Los Cañones del río Eliche son un espacio situado entre los municipios de Jaén y Los Villares. Se trata de un encajamiento del río que durante más de dos kilómetros ha generado un gran cañón sobre materiales a base de sustratos de calizas, margas y margocalizas. Este fantástico espacio de abruptas paredes de más de doscientos metros de altura en algunos casos, fuertes pendientes por encima del 70% en casi todo su recorrido y un difícil acceso, alberga una rica variedad tanto vegetal como animal.

Ecologistas en Acción de Jaén. El Ecologista nº62

Este espacio de alo valor ecológico y paisajístico esta catalogado dentro del Plan Especial de Protección del Medio Físico y Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de la provincia de Jaén (BOJA nº 67) con la categoría de Parajes Naturales Excepcionales (PE-6). También se encuentra catalogado como Área Importante para las Aves (IBA) 227 “Sierras al Sur de Jaén”, de 200.000 ha.

En esta zona, se encuentran diferentes biotopos donde habita gran cantidad de avifauna rupícola, entre la que destacamos varias especies vulnerables a la extinción –según el Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía– o en peligro –según el Atlas de Aves Reproductoras de España–. Entre otras destacamos al águila-azor perdicera, halcón peregrino y martín pescador. Además en la zona también existen otras muchas especies animales como la nutria, o diferentes especies de reptiles, anfibios y peces. Esta riqueza faunística viene propiciada por lo abrupto e inaccesible del lugar, sumado a la singularidad del ecosistema fluvial y a las características climáticas del entorno.

En cuanto a flora, esta zona es destacable por ser una zona húmeda rodeada de grandes paredes rocosas que la hacen casi única en todo el entorno.

En el interior del cañón se localizan, además, cinco conjuntos arqueológicos con pinturas rupestres datables entre el Neolítico y época ibera, catalogados todos ellos en el inventario del patrimonio arqueológico de Andalucía.

En el cañón también encontramos el manantial de Mingo que brota en este espacio y no hace muchos años alimentaba una piscifactoría truchera enclavada en el lugar. Este manantial abastece a la población de Jaén entre otras a través del sistema de abastecimiento Quiebrajano-Víboras y forma parte de un acuífero mucho más extenso denominado Grajales-Pandera.

Los Cañones de río Frío, como también se conocen, han sido propuestos como Monumento Natural desde distintos ámbitos y movimientos sociales de Jaén, pues cumple con todos los requisitos administrativos para que así lo sea y goza además del cariño nostálgico de multitud de jienenses, ya que en su día albergó un área de recreo y baño.

Un futuro incierto

Sobre esta zona se pretende construir, en lo más abrupto del cañón y a unos doscientos metros aguas arriba del nacimiento de Mingo, una presa de contención y regulación de avenidas. Se trataría de un gran muro de unos 75 metros de alto, con una salida o portillo inferior que estará abierto en condiciones normales dejando pasar el agua. Este portillo se cerraría en el momento en que se detectase una avenida de agua, cerrando su compuerta y comenzando a almacenarla, para poco a poco ir desalojándola por otras compuertas superiores hasta completar el proceso de vaciado total en un periodo máximo previsto de tres días.

El objeto de esta aberrante infraestructura sería el de resolver un problema de desbordamientos puntuales del cauce del río Jaén sobre la vega que existe aguas abajo en los márgenes de éste y sobre la que desde los años sesenta se han ido edificando de manera irregular miles de chalets, muchos de los cuales han invadido el propio cauce y riveras de este hermoso río, peligrando así mismo la integridad de los habitantes de estas viviendas, generalmente segundas residencias.

Origen del problema

Sin embargo, si se analiza de un modo exhaustivo la situación, se puede observar que con la construcción de esta presa no se conseguiría más que crear nuevos problemas ambientales, mientras que el de los desbordamientos seguiría sin resolverse definitivamente.

Al observar las distintas cuencas que desembocan sobre el río Jaén, veremos que existen otras dos grandes cuencas que quedarían al descubierto. Son las del río Quiebrajano y las del Barranco de Puerto Alto. Además existen multitud de pequeños barrancos que también desembocan sobre el Jaén y que son sobre los que desgraciadamente se han producido incidentes mortales. Estas dos cuencas y multitud de barrancos no estarían controlados por el proyecto, con lo cual el peligro de inundación seguiría totalmente vigente. Por tanto la solución no estaría en la presa, sino que habría que observar el conjunto de casuísticas que afectan a la zona y acotar así los verdaderos problemas que la afectan.

