Ecologistas en Acción de Salamanca viene denunciando año tras año el gasto energético -y consecuentemente económico- en el que el Ayuntamiento de Salamanca incurre haciendo caso omiso a diferentes colectivos y organizaciones que como nosotros, cuestionan la “necesidad” y la “oportunidad” de estas actuaciones.

Otro año más llega la Navidad y con ella el alumbrado público de las calles “mas emblemáticas” de nuestra ciudad. Otro año más la ciudadanía salmantina no conocerá el dinero que será destinado a este evento. Si sabemos que los 200 arcos con la iluminación de las calles “seleccionadas” y los motivos de las 147 farolas de “las otras calles” nos iluminarán de 18:30 a 01:00 horas – media hora más que el pasado año – y el belén de la plaza mayor lo hará de 18:30 a 00:00.

Las pasadas Navidades Ecologistas en Acción de Salamanca ya denunciaba que las 6 horas diarias de iluminación en estas fechas eran excesivas y no se tenían en cuenta factores sociales, ambientales y económicos que a todas “luces” recomiendan moderación en el consumo energético, ahorro, eficiencia, etc. Pues bien, Haciéndonos eco del IV Estudio de ADECES (Asociación pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales) sobre el alumbrado navideño 2011-2012 en España, las horas totales de iluminación en Salamanca serán 227,5 a lo largo de los 35 días que permanecerán encendidas, esto es un 8,4 % más que en 2010, por lo que con un consumo estimado de 0,20 Kwh. por habitante suponen 32.000 Kwh aproximadamente, o lo que es lo mismo 5.200 € de factura eléctrica a la que se le sumarán otros 176.000 € de la instalación.

Ecologistas en Acción de Salamanca vuelve a denunciar un año más la falta de transparencia del consistorio salmantino a la hora de facilitar información así como la ausencia de rigor presupuestario en la estimación del gasto y la información contradictoria suministrada en función de la fuente, incluso facilitando unos datos y haciendo públicos otros distintos. Aunque se reduce el consumo respecto al año anterior, el horario de iluminación ha aumentado, lo que en Ecologistas en Acción seguimos considerando un despilfarro innecesario y más en los tiempos que corren.

Otro año más Ecologistas en Acción de Salamanca reclama al ayuntamiento «un cambio en la planificación del alumbrado navideño», denunciando reiteradamente que este tipo de alumbrado supone un derroche energético innecesario, inútil, injusto, incoherente e insostenible en los tiempos que vivimos y totalmente incompatible con el uso responsable de la energía que desde las administraciones públicas se debe fomentar. Esto supone además un gasto añadido muy significativo de energía (y costes para las arcas municipales) que atiende más a criterios comerciales que de sostenibilidad ambiental.

Para nuestra organización «es necesario racionalizar el uso del alumbrado navideño” ya que la energía eléctrica que consumimos no es una energía limpia: la mitad procede de combustibles fósiles (centrales térmicas de carbón y de gas) y la cuarta parte de centrales nucleares.

Además, representa una fuente de emisión de CO2, principal responsable del Cambio Climático en el que ya estamos situados. El 19% de la generación de energía en el mundo tiene como fin la iluminación y causa tantas emisiones de CO2 como el 70% de los coches, furgonetas y motos del mundo.
Desde Ecologistas en Acción de Salamanca se propone al Ayuntamiento una serie de medidas concretas y sencillas de aplicar:

  • Restringir la iluminación navideña a menos días (como mucho los más señalados, 24 y 25 de diciembre, 31 de diciembre, 5 y 6 de enero).
  • Reducir las horas de iluminación.
  • Emplear menos cantidad de lámparas, aunque sean LED.
  • Regular la potencia máxima de la iluminación navideña a instalar.
  • Limitar el encendido a calles comerciales del centro, cuyo coste debería ser compartido por estos comerciantes y no a costa de los contribuyentes.

Ecologistas en Acción de Salamanca hace un llamamiento al sentido común y opina que en estos momentos el mejor regalo que el ayuntamiento puede hacer a sus habitantes es reducir este absoluto despilfarro económico, energético y no contribuir con él al cambio climático.