Un estudio ocultado por el Consorcio y por medio ambiente durante la tramitación del expediente de evaluación ambiental del nuevo vertedero de Toledo y nuevos datos recabados a expertos por parte de Ecologistas en Acción demuestran que habrá impacto por malos olores. Los malos olores del nuevo vertedero de Toledo afectarán a Guadamur, a las urbanizaciones El Robledal, Monte Sión y San Bernardo y a casas cercanas.

Ecologistas en Acción ha tenido acceso al informe “Estudio de Impacto Ambiental por olores de un vertedero de cola, Toledo”, elaborado por la empresa Odournet para el Consorcio de Servicios Medioambientales de Toledo. El estudio obra en el expediente de evaluación de impacto ambiental pero no se sometió a información pública.

La asociación ha recabado de expertos en la materia una valoración del citado estudio y de los impactos que puedan producirse por olores de la citada instalación. Los resultados preliminares del análisis arrojan datos muy preocupantes sobre el impacto de olores del vertedero.

Aún cuando el estudio encargado por el promotor manifiesta notables carencias y está claramente enfocado a justificar la elección del emplazamiento, se ofrecen una serie de informaciones que confirman los problemas en la calidad del aire que podría generar la instalación.

En concreto se señala en las conclusiones del estudio lo siguiente: “2. Con base a los planes de explotación actuales, los olores generados por la operación del vertedero pueden afectar en cierto grado a aquellos receptores ubicados en una longitud de 6 km de la carretera CM400”.

“5. Debido a que los vientos dominantes ….soplan en dirección este y oeste, el área de impacto se acentúa a lo largo de dichas direcciones”.

Por otra parte, en los mapas de afección por olores incluidos en el estudio y en los que se estiman dos niveles de referencia de impacto por olores, uno moderado (baja probabilidad de olor) y otro severo (molestias patentes por olores), se señala que las distancias de este tipo de afecciones se sitúan en los 4,5 kilómetros y el 2 kilómetros respectivamente.

Curiosamente con estos datos, el estudio matiza, “Como resultado, el impacto de olor no se espera que sea notado significativamente en ninguno de los receptores urbanos ubicados en los alrededores del vertedero”.

Interpretaciones subjetivas aparte, el estudio pone de manifiesto las distancias y las direcciones predominantes (al este o al oeste) en las que ha de esperarse que lleguen los malos olores, por mucho que se matice diciendo que no se espera que sean significativos.

Ya con estos datos el estudio confirma que:

1º Hay una serie de casas de finca que se verán directa y gravemente afectadas por los malos olores pues se encuentran en la zona de máxima afección (2 kilómetros), en concreto, Casas de Aceituno, Casas de Aguanel y Casas de Daramezas.

2º Que Guadamur, tanto el casco urbano como la urbanización El Robledal, se encuentra dentro del radio de influencia de 4,5 kilómetros donde hay probabilidad, aunque sea baja, de que lleguen los olores.

Además, según los expertos consultados por Ecologistas en Acción, el estudio no ha considerado las especiales condiciones meteorológicas que se dan en la zona y que se traducen en dos fenómenos atmosféricos importantes. Por un lado, la predominancia en años concretos de vientos del norte que dirigirían más directamente a Guadamur o incluso Polán, los malos olores. Y, por otro lado, los sucesos de inversión térmica que en combinación con vientos del oeste encauzarían la contaminación por el valle del Tajo para dirigirla a las urbanizaciones Monte Sión y San Bernardo, pertenecientes al municipio de Toledo.

Así las cosas se pone de manifiesto que el problema de malos olores del vertedero actual no se soluciona, sino que se traslada con la instalación a otras zonas que actualmente gozan de buena calidad del aire.

El nuevo vertedero generará malos olores que afectarán, en primer lugar a las fincas colindantes, de forma directa y persistente. A las zonas urbanas de Guadamur, de forma ocasional y, según las condiciones atmosféricas, también en sucesos de forma persistente. Y a las urbanizaciones Monte Sión y San Bernardo, también de forma ocasional, pero con alta probabilidad de sucesos puntuales intensos y persistentes en función de las condiciones meteorológicas.

Ecologistas en Acción va a seguir profundizando en el análisis del impacto por olores del nuevo vertedero y seguirá ofreciendo información a los ciudadanos a medida que la vaya conociendo.

La asociación lamenta no haber podido dar antes estos datos por no haber dispuesto de asesores técnicos que interpretaran el estudio citado y valoraran con conocimiento y rigor la situación.