El Grupo Ecologista La Carrasca-Ecologistas en Acción denuncia una tala salvaje de carrascas que ha tenido lugar en las proximidades de los mansos de Capaimona (Tollos), en un carrascal que se encuentra a medio camino entre los términos de Tollos (el Comtat) y del Valle de Alcalà (la Marina Alta).

Según el grupo ecologista, esta agresión afecta a una superficie de unas dos hectáreas, donde se han cortado muchas decenas de carrascas adultas y bien desarrolladas, sin otro objetivo que extraer camionadas de leña. Las consecuencias son muy graves, ya que se ha atentado contra uno de los dos o tres carrascales mejor desarrollados y más maduros de toda la comarca del Comtat. Cabe decir, además, que esta zona está incluida en el Lugar de Interés Comunitario «Valls de la Marina», que integra la Red Europea Natura 2000, y también forma parte del área de amortiguamiento de impactos del Parque Natural de la Marjal Pego-Oliva.

El área afectada por la agresión, que acota con la comarca de la Marina Alta, sufre ya una fuerte deforestación a consecuencia de los incendios que periódicamente arrasan las formaciones vegetales, las cuales sólo con muchas dificultades pueden llegar al estado adulto -como es el caso excepcional del carrascal donde se ha producido esta tala.

Parece ser que esta actuación, fuertemente impactante y abusiva, no cuenta con ningún proyecto o estudio que la pueda justificar mínimamente, sino que se trata simplemente de una extracción pura y dura de madera de carrasca, que ha provocado el desmantelamiento, desde el punto de vista formal y ecológico, de una vegetación que evolucionaba rápidamente hacia la situación de clímax o máximo desarrollo vegetal, con un aumento y mejora importantes de su biodiversidad.

La Carrasca-Ecologistas en Acción denunciará este atentado a la Conselleria de Territorio y Vivienda, exigiéndole que identifique urgentemente los autores del destrozo y que les aplique una sanción ejemplar. El grupo ecologista está convencido de que esta tala no cuenta con la autorización de la Conselleria; de ser así, considera que el caso sería aún más grave y que debería abrir una investigación y depurar las correspondientes responsabilidades en el seno de este organismo.

Esta tala también pone en evidencia la falta de agentes forestales y de medios suficientes para la vigilancia y protección efectiva de nuestras sierras, necesaria para prevenir las agresiones ambientales y detectar rápidamente las que no se hubieran podido impedir, de modo que se evitan daños que, en términos ambientales, suelen ser irreparables e irreversibles.

Por último, el colectivo ecologista denuncia las continuas declaraciones exclusivamente propagandísticas de Esteban González, consejero de Territorio y Vivienda, sobre el incremento de los efectivos dedicados a la vigilancia, denuncia y persecución de los atentados ambientales. La imagen que pretende vender el consejero contrasta fuertemente con la existencia de numerosas agresiones ambientales que quedan sin las sanciones oportunas, a menudo a causa de la falta de voluntad política.