Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadalete (integrado en la Demarcación Atlántico
Andaluza) se halla en revisión, por lo que surge una gran oportunidad para enmendar los problemas
históricos del río. Sin embargo, viendo la escasa voluntad política de participación y en dotar de contenidos
al Plan, y el tiempo que queda para que este entre en ejecución (no antes de 2012), hay motivos para ser
escépticos respecto al futuro del río.

Finalmente, con este diagnóstico participativo hemos pretendido informar del estado del río a todas las
partes implicadas: ciudadanía, administraciones, gestores públicos, partidos políticos, agentes sociales y
económicos, etc. No se trata por tanto de ofrecer un diagnóstico cerrado ni acabado, por lo que puede y
debe ser completado con nuevas informaciones, datos y contribuciones desde los diferentes sectores
implicados.

El siguiente paso será pedir a todos los interesados que pongamos en práctica un ejercicio colectivo de
participación activa y democracia deliberativa para hacer propuestas concretas que contribuyan a hacer
frente, de manera efectiva, a los múltiples problemas que padece el río Guadalete.