Un estudio europeo señala que la Central Térmica de Carboneras puede estar
generando 111 muertes prematuras al año y costes por valor de 423 millones de Euros.

Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, la Central Térmica Litoral de Almería (localizada en Carboneras) es la industria española más contaminante de las que funcionan en la actualidad. Concretamente
la emisión de óxidos de azufre es casi el triple que la segunda en la lista (la central térmica de A Boño, en Gijón) y la emisión de partículas es de más del doble que la de ésta. Estos datos, conocidos y denunciados en
diversas ocasiones por los grupos ecologistas adquieren un cariz dramático a la luz de un estudio recientemente publicado, realizado por SOMO (Centre for Research on Multinational Corporations) y al que se puede acceder en http://www.greenpeace.org/italy/Global/italy/report/2012/clima/Enel-Today-and-Tomorrow.pdf

Dicho estudio desvela que la Central Térmica de Carboneras, propiedad de Enel-Endesa, puede estar siendo responsable de 111 muertes prematuras al año y de unos costes económicos superiores a los 423 millones de
Euros anuales. Estos datos se basan en metodologías aceptadas por la Unión Europea para la cuantificación de costes económicos y daños sobre la salud de las emisiones contaminantes a la atmósfera.

Durante las reuniones del Consejo del Litoral del proyecto CAMP Levante de Almería se puso de manifiesto por parte de Ecologistas en Acción, el punto negro de contaminación que supone la industria de Carboneras y
el riesgo al que están sometidos los habitantes de este municipio. La sorpresa de los asistentes vino cuando el representante del ayuntamiento de Carboneras (en aquella ocasión, perteneciente aún al anterior equipo de
gobierno) declaró que los vecinos de Carboneras no tenían nada de lo que preocuparse ya que los “magníficos vientos” que soplan en Carboneras desplazan la contaminación hacia otras zonas (Níjar y Almería capital en concreto, cuando sopla levante).

Efectívamente no es extraño ver los niveles de ozono troposférico superando los límites legales en la estación de análisis de Rodalquilar, en el centro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. El ozono troposférico es un contaminante que se forma en la atmósfera a partir de las emisiones de gases de combustión, en condiciones climáticas concretas. Su presencia en las grandes ciudades se debe al tráfico motorizado pero en un lugar como el Parque Natural su presencia sólo se puede deber a la Central Térmica
cercana.

Lo paradójico de esta situación es que mientras se obliga a quemar carbón nacional en las Centrales Térmicas en base al Real Decreto 134/2010, la planta de Saggas (en Sagunto, Valencia) se ha visto obligada a
quemar parte del gas que llega en buques metaneros en la antorcha para mantener la producción bajo mínimos, desde el 16 al 28 de abril. La quema de gas en antorcha se realiza cuando la demanda de gas cae
por debajo de un cierto nivel, necesario para mantener el proceso de regasificación, por lo que el gas que no se puede inyectar para su utilización en el mercado se tiene que quemar directamente en la planta.
Si a esto le sumamos que se mantienen abiertas las centrales nucleares que obligan a parar cientos de aerogeneradores e impiden la entrada de los ciclos combinados en el mercado tenemos una imagen completa
de la falta de perspectiva de los últimos gobiernos con la política energética.

Ecologistas en Acción de Almería pide a la Junta y al Gobierno de España que pongan fin a esta situación, que miren por la salud de la población y tengan en cuenta los gastos sociales y sanitarios que se generan con la
quema de carbón. Es hora de realizar una auditoría al sistema eléctrico, empezando por las centrales más contaminantes.

Si las administraciones públicas quieren luchar realmente contra el desempleo, una política de apoyo real a las energías renovables sería la mejor manera. Nuestra provincia tiene sol y viento suficientes como para no
necesitar seguir quemando carbón por más tiempo.