El problema viene provocado por dos factores elementales. El primero sería la existencia de viviendas sobre el propio cauce, lo que acrecienta la peligrosidad de éste al producirse una avenida de agua de carácter puntual. Por tanto la solución a este primer problema sería lógicamente la eliminación de estas construcciones.

El segundo viene provocado por el excepcional volumen de agua que en las últimas dos décadas ha comenzado a bajar por dicho cauce. Este inusual incremento de las avenidas de agua tras unas lluvias torrenciales está provocado por el cambio en el modo de cultivar la tierra que se ha producido en el olivar. Si se observa la zona tanto de Los Villares como de Puerto Alto y las faldas del Cerro San Cristóbal y alrededores de Jaén, el olivar inunda todo el paisaje.

Es llamativa la total inexistencia de suelo verde en estas zonas de olivar, incluso en los meses de primavera. Ello es producto del uso indiscriminado por parte de los agricultores de los herbicidas, ya que el laboreo está prácticamente en desuso. Se origina, así, que no existan zonas verdes capaces de retener el agua, además sobre este terreno denudo se forma una película impermeable que rechaza el agua sistemáticamente.

Este mal uso del suelo provoca una acentuada erosión que a su vez conlleva grandes avenidas de aguas y el arrastre de partículas acompañadas de nutrientes y fitosanitarios que ya han contaminado los acuíferos y cauces.

El problema de los suelos de olivar mal gestionados es un mal endémico extendido sistemáticamente por todas las áreas de olivar cultivado, provocando peligrosas e insospechadas avenidas de agua en todos los cauces de barrancos, y generando nuevos barrancos donde históricamente no había, lo que provoca daños materiales y desgracias personales.

Por tanto la raíz del problema está localizada y tiene una fácil solución. Ésta consiste en controlar a los agricultores para que respeten la ley sobre el manejo de los suelos, así como la eliminación de las construcciones que están ocupando el cauce del río.

Inconvenientes de la presa

Sin embargo la construcción de la presa provocará nuevos e insospechados problemas. El más evidente será la destrucción del propio paraje de Los Cañones, ya que para construir esta faraónica infraestructura será necesario realizar un sinfín de caminos, desmontes, excavaciones, movimientos de tierra, contaminación acústica y atmosférica, que alejará a la fauna de la zona y deteriorará los restos arqueológicos para siempre.

Otro gran inconveniente de la presa será la acumulación de lodos aguas arriba. El propio funcionamiento de la presa prevé un tiempo máximo de evacuación de las aguas torrenciales de tres días. Durante ese espacio de tiempo, millones de toneladas de tierra, piedras y residuos se decantarán en el lecho del río cada vez que se produzca una avenida de agua. Este sinfín de residuos rellenará la base del cañón destruyendo la vegetación. Además será necesaria la eliminación de estos residuos, para evitar el relleno del propio dique, lo que generará un constante trabajo de extracción y acarreo. Además los lodos generarán olores y un espacio desolado para la cercana población de Los Villares.

El tercer gran inconveniente de esta presa será la contaminación de los acuíferos de la zona ya que este terreno formado por karst es poroso y está repleto de simas, cuevas y grietas.

Un reciente informe elaborado por varios hidrogeólogos expone en sus conclusiones lo siguiente: “La presa de laminación de avenidas que se proyecta construir en el río Frío o Eliche, en el paraje de los Cañones de Mingo, puede dar lugar a la contaminación con nitratos, pesticidas y fertilizantes de diversa índole del sector central del acuífero Grajales-Pandera, que soporta las principales fuentes de suministro del sistema de abastecimiento Quiebrajano-Víboras, lo que tendría efectos de fatales consecuencias y difíciles de eliminar, así como sobre otras captaciones particulares con escaso o nulo control sanitario y utilizadas para usos domésticos.”

Conclusiones

Nos encontramos ante un grave problema tanto ambiental como de seguridad para las personas. No es concebible que por parte de los sectores públicos se esté confundiendo a la ciudadanía para hacerles creer que la presa es la solución ideal a este problema de seguridad de unas viviendas mal ubicadas, cuando no ilegales.

La verdadera solución reside en la propia voluntad política y social de cambiar algo que realmente está en nuestras manos, para conseguir devolver el equilibrio a esa frágil balanza que es la naturaleza.