Las energías renovables son aquellas que se producen de forma continua, son inagotables a escala humana, tienen su origen en el Sol y si no se aprovechan se pierden. La energía eólica o del viento, es una de ellas. Ambientalmente, el mejor kWh es el que no se consume y el segundo mejor, el producido por las energías renovables.

La energía eólica no produce emisiones, no origina radiaciones ni residuos radiactivos ni de otra clase y es competidora directa de los sistemas de generación más convencionales. La tecnología actual junto a la normativa, hace que la energía eólica se pueda aprovechar.

Un millar de MW de potencia eólica equivalen a ahorrar (extraer, transportar, importar, consumir) casi 500.000 de toneladas de petróleo al año, (más de 6 “Prestige”).

Cada MW eólico instalado en Cataluña evita cada año la emisión en la atmósfera de 2.900 toneladas de dióxido de carbono -el principal gas de efecto invernadero-, de 75 toneladas de dióxido de azufre y de 1'5 toneladas de óxidos de nitrógeno, entre otros gases contaminantes.

Generar 1 kWh eólico es 27 veces más limpio que 1 kWh de lignito y 4 veces más limpio que 1 kWh de gas natural. Cada kWh eólico evita la emisión a la atmósfera de un kilo de dióxido de carbono, si se utiliza para sustituir a esa misma cantidad de electricidad producida con carbón.

Las instalaciones de los parques eólicos tienen impacto visual, que es muy difícil de evaluar por su carácter subjetivo, variable en función del emplazamiento, en evolución con el tiempo y que, en todo caso, es plenamente reversible para el medio ya que ninguna otra forma de generación eléctrica permite restaurar tan fácilmente el entorno al final de su vida útil.

El impacto acústico de un parque eólico es insignificante. El nivel de ruido a 400 metros es de 37dBA (estaría entre el nivel de ruido de un microondas y de una nevera, ya que el nivel de ruido en un hogar es de 50dBA). A esta distancia el rumor del aerogenerador en operación no es discernible del ruido del entorno.

La energía eólica distribuye una importante renta al territorio con un desarrollo sostenible de éste, generando trabajo y riqueza. Directamente la energía eólica crea una cantidad apreciable de nuevos puestos de trabajo, entre dos y cinco veces más que las fuentes energéticas convencionales e incrementa la capacidad de generar puestos de trabajo indirectos. Es una industria limpia, con empresas catalanas y españolas altamente punteras y competitivas a nivel internacional.

La energía eólica reduce la dependencia energética ya que es una energía autóctona. No tiene impacto permanente sobre la naturaleza. No está sujeta a las variaciones del dólar, ni influye sobre el IPC. Fija población en zonas rurales y acerca la producción a puntos de consumo remotos, donde a menudo hay problemas de suministro.

Los aerogeneradores ocupan el 1% de la superficie del parque eólico y su actividad es compatible con muchas otras en el mismo territorio dónde está implantada como el pastoreo, la ganadería, la selvicultura, la agricultura, el turismo rural, las actividades de ocio y la cinegética.

La mortalidad de la avifauna provocada por el impacto contra edificios de fachada de vidrio y por el conjunto de actividades humanas es varios órdenes de magnitud superior al provocado por los aerogeneradores.

En España, tercera potencia mundial en instalaciones eólicas con 6202MW eólicos instalados que contrasta con los 87MW de Cataluña, hay en operación centenares de parques eólicos: muy pocos de estos proyectos han resultado negativos para el territorio donde se han implantado y muchos han contribuido a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

Un parque eólico contribuye a mejorar la gestión medioambiental tanto de los espacios ocupados como de los adyacentes al permitir, por ejemplo, aumentar la vigilancia y prevención de incendios y mejorar la gestión forestal.

Todos los países donde la sensibilidad ambiental es más adelantada han optado por desarrollar la energía eólica y las principales organizaciones ecologistas internacionales y estatales apuestan decididamente por la energía eólica al hacer prevalecer una visión planetaria de los grandes problemas ambientales frente los escasos impactos ecológicos que puedan causar localmente los parques eólicos, impactos que en todo caso pueden y tienen que ser reducidos al máximo.

POR LO CUAL MANIFESTAMOS QUE

La energía eólica es una energía limpia y renovable.

La energía eólica se debe instalar donde hay una buena calidad de viento (un número adecuado de horas de viento al año), puesto que no sólo hablamos de potencia instalada (MW), sino también de horas de viento y, por lo tanto, de energía (MWh). La selección de emplazamientos tiene que conjugar necesariamente el factor viento y conectividad a la red con el factor ambiental (local y global).

Cualquier retraso en el desarrollo efectivo y práctico de las energías renovables tiene como consecuencia que otros proyectos de otras fuentes de energía, mucho más contaminantes, acaben siendo viables cuando en realidad no tendrían que tener esta preferencia.

La energía eólica es una de las principales fuentes energéticas renovables que puede acontecer una importante alternativa a corto y medio plazo para reducir la contaminación en la generación de electricidad. Por lo tanto, el planteamiento de debates o moratorias de facto en Cataluña tienen como principal consecuencia el aplazamiento de la instalación de parques eólicos, mientras otros proyectos que utilizan combustibles fósiles avanzan sin barreras y otras comunidades acumulan instalaciones renovables mejorando la calidad de su suministro y complicando la solución energética que finalmente se podrá aplicar en Cataluña.

En general, un parque eólico comporta muchos más beneficios que inconvenientes. Si es cierto que los proyectos eólicos tienen que saber adaptarse al territorio y contribuir al desarrollo sostenible, también es cierto que muchos de los efectos beneficiosos de la energía eólica son para el conjunto del país y del medio natural en su interpretación más amplia. Querer contraponer este hecho a la defensa de intereses limitados acontece en muchos casos una situación donde contentar a todo el mundo es imposible. Hace falta superar esta dinámica para no limitar la aplicación de este tipo de energía.

Hay que tener en cuenta los criterios de la administración, formada por los representantes y los órganos de evaluación técnica existentes, los cuales de acuerdo con la legislación están capacitados en el momento de decidir hasta qué punto un proyecto puede ser viable o no.

Subscrito por:

Ecologistas en Acción de Cataluña
- Sr. Jaume Morrón, Presidente.

Comisión Obrera Nacional de Cataluña (CONC)
- Sr. Llorenç Serrano, Secretario de Salud, Ambiente y Trabajo.

Unión General de Trabajadores de Cataluña (UGT Catalunya)
- Sr. Mario Rigau, Secretario General de UGT Tarragona.

Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA)
- Sr. Manuel de Delás, Secretario General.