Acuífero en peligro.

La Carrasca-Ecologistes en Acció d'Alcoi. Revista El Ecologista nº 78.

La partida de la Canal es un valle situado al sur de Alcoi y al norte de Xixona, en el extremo oriental de las cordilleras Béticas. Es una depresión rodeada de espacios montañosos de gran valor natural: el Carrascal de la Font Roja (parque natural, Zona de Especial Protección para las Aves y Lugar de Importancia Comunitaria), las sierras dels Plans y del Rentonar, la Carrasqueta, etc. Es remarcable, asimismo, su carácter de hito biogeográfico, ya que delimita los dominios semihúmedo y semiárido.

La confluencia de valles y montañas, con alturas comprendidas entre los 700 y los 1.300 metros de altura, junto con la transformación de este espacio a lo largo de siglos de ocupación humana, han dotado a la Canal de una gran diversidad de ambientes (desde las tierras de cultivos a los bosques; desde las solanas a las umbrías; desde las riberas hasta las crestas montañosas) y de microambientes, que le confieren una notable variedad de paisajes únicos que albergan una gran biodiversidad.

La Canal como conector ecológico

Por su situación estratégica, la Canal forma un conector ecológico de primer orden en las comarcas centrales valencianas, imprescindible para facilitar los flujos entre las sierras del Carrascal de la Font Roja y de Mariola, por una parte, con las sierras dels Plans y del Rentonar, por otra, que se prolongan hacia levante hasta el macizo de Aitana, configurando un área que se extiende desde la Carrasqueta hasta el valle de Guadalest, que contacta a su vez con los valles de la Marina Alta.

En la funcionalidad de la Canal como conector ecológico juega un papel fundamental el mantenimiento de las zonas de cultivo, principalmente de secano: cereales, olivos, almendros, frutales, etc.

El agua, tesoro de la Canal

La Canal descansa sobre la unidad hidrogeológica Barrancones-Carrasqueta, de la cual el manantial del Molinar es el punto de descarga natural más importante de su acuífero principal: el del Molinar. Por tratarse de un acuífero de cabecera de una cuenca hidrográfica, genera unos recursos de agua de alta calidad, que pueden ser calificados sin exageración como vitales para Alcoi, pues dada la ubicación de esta población en la cabecera de la cuenca del río Serpis, no existe ninguna alternativa de captación de agua potable en las cantidades necesarias para su abastecimiento.

El valle se encuentra cubierto de potentes capas de margas y arcillas marinas, materiales bastante impermeables –aunque están afectadas por alguna fragmentación–, por lo que en conjunto puede afirmarse que el acuífero está bastante, pero no totalmente, protegido de la lixiviación desde la superficie de agentes contaminantes que pudieran derivarse de actividades realizadas en la zona. Sin embargo, la Canal presenta una peculiaridad hidrogeológica que coloca al acuífero subyacente en una situación de gran vulnerabilidad: si bien toda la superficie de la Canal descansa sobre la capa de margas y arcillas citada, esta protección desaparece en la zona de desagüe del valle, en el barranco de la Batalla. Allí el acuífero carece de toda protección ya que el lecho del río corre directamente sobre las calizas que albergan el acuífero, que forman una estructura altamente fragmentada y permeable (Gea21, Coord. Estevan, A.: Estudio sobre localización y minimización del impacto ambiental en una nueva zona industrial del término municipal de Alcoi; Ayuntamiento de 'Alcoi, 2000).

Esto significa que en épocas de lluvia, cuando las aguas superficiales de escorrentía procedentes del valle de la Canal lleguen al barranco de la Batalla, pueden infiltrarse directamente en el acuífero a través del lecho del río, aguas arriba de los pozos del Molinar. Si estas arrastran contaminantes, pueden contaminar el acuífero. Es por ello necesario que se delimite su perímetro de protección y queden expresamente restringidas las actividades potencialmente más contaminantes (polígonos industriales, urbanizaciones, depósitos de combustible…). También es especialmente recomendable la aplicación de buenas prácticas agrícolas a fin de evitar el arrastre de productos fitosanitarios o abonos por las aguas de escorrentía.

