Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro ha denunciado esta semana ante la Comunidad de Madrid, el SEPRONA y el Ayuntamiento local la acumulación, fuera de control, de numerosas placas de fibrocemento pertenecientes a unas antiguas instalaciones agropecuarias ubicadas en el Sector R-11, a escasa distancia del área habitada y en una zona de tránsito habitual de personas. El reciente hundimiento y rotura de parte de su techo, constituido por piezas de este peligroso material cancerígeno, representa un riesgo enorme para la salud y hace ineludible la adopción de medidas urgentes por parte de las autoridades.

La organización ecologista reclama en su escrito el precintado inmediato de las edificaciones con el fin de impedir el acceso de personas a sus proximidades dado que, además de la potencial toxicidad ambiental, no son descartables nuevos derrumbes. Denuncian que las instalaciones carecen de puerta de entrada y que nada impide el libre acceso al interior del recinto.

Estas viejas naves se localizan junto al denominado Camino de los Carros y habrían mantenido cierta actividad en los últimos años antes de ser abandonadas por sus propietarios. Desde entonces están sufriendo un rápido proceso de deterioro, acelerado por nuevos destrozos intencionados que probablemente estén en el origen del derrumbamiento y fractura de parte de su cubierta de amianto-cemento.

La demolición de elementos que contengan asbestos (amianto) es muy peligrosa y debe estar estrictamente controlada. La exposición a fibras de amianto puede provocar asbestosis, mesotelioma, cáncer de pulmón y cáncer gastrointestinal. La vía más habitual de entrada del amianto al organismo es la respiratoria y el principal peligro deriva, en consecuencia, del estado de los materiales compuestos por este carcinógeno. Si éstos están deteriorados y rotos –como es el caso- son más peligrosos debido a la liberación de sus invisibles partículas.

Los efectos sobre la salud dependen de la cantidad de fibras inhalada, del tipo de amianto y del periodo de exposición. Sin embargo organismos como la Organización Mundial de la Salud o la Agencia Internacional de la Investigación del Cáncer consideran que no hay dosis mínima segura (un solo gramo retenido en los pulmones basta para desencadenar una asbestosis ).

A pesar de su probada nocividad el amianto se ha venido empleando básicamente por tratarse de un producto prácticamente indestructible, muy apropiado para todo tipo de aislamientos y por ser relativamente barato frente a otros materiales menos nocivos.

El uso del amianto, asbesto, o uralita se prohibió en España en 2002. La Orden ministerial emitida al efecto establecía su prohibición de uso y permitía la presencia del instalado hasta su eliminación o el fin de su vida útil. Por tal debe entenderse el plazo a transcurrir mientras no represente un perjuicio para la salud por su estado de deterioro o peligro de roturas.

Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro considera absolutamente urgente la retirada inmediata de estos peligrosos fragmentos de fibrocemento así como la de las placas apiladas en el exterior de las naves, a escasos metros del tránsito de viandantes.

La manipulación y retirada de materiales que contengan amianto debe realizarse por una empresa homologada inscrita en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo de Amianto).

Finalmente la asociación ecologista expresa su preocupación por el hecho de que este punto, sin control alguno, se encuentra a menos de 300 metros de dos centros escolares (el CEIP Fuente de la Villa y la Escuela Infantil Los Saúces) y del núcleo de viviendas de El Caracol colindante a la autovía A4.