La Carrasca-Ecologistas en Acción ha presentado reclamaciones contra el pliego de cláusulas para la concesión administrativa a McDonalds del uso privativo de una parte de una nueva zona verde.

Las bases del pliego que ha elaborado el Ayuntamiento de Alcoi permiten que la empresa concesionaria tenga el uso privado de más de un 27% de la superficie de esta nueva zona verde, situada en la salida de Alcoi hacia Cocentaina. Además, reserva al restaurante que consiga la concesión (a la cual, como era previsible, sólo se ha presentado McDonalds) justamente la parte que reúna las mejores características para los usuarios de la zona verde: mejor accesibilidad, menor desnivel y mayor proporción de superficie transitable.

En diciembre del año 2005, el gobierno de PP inició los trámites para modificar la Ordenanza municipal de zonas verdes, con el objetivo declarado de promover la instalación de un restaurante dela cadena McDonalds en Alcoi. Después de que el Ayuntamiento rechazara las alegaciones presentadas por la Asociación de Vecinos de la Zona Norte y por La Carrasca, la Dirección Territorial de Urbanismo —coincidiendo con el criterio del grupo ecologista- obligó al Ayuntamiento a excluir de la modificación cualquier referencia a la utilización de la zona verde para el estacionamiento de vehículos, que es lo que pretendía el gobierno municipal. Es para cumplir esta exigencia que se tuvo que corregir la redacción de la Ordenanza y se estableció que los aparcamientos deberían situarse bajo rasante. A pesar de esto, el pliego para la concesión expuesto recientemente no garantiza en absoluto que la superficie sobre el aparcamiento mantenga su uso como zona verde pública.

Es aún más grave la pretensión de ceder al restaurante –además de la superficie de la edificación (4,5%) y la del aparcamiento (10%)— el uso privativo de 1.246,40 m2 de espacio libre (un 13,42% más de zona verde). Esta aberración, que el Ayuntamiento de Alcoi se ha sacado de la manga, es una violación flagrante de la normativa urbanística, que establece que las zonas verdes sólo pueden destinarse a usos generales y normales que no excluyan ni limiten su utilización pública y conforme a su destinación (con la excepción máxima admisible de un 5% dela superficie para pequeñas instalaciones de hostelería y quioscos).

El grupo ecologista recuerda en las reclamaciones presentadas que informar o votar a favor de la concesión de licencias contrarias a las normas urbanísticas es un delito contra la ordenación del territorio tipificado y castigado en el artículo 320 del Código Penal.

El grupo ecologista no quiere que se repita la historia del caso del jardín de la Rosaleda, en el cual el gobierno municipal del PP rechazó todas las alegaciones y reclamaciones que se presentaron, y adjudicó y aprobó un proyecto que, en palabras de Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, es «un claro ejemplo de contravención del ordenamiento […] más allá de todo lo razonable y admisible en una zona verde».

Por otro lado, al margen de las cuestiones legales y urbanísticas, La Carrasca-Ecologistas en Acción considera deplorable que un organismo público se dedique a hacer trajes a medida para una multinacional como McDonalds, a costa de las zonas verdes públicas y sin tener en cuenta el modelo poco saludable de alimentación que promueve esta cadena, y haciendo caso omiso al grave impacto ambiental y social de su actividad alrededor del mundo. Esta actitud supone también un agravio comparativo con el resto de establecimientos comerciales y de hostelería locales, que tienen que solucionar sus problemas de ubicación sin ningún trato preferente.