Ecoloxistes n'Aición d'Asturies ha presentado una alegación al documento “Esquema Provisional de Temas Importantes (EPTI)” que se inscribe en el proceso de elaboración del nuevo Plan Hidrológico del Cantábrico.

El Plan Hidrológico es el instrumento de gestión hídrica para un territorio y un periodo de tiempo determinado donde aparecen tanto los objetivos cómo las inversiones en materia de agua; este nuevo Plan ha de elaborarse según las directrices de la Directiva Marco del Agua (DMA).

En el documento que se nos presenta para alegar queda patente que desde la administración no se han asumido los planteamientos de la DMA y se sigue pensando con los viejos e insostenibles criterios de la gestión de la oferta, que tiene en la gran obra y el hormigón sus principales aliados para acumular agua y así hacer frente a cualquier demanda que en el futuro se pueda producir.

Esta vieja visión hidraulista decimonónica debería ser sustituida por el enfoque que plantea la DMA y que adopta otros criterios más respetuosos con los ecosistemas naturales persiguiendo objetivos medioambientales en la gestión del agua tales como conseguir el buen estado (químico, biológico y ecológico) de las masas de agua, considerándolas además de recurso también como fuente de vida para las demás especies animales y vegetales, con una dimensión social, lúdica, ética y estética.

El espíritu y la letra de la DMA nos anima a ver todas las actividades humanas y nuestro sistema económico como compatibles con la vida, de esta manera no es la biosfera la que ha de estar al servicio de nuestro sistema económico sino justo al contrario. El fuerte antropocentrismo que ha caracterizado nuestro pasado moderno y que observó la naturaleza como si, únicamente, de una materia prima se tratase ha de ser transformado hacia una visión más biocéntrica que perciba la biodiversidad como una necesidad para nuestra propia supervivencia.

A lo largo del documento que se nos propone para alegar se encuentran, contradictoriamente unidas, las dos concepciones: obras para acumular más agua (ampliación del embalse de Rioseco, la presa de Caliao, nueva presa en río La Marea,…etc), y gestión de la demanda para reducir el consumo (sin propuestas concretas), como si ambas fueran complementarias. Pero la gestión de la demanda, de la que el documento se hace partícipe, implica tender a que el consumo en el futro sea menor, “decrecer en el consumo de agua” sin necesidad de disminuir la calidad de vida de las personas, algo que ya se ha realizado exitosamente en multitud de ciudades y municipios de todo el mundo y también de España. Pero la gestión de la demanda resulta más difícil de alcanzar con una gestión privatizada del agua, pues quienes tienen que intentar disminuir el consumo de agua son los mismos que para incrementar sus beneficios han de aumentar también sus ventas, y son precisamente las empresas privadas las que no han proporcionado a la administración la información sobre los consumos reales de agua, algo imprescindible y necesario a la hora de hacer una planificación seria.

Proponemos que se establezcan más puntos de control en nuestras aguas para que podamos evitar nuevos riesgos de contaminación, conocerlas mejor para mejorar su calidad en el futuro lo que significa un aumento de la cantidad disponible, y también eliminar el mayor nº de barreras posible como son algunas presas (Arbón) y canalizaciones.

Pero si algo destaca en este proceso es el escaso interés demostrado por la Administración por impulsar la sensibilización social sobre la gestión del agua, no se ha realizado ninguna difusión en los medios de comunicación de Asturias, y nunca se han tenido en cuenta las propuestas del movimiento ecologista ni de ningún otro movimiento social. Es difícil que la población quiera participar en un proceso abierto por la administración si considera que sus comentarios o propuestas no van a ser tenidas en cuenta por ella. Parece que lo único que ha perseguido la Confederación ha sido cumplir burocráticamente con las condiciones que le impone la DMA en materia de participación pero en esta ocasión ni siquiera se ha tomado la molestia de convocar a los grupos ecologistas que habíamos participado en la anterior etapa, siendo este 2º Ciclo de Planificación Hidrológica una burla a las organizaciones sociales y un fraude a la DMA.

Vivimos momentos políticos en los que se está exigiendo otra forma de hacer política y nuevas formas de participación, y parece más bien que se sienten obligados a realizar un proceso que no les gusta, les incomoda y lo consideran un fastidio, viendo a los grupos ecologistas con hostilidad, más como un problema que como un grupo de personas que se preocupan por el medio ambiente y que tratan de defender lo que es de tod@s.