Tal y como era previsible, la combinación de estabilidad atmosférica y alta insolación, junto al denso tráfico e inoperancia de las autoridades madrileñas, crea las condiciones ideales para que se produzcan episodios de fuerte contaminación por ozono. Pero ahora se combinan, además, con niveles malsanos de dióxido de nitrógeno en la capital. Mientras tanto, la respuesta de la administración autonómica y de la capital sigue siendo la misma: ninguna.

Durante el actual episodio de anticiclón unido a una intensa radiación solar, los niveles de ozono se están disparando. A lo largo de la jornada de ayer, miércoles 16 de julio, las 23 estaciones de la Comunidad de Madrid anotaron registros por encima del Umbral de Protección a la Salud que marca la OMS para este contaminante (esto es, superaron los 100 microgramos de ozono por metro cúbico de aire de media durante 8 horas, algo que no debería ocurrir más de 25 veces al año). Y un total de 18 estaciones se situaron por encima del nivel legal de este mismo umbral (la legislación es menos exigente que la OMS, y considera superado el umbral por encima de los 120 microgramos de ozono durante 8 horas).

La estación de El Atazar, que tuvo los peores índices, estuvo inmersa en una auténtica sopa de este contaminante: durante las 24 horas del día se situó por encima de los 120 microgramos de ozono.

No fue mucho mejor la situación en la capital, que cuenta con su propia red de medición de la contaminación. De las 14 estaciones que miden el ozono en el municipio de Madrid todas ellas superaron el Umbral de Protección a la Salud según la OMS y 12 lo superaron según los límites que marca la normativa europea y española.

Pero es que, además, en la ciudad de Madrid a estos intensos niveles de ozono se sumaron registros muy elevados de otro contaminante, el dióxido de nitrógeno. Cuatro estaciones superaron en varias horas un nivel de este contaminante (200 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire) que la ley no permite que se supere más de 18 horas al año. Se trata de las estaciones de Ramón y Cajal, Fernández Ladreda (Plaza Elíptica), Barrio del Pilar y Escuelas Aguirre. La primera de ellas alcanzó en algunas horas los 287 microgramos de dióxido de nitrógeno.

Pero como reiteradamente viene denunciando Ecologistas en Acción, ni el Ayuntamiento ni la Comunidad advirtieron de la situación ni están adoptando ninguna medida para minimizar los problemas de esta fuerte contaminación. Y todo parece indicar que la situación va a continuar durante varios días.

Ecologistas en Acción se pregunta dónde están ahora la alcaldesa o el consejero de medio ambiente que se ufanaban hace meses hablando de la mejora de la calidad del aire en la región. Cuando hace viento y llueve es fácil apuntarse tantos. Pero cuando hay que actuar para evitar una situación de fuerte contaminación es cuando hay que dar la talla y mostrar que la prioridad es la salud de los madrileños y madrileñas.