El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972 coincidiendo con la primera cumbre mundial sobre medio ambiente: la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente. Los fines de este evento anual son el aumentar la conciencia medioambiental, y fomentar la acción global en la protección del medio ambiente.

Ecologistas en Acción de Extremadura concede los Premios Atila con el objetivo de “distinguir y denunciar a aquellas personas, entidades o proyectos que más hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente”. Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992, tienen dos categorías denominadas “Atila” y “Caballo de Atila”,

Premio Atila 2009 de Extremadura.

En su modalidad de USUREROS : Ha recaído en todos los bancos y cajas de ahorros que operan en la comunidad de Extremadura, por su responsabilidad directa en la crisis económica, social y medioambiental que padecemos y de forma especial a Caja de Extremadura, Caja Madrid y BBVA por ser las entidades avalistas de Alfonso Gallardo para su antiecológico proyecto de construcción de una refinería en Tierra de Barros.

Premio Caballo de Atila 2009:

En la modalidad de “Ignorancia manifiesta”: A los sindicatos regionales de CCOO y UGT por su apoyo incondicional a las industrias más sucias y contaminantes en Extremadura, por sus declaraciones publicas a favor de la renovación del permiso de explotación a la peligrosa central nuclear de Almaraz y a favor de la construcción de la refinería de crudos pesados en Tierra de Barros o de la construcción de varias centrales térmicas de ciclo combinado en la misma zona y que pondrán en peligro las actividades sostenibles, agrícolas, ganaderas, de turismo rural, y de balnearios y en general a la salud y al modo de vida de los ciudadanos, además de contribuir aún más al incumplimiento de los compromisos adquiridos por el estado español con el Protocolo de Kioto (Extremadura con estas industrias podría superar en más de un 300 % las emisiones de gases causantes del cambio climático con respecto a las de 1990).

El Jurado expresó su esperanza en que la concesión de estos premios llame a la reflexión a los premiados sobre el deterioro ambiental que sufre nuestro planeta.
El fallo del jurado es inapelable.