A principios de marzo se desató cierta polémica por las fotos subidas al blog de la Asociación Española del Perro de Sangre, en las que aparecían dos Celadores de la Reserva Regional de Caza de Fuentes Carrionas (Palencia) con una loba cazada ¿por ellos?.

El Jefe del Servicio Territorial de Medio Ambiente (STMA) de la Junta en Palencia, Sr. Egea, el mismo que lleva en el cargo político más de 20 años, y que nadie hasta la fecha se ha atrevido a sustituir, ni él a dejarlo por dignidad, cansancio, sano relevo, incompetencia o todas juntas, justificaba esta acción (la de subir las fotos, no la de matar la loba) de una manera injustificable y, además, mentía al confirmar el destino del cadáver.

Ante la confirmación de que la Guardia Civil en ningún momento custodió el cadáver, el Jefe del STMA y el Delegado Territorial de la Junta en Palencia echan balones fuera, y afirman que fue el periodista que entrevistó al Sr. Egea el que se lió con otro cadáver de otro lobo abatido en la provincia y lo entendió mal, lo que viene siendo matar al mensajero.

Hasta aquí nada que nos pueda extrañar conociendo como funciona el Servicio Territorial de Medio Ambiente, pero la sorpresa surge cuando se conoce que el Sr. Egea ha dado instrucciones para que los guardas de Palencia NO RECOJAN los trofeos de caza decomisados por otros cuerpos, entiéndase el SEPRONA de la Guardia Civil.

Esta pataleta, me enfado porque no me siguen el juego, muestra las carencias de su gestión al frente del STMA y pone de manifiesto que, al ser el Seprona con muchos menos medios el que decomisa la gran mayoría de los trofeos de caza por furtivismo, dejo de colaborar y que se busquen la vida. Por tanto, a partir de ahora, por orden del Sr. Egea, los agentes de la Junta tienen prohibido recoger las piezas incautadas que les entregue el SEPRONA.

Suponemos que toda esta grandilocuencia esté basada en algún brillante informe jurídico de la Junta, esos mismos informes que luego en los juzgados no valen para nada, en el que se habrá rebuscado entre la literalidad y la letra pequeña que les afiance en su decisión. Lo que no queda claro es si hasta la fecha se ha venido actuando correctamente, o no, ya que desde la publicación de la Ley de Caza (1996) se han recogido los trofeos para tenerlos a disposición del instructor, y 18 años son suficientes para haber corregido un supuesto error.

Sería bueno conocer la posición del cuerpo de los agentes ambientales y que ellos, como grandes conocedores del funcionamiento de estas tareas, expresaran su parecer al respecto e indicaran si esta decisión será positiva para defender los intereses generales del medio ambiente de nuestra provincia o al contrario supondrá un vacío legal por donde podrán escapar los infractores.

No hay que peder de vista que el suceso que ha dado lugar a esta ruptura se produjo en la Reserva Regional de Caza, cuya máxima responsable que también lo es de la caza y la pesca en esta provincia, es la esposa del Jefe del STMA, así todo queda en casa.

Es probable que se afirme que todo es normal, que estas medidas son las que había que tomar, que no hay ningún problema entre administraciones y que todo son ensoñaciones de cuatro locos ecologistas, cualquier cosa antes de reconocer la evidencia.