El 7 de julio, durante el Festival «Fuerteventura en Música» se llevó a cabo una acción convocada por Ben Magec-Ecologistas en Acción y el Colectivo Guanil-Ecologistas en Acción que consistió en que cientos de personas levantaran a la vez molinillos de viento a favor de las energías renovables.

Esta acción se desarrolla precisamente en la isla de Fuerteventura, la que tiene un mayor potencial para el desarrollo de energías renovables. Si esta isla instalara toda la energía eólica posible (excluyendo espacios protegidos, zonas residenciales y lugares con poco potencial eólico) sería capaz de generar 11 veces más energía de la que demanda.

Por otro lado, el coste actual para la producción de electricidad es 3,5 veces más elevado que en la península, 0,20 € por kW/h que si se produjera con energía eólica se reduciría a 5,5 € por kW/h, es decir, casi cuatro veces menos.

El caso de Fuerteventura es el más sorprendente aunque no el único ya que Lanzarote, La Gomera, La Palma y El Hierro tienen una producción eólica potencial superior a la demanda.

Pero nuestras islas no son solo ricas en viento sino que además cuentan con un elevado número de horas de sol al año. Solo utilizando los tejados disponibles para instalar energía solar fotovoltaica conseguiríamos producir más del 100% de la demanda en todas las islas excepto en Gran Canaria. Una vez más, es Fuerteventura la isla que presenta un mayor potencial para producción de energía solar. El precio de la producción de energía solar, aunque es más caro que el de la eólica, se sitúa en 0,15 € por kWh frente a los 0,20 € por kWh que pagamos con el sistema de producción actual.

Los empleos ligados al sector de las renovables en Canarias se situaban en 5.000, repartidos en unas 480 empresas. Esta cifra podría ser muy superior si se llevara a cabo una apuesta clara por la implantación máxima de energías renovables en nuestras islas. Estaríamos hablando de cifras muy superiores a los entre 3.000 y 5.000 empleos que «promete» Repsol ligados además a un recurso con fecha de caducidad.

Por otro lado las renovables suponen unos ingresos fiscales a las comunidades autónomas de 120 millones de euros, un ahorro anual de 62 millones de euros.

Desde Ben Magec-Ecologistas en Acción piden una apuesta clara por una aplicación de las energías renovables más descentralizada y democrática, de forma que la riqueza revierta más directamente en la sociedad. Consideran que las grandes instalaciones concentradas (contradictorias con la propia naturaleza de las renovables, dispersas en el territorio) tienden a copar la potencia adjudicada en manos de grandes grupos de inversión y las propias eléctricas.

Las energías renovables descentralizadas permiten la participación de pequeños inversores, no con fines especulativos, sino con la finalidad de compensar parte o la totalidad de sus consumos eléctricos. Por otro lado permite introducir las renovables en los entramados urbanos, ya sean residenciales o industriales, sin tener que ocupar nuevo suelo rústico. Por otro lado permite que en un futuro se pueda desarrollar el concepto de microrredes donde la gestión de la demanda según la generación local de energía, se implemente, minimizando los problemas de desequilibrio o gestionabilidad de la energía.