Ecologistas en Acción considera que el origen de la actual crisis económica es, en realidad, el fracaso de un modelo de crecimiento infinito en un Planeta de recursos finitos. Por ello, la organización ecologista, declaró el 2009 el año de “menos para vivir mejor con equidad”, el año del decrecimiento. La organización hace un balance de 2009 bajo esa perspectiva que arroja más sombras que luces.

Uno de los elementos claves del año ha sido la crisis económica. Ecologistas en Acción considera que lo que estamos viviendo es sobre todo una crisis ambiental y social causada por este sistema económico que necesita crecer continuamente. Ante ello, la organización ecologista plantea el decrecimiento: la idea de que, para vivir con equidad y mejor, es necesario vivir con menos.

Bajo este enfoque, Ecologistas en Acción ha centrado gran parte de sus esfuerzos este año en la lucha contra el cambio climático, entendiendo que es el principal problema socio-ambiental al que se enfrenta la humanidad. Un problema causado por el sobreuso de recursos y la saturación de sumideros, por el modelo de crecimiento.

Uno de sus ejes de actuación ha sido la denuncia de que el Gobierno no lucha realmente contra el calentamiento global, sino que lo incita, como demuestra el informe de la organización al respecto.

La lucha contra el cambio climático ha tenido el momento álgido en Copenhague, pero previamente se realizó la pre-cumbre de Barcelona, donde el trabajo de Ecologistes en Acció fue clave en la plataforma de organizaciones sociales que se articuló para presionar por un avance en las negociaciones.

El balance que hace la organización del Copenhague es de una profunda decepción. No sólo se ha producido una feroz represión del movimiento ecologista sino que, lo que es más grave, no se ha llegado a ningún acuerdo de reducción de emisiones. Sin duda, después de Copenhague, los Gobiernos y las multinacionales nos empujan un paso más hacia el abismo climático.

Pero Copenhague y Barcelona no han sido los eventos sobre cambio climático que se han producido durante el año. Por ejemplo, Ecologistas en Acción participó en el primer Tribunal Internacional de Justicia Climática, celebrado en Bolivia; ha iniciado una campaña denominada “Las ciudades y el Clima” en Gijón, pero que recorrerá todo el Estado; o a realizado acciones directas para presionar al Gobierno y sensibilizar a la ciudadanía.

El decrecimiento se aplica al consumo de materia y energía. Por ello, una año más, Ecologistas en Acción ha celebrado el día sin compras; este año con el lanzamiento de un nuevo producto: Nada.

Durante 2009 ha sido especialmente significativa la decisión de alargar la vida de la Central Nuclear de Santa María de Garoña hasta los 42 años. Una decisión que ha supuesto el incumplimiento del Programa Electoral del PSOE y que implica un grave riesgo para la población y la naturaleza. Una decisión nada decrecentista.

Y lo mismo se puede aplicar al uso del petróleo y a la construcción de nuevas refinerías, como la actualmente proyectada en Tierra de Barros (Badajoz). Por eso Ecologistas en Acción ha valorado muy negativamente las ayudas a la automoción que ha promovido el Gobierno. Frente a ello, ha estado apoyando y participando en eventos como la Criticona, el encuentro ciclista que tuvo lugar en Madrid y que congregó a miles de personas.

La principal fuente de consumo de recursos en nuestro Estado ha sido la construcción, que ha sufrido un fuerte parón durante este año debido a la crisis. Sin embargo, el Gobierno ha destinado esfuerzos y ayudas para revitalizarla como la reforma de la Ley de Costas, pasando por alto el pésimo estado de la costa española, como denuncia el informe Banderas Negras. Aunque, ese no ha sido, ni mucho menos, el único caso de medidas anti-crisis que ayudan a la recuperación del urbanismo.

Que los recursos son escasos lo demuestra el agua que, un año más, ha vuelto a ser fuente de conflictos, como lo ejemplifican los repetidos globos sonda del Gobierno sobre un nuevo transvase del Tajo a Levante y la situación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real).

Un ejemplo positivo a nivel internacional de decrecimiento de la contaminación ha sido el inicio del fin del uso del mercurio a nivel internacional. Ojalá se puedan celebrar políticas del mismo tipo para la mejora de la calidad del aire de nuestras ciudades, ya que, como demuestra el informe anual que presenta Ecologistas en Acción, el 84% de la población española respira aire contaminado. Otra aplicación sería, por ejemplo, el cierre definitivo de la mina de cobre de Las Cruces (Sevilla).

“Menos para vivir mejor” también se aplica a nuestra velocidad de desplazamiento. Por eso Ekologistak Martxan ha estado luchando durante todo el año contra el Tren de Alta Velocidad, la “Y vasca”.

El decrecimiento también incumbe a las macroestructuras económicas: la UE nunca podrá ser sostenible, como ha denunciado la organización ecologista durante la campaña organizada durante las elecciones al Parlamento Europeo.

La filosofía de la reducción también se ha intentado bajar al terreno legislativo mediante el espíritu y el articulado de la proposición de ley presentada sobre fiscalidad ambiental.

Desgraciadamente el Gobierno ha hecho oídos sordos y continúa obsesionado por el crecimiento en un planeta finito, como lo demuestra el Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible y las medidas anti-crisis. Un Gobierno que se ha merecido un sonoro suspenso ambiental por parte de las organizaciones ecologistas de ámbito estatal en el balance de su segunda legislatura.

A nivel internacional el contexto ha sido similar. Por ello, la organización ecologista ha estado movilizándose en la calle contra las falsas salidas que plantea el G-20 a la crisis, y presentando sus propuestas y análisis.

Todo ello en un año en el que han continuado las masacres de palestin@s por parte del ejército israelí y la solidaridad con el Sahara Occidental ha saltado a un primer plano. El decrecimiento es el camino hacia la sostenibilidad y la paz.

Sin embargo no todo debe decrecer. Por ejemplo la biodiversidad y los servicios que proporciona deben ir en aumento. En este año se ha cumplido del décimo aniversario de la Estrategia Española de Biodiversidad, la cual nunca ha llegado a aplicarse. El resultado: la pérdida continuada de biodiversidad en nuestro Estado y en la UE. Probablemente varios de los ejemplos más paradigmáticos estén en el mar, como el del atún rojo o los tiburones, cuya extinción llegará si siguen adelante las políticas en curso. Ante ello, Ecologistas en Acción presentó un catálogo con 62 medidas, no milagrosas, para detener la pérdida de biodiversidad. La primera de ellas es huir del crecimiento económico continuado.

Las comunidades autónomas no están exentas de responsabilidad en estos asuntos. El caso más grave durante 2009 ha sido el del Gobierno canario, que pretende descatalogar como protegidas especies para la construcción del macro-puerto de Granadilla (Tenerife). Ben Magec – Ecologistas en Acción ha estado en primera fila de las movilizaciones contra el puerto y de la lucha judicial para impedirlo, que ha tendido importantes éxitos durante 2009.

Otro de los aspectos que debe crecer es la agricultura ecológica. Por ello la organización ha puesto en marcha grupos de consumo agroecológico y un proyecto de fomento de la agricultura ecológica; a la vez que lucha contra las transgénicos, por ejemplo mediante la movilización estatal de Zaragoza.

Todo ello con situaciones de acoso policial y judicial en muchos casos, como lo demuestra la condena en costas de 30.000 euros a Ecologistes en Acció por denunciar la contaminación del río Segura, mientras se absolvía a los acusados; o la multa recibida en Cartagena durante una acción de denuncia de los daños del puerto de El Gorguel (Murcia).