La carrera de la especulación urbanística

A principios de los años 90 del siglo pasado parecía cercana la ejecución de la autovía Alacant-València, que tenía que atravesar la partida de la Canal, con lo que se avivó la compra de terrenos en la zona por parte de diversos grupos empresariales. Las apetencias especulativas se desbocaron a partir de 1995, cuando el SEPIVA (Seguridad y Promoción Industrial Valenciana, S.A.) planteó la instalación de un polígono industrial en la Canal, en terrenos lindantes con la futura autovía.

Desde entonces han sido muchos los sucesos que se han producido:

- Cambios de posición de los partidos mayoritarios: el PP pasó de oponerse radicalmente a un polígono en la Canal a defenderlo ciegamente cuando accedió al Gobierno local; mientras tanto, el PSOE cambió su posición claramente favorable a una titubeante actitud contraria.

- Numerosos estudios han confirmado la alta vulnerabilidad del acuífero en la Canal y la imposibilidad de adoptar medidas correctoras suficientes para garantizar a medio plazo la seguridad del manantial del Molinar, vital para Alcoi, si se instalaran allí industrias.

- Se han sucedido propuestas con diversas tipologías: polígonos industriales, parques empresariales y parques científicos; mediante iniciativa privada, pública y mixta. Pero todos los proyectos se han estrellado ante la tozuda realidad. El Ayuntamiento de Alcoi intentó incluso introducir la recalificación de terrenos en el concierto previo del PGOU que se estaba tramitando, pero los informes al respecto de la Conselleria d'Infraestructures, Territori i Medi Ambient fueron desfavorables.

- Se han llevado a cabo múltiples iniciativas en defensa de la Canal, tanto por parte de La Carrasca-Ecologistes en Acció, como por la asociación Salvem l'Aqüífer del Molinar (que cuenta con nuestro apoyo y el de numerosos colectivos): exposiciones, charlas, acciones reivindicativas, teatro, alegaciones, estudios, presencia en los medios de comunicación, etc.

La Española y su ofensiva ¿final?

El último asalto a la Canal lo protagoniza el grupo La Española, con sede principal en Alcoi, conocido por la fabricación de aceitunas rellenas. Utilizando el chantaje de su posible deslocalización a Sevilla, donde tiene una parte de la producción, está presionando para que se autorice el traslado de sus empresas a unos terrenos de la Canal, propiedad de los accionistas mayoritarios, que descartan otras ubicaciones posibles en Alcoi o en localidades vecinas.

El proyecto que pretenden ejecutar supondría reclasificar 335.000 m2 de suelo no urbanizable protegido, de los que menos del 25% serían para sus empresas (y eso exagerando sus necesidades), mientras que el resto serían para especular. Los terrenos afectados forman parte del área de amortiguación de impactos del Parque Natural de la Font Roja, de la ZEPA “Sierras de Mariola y de la Font Roja” y del LIC homónimo.

A ello hay que añadir que el más reciente estudio para la delimitación del perímetro de protección del acuífero, encargado por el anterior gobierno municipal del PP, indica que en dichos terrenos no es admisible una larga serie de actividades, entre las cuales se encuentran las industrias agroalimentarias, las de cosméticos y las de maquinaria industrial, que son justamente las que La Española pretende trasladar. Cabe destacar que la Confederación Hidrográfica del Júcar ha asumido la prohibición de estas actividades, aunque su vertido sea “cero”.

Pese a ello, el Gobierno valenciano ha declarado Actuación Territorial Estratégica el proyecto de La Española. Ello supone arrebatarle al Ayuntamiento de Alcoi (crítico con este plan) sus competencias urbanísticas al respecto y, además, posibilitar una tramitación exprés.

En los próximos meses se decidirá el futuro de la Canal y, con este, el del agua potable de Alcoi. Poca sensibilidad podemos esperar de una administración autonómica que ha permitido los más grandes desmanes urbanísticos en el territorio valenciano; es más, los mismos que han fomentado la burbuja inmobiliaria, origen de la crisis que padecemos, se atreven ahora a utilizarla como coartada para permitir actuaciones ambientalmente inadmisibles.

De la capacidad de movilización ciudadana dependerá en gran parte que en este conflicto la balanza se incline hacia el interés general o hacia los intereses particulares de los propietarios de los terrenos.