Con la navidad llega una de las épocas del año donde más se despilfarra y se consume de una forma más irracional. Ecologistas en Acción quiere poner de manifiesto que hay alternativas para celebrar estas fiestas sin caer en el consumismo y el derroche.

Estamos en crisis, nos dicen continuamente y, casi con la misma contundencia, nos tratan de convencer de que el consumo nos ayudará a salir de este atolladero. Más allá de que es difícil de creer que lo mismo que provocó la crisis vaya a contribuir a solucionarla, la llegada de la época navideña suele estar marcada por un conjunto de situaciones que se profundizan con el paso de los años: un consumo disociado de las necesidades humanas y más cercano al despilfarro, la exaltación publicitaria de las emociones y la mercantilización de los afectos proponiendo la compra de productos como vía para poder expresarlos. Las calles se llenan de una sobre-iluminación que, más allá de la transmisión de símbolos típicamente navideños, están asociadas sobre todo a promover un consumo acrítico y descontrolado.

No es de extrañar que, en una sociedad que sitúa al consumo y la acumulación de bienes en la cima de su escala de valores y en el objeto de sus aspiraciones, la navidad represente una oportunidad para aumentar los volúmenes de ganancias empresariales.

Frente a este escenario cada día son más numerosas las iniciativas colectivas a escala global que pretenden denunciar los excesos y defectos de este modelo de consumo, promoviendo la reflexión crítica, denunciando los impactos, construyendo alternativas y articulando iniciativas para un consumo consciente, crítico y responsable. Reivindican, entre otras cosas, que una disminución en el consumo nos hará vivir mejor, que es necesario otro modelo que priorice el pequeño comercio frente a las grandes superficies, la agricultura ecológica frente a la industria de la alimentación intensiva o la cultura de la reutilización frente a la cultura del «usar y tirar».

Ya están en marcha proyectos que, a pequeña escala, ensayan una forma más sostenible de consumo. El comercio justo, la banca ética o las tiendas de productos ecológicos han conseguido hacerse un hueco y, a la vez, poner en entredicho al modelo de consumo devorador de recursos y de personas.

Pero además, hay otros proyectos en marcha que funcionan como verdaderos espacios de ensayo de alternativas de consumo sostenibles y socialmente responsables. Cada uno de estos proyectos nace a partir de objetivos muy distintos, pero tienen en común su riqueza e imaginación a la hora de señalar posibles soluciones a los problemas que genera el actual modelo de consumo. Comparten profundas raíces con procesos colectivos, comunitarios o solidarios, y la cultura propositiva necesaria para que el cambio de modelo se haga efectivo.

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IPC, Ingenios de Producción Colectiva

Los Ingenios de Producción Colectiva (IPC) son una recopilación de distintas alternativas en diferentes sectores (alimentación, comunicación, cuidados, empleo/trabajo, financiación, ocio, textil, vivienda y transporte) realizada por Ecologistas en Acción (www.ecologistasenaccion.org/ipc). Recogen, de manera didáctica y sencilla, multitud de fichas que muestran cómo resolver las necesidades que se dan en estos ámbitos de una manera diferente, buscando alternativas no mercantilizadas y más colectivas de resolver las necesidades. Los proyectos IPC cumplen varios criterios, como son dar respuesta a algunas necesidades de consumo locales, proponer cambios en nuestros hábitos de consumo, aportar soluciones con ciertas dosis de innovación, ser colectivos y crear herramientas de participación, generando redes y nuevos espacios de activismo social.

Ecologistas en Acción promueve a lo largo de todo el año una reducción en el consumo que nos haga vivir mejor, y propone distintas alternativas para resolver las necesidades de un modo poco o nada mercantilizado. En estas fechas es especialmente importante recordar la importancia de un consumo crítico, local, responsable y solidario como una vía para poner un freno consciente a la crisis socioambiental que se hace cada vez más visible e incontestable.