En un momento en que parece que la crisis no da tregua, la exportación de los productos agrícolas y agroalimentarios castellanomanchegos está subiendo. Así, en 2011, por volumen de exportación, los productos agroalimentarios ocuparon la primera posición frente a otros sectores de la región [1]. Esto demuestra su excelente relación calidad-precio y el trabajo continuado por un sector que apuesta por el futuro. Productos como el Queso Manchego o el Ajo Morado de las Pedroñeras son conocidos en todo el Mundo y son un sinónimo de calidad.

Estos productos están garantizados por sellos oficiales de dos tipos: Denominaciones de Origen Protegida (D.O.P.) e Indicaciones Geográficas Protegidas (I.G.P.). En la Comarca de Villar de Cañas y su entorno, encontramos (entre otros): D.O. P. Vino de La Mancha, I.G.P. Ajo Morado de Las Pedroñeras, D.O. P. Queso Manchego, D.O.P. Vino de La Manchuela, D.O.P. Vino de Ribera del Júcar, D.O Vino de Uclés, D.O. Azafrán de la Mancha, I.G.P. Cordero Manchego, I.G.P. Vino de la Tierra de Castilla, D.O.P. Valdepeñas, I.G.P. Melón de la Mancha.

Pero el trabajo de años de prestigiar estos productos, se puede ir al traste, especialmente en la Comarca de Villar de Cañas y zonas aledañas, ante la mala imagen de albergar un cementerio nuclear en sus inmediaciones. La publicidad tan nefasta que ya está dando el cementerio nuclear tendrá (en caso de que finalmente se construya) efectos muy negativos sobre la economía de la comarca, provocando el aumento del paro y el abandono de los pueblos.

Así ha ocurrido con la Denominación de Origen vitivinícola «Côteaux du Tricastin» en Francia, que ha tenido que cambiar su nombre ante el hundimiento de ventas por las fugas de la central nuclear de Tricastin. Pasando en 2010 a llamarse «Grignan Adhemar[2] [3].

Por eso la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear en Cuenca subraya que La Plataforma va a luchar con todas sus fuerzas por el futuro de las gentes de Cuenca y Castilla-La Mancha y en la defensa de los productos agropecuarios conquenses (y por extensión castellanomanchegos) auténtico motor económico de la zona. Pero esta defensa pasa necesariamente por la desaparición de la amenaza del cementerio nuclear. Por eso, estamos difundiendo una serie de imágenes llamativas e impactantes que pongan de manifiesto qué nos jugamos si permitimos que el cementerio nuclear se instale junto a nuestras explotaciones agrícolas y ganaderas. El mundo rural tiene futuro pero no a través de instalaciones nucleares sino de un aprovechamiento sostenible de nuestros recursos. Lo mismo se puede decir del turismo rural y cultural. Recursos como La Laguna del Hito (espacio protegido con la figura de reserva natural) o la ciudad Romana de Segóbriga (ambos cercanos a Villar de Cañas) dejarían de ser atractivos ante la presencia del cementerio nuclear.

La Plataforma convocó una cacerolada, 30 de diciembre, frente e la Subdelegación del Gobierno en Cuenca, al cumplirse un año desde que el Consejo de Ministros designara a Villa de Cañas para albergar el cementerio nuclear. Hasta la fecha también se han sumado Motilla del Palancar (Plaza del Riato) y Alconchel de la Estrella. Mediante estas movilizaciones La Plataforma pretende exigir un verdadero apoyo al desarrollo sostenible del mundo rural.

La Plataforma Contra el Cementerio Nucelar ha iniciado una campaña de sensibilización y defensa de los productos autóctonos a través de imágenes.

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