El pasado domingo 15 de febrero la orilla de la playa de S. Lorenzo presentaba un aspecto desolador. A cincuenta metros de esta orilla todos los veranos ondea una bandera azul. Según la empresa privada que la concede testifica que la playa de Los Cárabos es una maravilla medioambiental y de servicios. Una foto similar a esta se podrá obtener en cualquiera de nuestras playas en más de un momento del año.

Nuestras playas acumulan cada año una cantidad creciente de residuos que, en parte, van siendo retirados por algunos planes de empleo y vuelven a salir, cada vez más, con los sucesivos temporales.

Buena parte de la basura llega a través del río; pero no es nada despreciable la ingente cantidad de envases, bolsas, excrementos de animales y basuras diversas que llegan procedentes de nuestras manos en los diques, en la orilla, en la arena…

El nuevo gobierno que entre en la ciudad en las próximas elecciones locales y autonómicas debería tener como prioritario un plan integral de limpieza y mantenimiento de nuestras costas y fondos marinos.

El principal problema de este basurero no es el estético. Según revela un reciente estudio científico de universidad de Georgia de Estados Unidos cada año ocho millones de toneladas de plásticos van a parar al mar.

En los océanos la contaminación por materiales plásticos, es ya la más preocupante de todas. Los plásticos, en forma de pequeñas partículas alcanzan los sedimentos marinos para quedarse durante centenares de años, producen la muerte de muchos animales marinos y se incorporan a la cadena trófica con la que nos alimentamos los humanos. No es descabellado suponer que con las sardinas y las merluzas nuestros hijos comerán poliestireno; y no sabemos las consecuencias.

En el ámbito local se pueden adoptar medidas que ya están en marcha en el resto de España o en Europa:

  • Es preciso disminuir radicalmente el uso de bolsas de plástico. Una práctica que funciona muy bien es obligar al consumidor a pagar por cada bolsa de plástico. Esto promueve que el comprador vaya con su propia bolsa a la compra.
  • Hay que instalar contenedores amarillos para la recogida de envases y plásticos.
  • Hay que promover los envases reutilizables.
  • Hay que estudiar cómo recoger la ingente cantidad de residuos que se acumulan en nuestra bahía.
  • Hay que instalar un servicio de vigilancia y sanción de los posibles vertidos.