Clean up the Med (Limpiemos el Mediterráneo), es una campaña de sensibilización ciudadana y de limpieza de playas promovida a nivel internacional por la ONG italiana Legambiente, en la que Ecologistas en Acción ha participado activamente.

Albert Bayarri Hurtado, Área Marina de Ecologistas en Acción. Revista El Ecologista nº 78.

Entre los días 24-26 de mayo de este año, gracias a la colaboración entre las federaciones de la Región murciana, Andalucía, País Valencià y Catalunya, Ecologistas en Acción ha realizado limpiezas de playa en 7 localidades diferentes, con la participación de más de medio millar de voluntarios de todas las edades.

La campaña Clean up the Med pretende concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de reducir la basura que llega a nuestros mares y mostrar los problemas ambientales que provoca. Los residuos recogidos durante los días que se desarrolló la campaña, un total de 235 sacos de basura, son producto de la acumulación de objetos usados procedentes del mar, de los ríos, o de vertidos directamente en la costa, así como por los usurarios playeros y de botellón, acumulándose en sitios concretos y en ocasiones de difícil acceso, donde los servicios públicos de limpieza no acceden.

Plásticos, los más abundantes

Tras analizar los residuos sólidos recogidos durante la campaña de limpieza de este año, de los objetos encontrados en las distintas localidades, los plásticos han sido el residuo más abundante en nuestras costas, confirmando que el plástico se ha convertido en el material más presente en nuestra sociedad de consumo. Hablamos de un material sintético cuyo reciclaje resulta complicado –y en un gran porcentaje no llega a ocurrir– y su degradación es muy lenta. Al llegar al mar, el plástico recorre distancias de miles de kilómetros y se puede encontrar en la superficie del océano. Sin embargo, en las distintas limpiezas también se registró una gran variedad de otros residuos con diferente gradabilidad y toxicidad, como metales, vidrio y toallitas húmedas.

A modo de resumen, se debe resaltar que el vertido de sólidos al medio marino o en el entorno costero, supone una de las mayores amenazas para la conservación de los ecosistemas marinos y litorales. Las actividades realizadas tierra adentro tienen su repercusión en la costa, por el transporte de basuras por ríos y la mala depuración de las aguas residuales que vierte fragmentos de plástico y otros productos al mar. Además, actividades económicas locales, como los invernaderos, provocan el cúmulo de residuos que deberían ser gestionados adecuadamente. Finalmente, las actitudes personales son muy importantes ya que se encuentran muchos residuos que solo han podido llegar a la costa por su vertido directo por los usuarios, como son los restos de aparejos de pesca, colillas de cigarros o envases de bebidas.

De la salud de nuestras costas dependen muchos sectores económicos, como la pesca, el turismo o la acuicultura, y la acumulación de basura en el medio no solo reduce su atractivo, sino que repercute en la acumulación de sustancias tóxicas como metales pesados y contaminantes químicos persistentes que afectan, directa o indirectamente a nuestra salud.

Estos problemas se pueden solucionar con una correcta gestión de los residuos y una mayor conciencia ciudadana, así como una estricta aplicación de la normativa europea en gestión de residuos. Lo que queda patente es que los plásticos, en todas sus formas, son el mayor peligro para la conservación de los océanos, y su producción debe ser gradualmente eliminada, su uso reducido y su reutilización potenciada.