Diversas iniciativas pretenden promover modalidades de caza especialmente crueles, sanguinarias e insostenibles, entre ellas el lanceo de jabalíes y los cotos intensivos. El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha ofrecido como valedor de un modelo de caza cada día más alejado de la ética y del respeto al medio natural. Ecologistas en Acción denuncia estas prácticas y presionará en todos los ámbitos para evitar que se aprueben y que otras Comunidades Autónomas sigan el mal ejemplo.

Castilla-La Mancha se ha convertido en terreno de experimentación y promoción de nuevas modalidades y normas cinegéticas a cuál más cruel e insostenible. Este territorio, coto donde el gran lobby cinegético campa a sus anchas, ha sido el elegido para legalizar el lanceo de jabalíes o para ampliar las prerrogativas que ya tienen los cotos intensivos, permitiendo que se masacren animales de granja, se instalen decenas de miles de lazos para matar predadores y se amplíe la temporada de caza incluyendo las épocas de nidificación y de migración.

La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha se ha ofrecido gustosa a facilitar la promoción de estas prácticas hoy en día ilegales, lo que dará lugar a que se difundan también a otras Comunidades con el pobre y falaz argumento de los beneficios económicos que pueden reportar.

Las pretensiones del lobby cinegético formado por la Federación, las asociaciones de productores de caza y de titulares cinegéticos y Asaja se han visto plasmadas en un borrador de modificación del Reglamento de la Ley de Caza en trámite en Castilla-La Mancha.

En él se contempla como nueva modalidad el lanceo de jabalíes perseguidos a caballo, método de caza especialmente cruel, ya que no se consigue cobrar la pieza hasta que ésta es lanceada numerosas veces y cae, normalmente agotada y desangrada. Además, el lanceo es peligro para los caballos y los jinetes que lo practican, pues lo jabalíes pueden revolverse y envestir a las cabalgaduras. Con sorpresa se ha podido saber que el lanceo ya se hace en algunos cotos de Castilla-La Mancha, Andalucía, Madrid o Castilla y León, lo cuál es absolutamente ilegal ya que no está recogida esta modalidad en las respectivas normativas cinegéticas. Precisamente su aprobación en Castilla-La Mancha pretende dar cobertura a una actividad que debiera haber sido denunciada por las autoridades cinegéticas.

El reglamento modificado también contempla una serie de medidas que favorecen a los cotos intensivos en detrimento del medio natural, de la gestión sostenible de los recursos naturales y también, por qué no decirlo, en competencia desleal con los cotos que intentan practicar una caza más natural. En los cotos intensivos se sueltan y alimentan miles de piezas de caza en terrenos normalmente cercados para realizar tiradas en las que se abaten de forma masiva gran cantidad de perdices, faisanes, ciervos, jabalíes, entre otras especies. No contentos con que se permitan estas tiradas y monterías, ahora Castilla-La Mancha quiere aumentar las prerrogativas de estos cotos permitiéndoles ampliar la temporada de caza más allá del periodo general, aumentando el número de cacerías o siendo más permisivos con las sueltas y la instalación de nuevos vallados.

Estas modificaciones son todas contrarias a la normativa ambiental y cinegética vigente, que establece que el aprovechamiento de la caza debe ser sostenible y en equilibrio con el medio natural. Pero lo más grave es que permitirían la instauración de prácticas crueles y sanguinarias, masivas e insostenibles, acordes con un concepto arcaico y trasnochado de la gestión cinegética.

Ecologistas en Acción, deplora estas iniciativas y como primera medida, junto a otras ONG ha trasladado al Consejo Asesor de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, cuyo pleno se celebra mañana en Toledo, una serie de enmiendas destinadas a retirar estas modalidades del texto normativo. Asimismo, si la Consejería de Agricultura no cambia de postura, la asociación prevé realizar una campaña, internacional si es necesario, contra las prácticas crueles y sanguinarias de la caza, denunciando también en los Tribunales la ilegalidad de las normas que se pretenden aprobar.