En primer lugar instamos al Ayuntamiento de Puertollano a que, antes de que sea demasiado tarde, rellene el vaso lagunar con el aporte de agua que sea necesario. Los seres vivos que habitan en la laguna no pueden aguantar mucho más la reducción del nivel de agua, especialmente los peces y los galápagos.

Junto a la disminución de la cantidad de agua, está el serio problema de la reducción dramática del oxígeno contenido en la misma. Lo que queda en “El Charcón” ya tiene poco parecido con lo que debería ser agua, habiéndose convertido en un líquido sucio y pestilente.

Como consecuencia de todo lo anterior, abundan los insectos que tienen su “paraíso” en las aguas sucias.

Sin embargo, vemos necesario que, de una vez por todas, y asegurando la vida de la fauna que vive en ella, se acometa la necesaria limpieza a fondo de la laguna. La suciedad que se acumula año tras año, se va depositando en el lodo, y creemos que es ya inexcusable extraer ese cieno hediondo que siempre contamina las aguas limpias que caen sobre ella.

A éstas circunstancias lamentables, se le suma la mala práctica de algunos ciudadanos que, abandonando restos de comida, lo que consiguen es alimentar a una numerosa colonia de ratas, que proliferan en el perímetro de la laguna.

Junto a esto, creemos que el ayuntamiento debe ocuparse mucho más del mantenimiento del parque: desde la limpieza hasta el cuidado de las plantas, pasando por sustituir esas luminarias que, a la altura de medio cuerpo, deslumbran a los paseantes.

También es importante que se coloquen muchos más bancos de los existentes. El escaso número de ellos no cumple las necesidades de las personas que utilizan este parque. Pensamos que serían necesarios, al menos, unos 20 ó 30 bancos más.

Por otra parte, y dado que algunos ciudadanos hacen gala de su incivismo, es necesaria una mayor vigilancia en el parque. No es excepcional ver cómo se maltrata a los animales o a las plantas del entorno.

Mención especial merece la fuente, la fuente nueva. Esa bonita fuente que se erigió para sustituir a la antigua y que al poco tiempo dejó de funcionar, llegando el agua únicamente al caño viejo que, de forma incómoda y en un entorno poco digno, sigue abasteciendo de buen agua a los ciudadanos. Aunque no se le pidan responsabilidades a los responsables, norma inviolable en esta ciudad, ¿no debería el Ayuntamiento de Puertollano hacer las reformas necesarias para terminar ya con esa ridícula situación?

Y hablando de ridículo, ¿cuándo va a quitar el ayuntamiento esos paneles que indican la situación de un restaurante inexistente?