La recogida selectiva de materia orgánica generaría beneficios ambientales y 13.000 empleos en España.

Pedro J. Linares (Secretario Confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de CCOO) y Jesús Pérez (Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, ISTAS). Revista El Ecologista nº 84.

La plena aplicación de la legislación europea en residuos supondría un ahorro de 72.000 millones de euros al año, haría que perdiéramos muchos menos materiales y crearía más de 400.000 empleos hasta 2020. Esta misma situación se da en el Estado español, como demuestra un estudio reciente referido a la materia orgánica si se opta por su mejor estrategia de gestión: la recogida selectiva (por sistema puerta a puerta o en contenedor exclusivo) así como el compostaje doméstico y comunitario.

En ISTAS-CCOO trabajamos desde hace años en valorar las posibilidades de generar empleo en sectores como las energías renovables, la movilidad sostenible, la rehabilitación de viviendas o la gestión de residuos. Para nuestra organización es una línea estratégica, ya que pone de manifiesto que el tránsito urgente hacia una economía sostenible no solo es imprescindible desde la perspectiva medioambiental, sino que es viable desde el punto de vista del sistema productivo y conveniente desde la óptica de la creación de puestos de trabajo.

En materia de residuos se vienen publicando desde hace varios años estudios que relacionan el incremento en los porcentajes de reciclaje y la generación de empleo [1]. La propia Comisión Europea, en la Estrategia temática sobre prevención y reciclado de residuos, explicaba que el reciclado de 10.000 toneladas de residuos necesita de 250 puestos de trabajo, frente a 20 o 40 empleos si los residuos son incinerados o 10 si son llevados a un vertedero.

En 2010 Amigos de la Tierra Europa publicaba un estudio sobre residuos y empleo [2] en el que concluía que si se llegaran a incrementar los objetivos de reciclaje del 50% al 70%, podrían crearse en Europa más de 322.000 empleos directos, además de 160.900 nuevos puestos de trabajo indirectos y 80.400 inducidos. En Alemania, donde son reutilizables el 84% de los envases de cerveza y el 30% de los envases de refrescos y agua embotellada, por cada empleo generado en la gestión de envases de un solo uso, existen 5 empleos relacionados con los envases reutilizables.

Potencial del reciclaje en la economía

Un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente publicado en 2010 [3] destacaba el potencial del reciclaje en una economía verde ya que tiene el doble de impacto económico que el vertido. Así, el reciclaje de una tonelada de residuos genera 101 dólares más en sueldos y salarios que su disposición en un vertedero. El anterior Comisario Europeo de Medio Ambiente, en la presentación de un estudio sobre el uso de instrumentos económicos en la gestión de residuos [4], explicaba que la plena aplicación de la legislación de la UE en la materia supondría un ahorro de 72.000 millones de euros al año, aumentaría el volumen de negocios anual del sector de la gestión de residuos y del reciclado en 42.000 millones y crearía más de 400.000 empleos hasta 2020.

Recientemente la Comisión Europea en su comunicación sobre economía circular [5] valoraba que la prevención de residuos, el diseño ecológico, la reutilización y otras medidas similares podrían suponer para las empresas de la UE unos ahorros netos de 600.000 millones de euros –el 8% de su volumen de negocios anual–, además de reducir las emisiones totales anuales de gases de efecto invernadero entre un 2% y un 4%. El cumplimiento de los nuevos objetivos de reutilización y reciclado del 70% para 2030, incluidos en la comunicación, podría crear más de 180.000 puestos de trabajo directos en la UE para 2030, además de los aproximadamente 400.000 empleos que se crearán con la aplicación de la legislación actual sobre residuos.

En nuestro país se acaba de publicar un estudio sobre la generación de empleo en el reciclaje de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) [6] en el que se estima que podrían crearse más de 4.700 empleos directos si se cumpliera con los objetivos de reciclaje incluidos en la Directiva de RAEE y se priorizase la reutilización y el pretratamiento manual de estos residuos. Estas estimaciones podrían incrementarse si consideramos que el sector de la gestión de plantas de tratamiento de RAEE estima que podrían crearse más de 9.000 empleos si se cumpliera con la legislación vigente referida a estos residuos.

Depósito, devolución y retorno

Hasta ahora en ISTAS hemos realizado dos estudios sobre el sector de la gestión de residuos. El primero en 2011, acerca de la estimación del empleo potencial en la implantación y desarrollo de la primera fase del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases en España [7]. Y el segundo, recientemente publicado, sobre la generación de empleo en la gestión de la materia orgánica de residuos urbanos en el marco de la generalización de la recogida selectiva [8].

En el primer estudio sobre la implantación del SDDR partíamos de la propuesta que elaboró la plataforma Retorna, de la que CCOO forma parte. Los residuos incluidos serían los envases de origen doméstico de un solo uso de bebidas envasadas en vidrio, latas metálicas, plástico y bric que contengan agua, refrescos, cerveza y combinados, bebidas refrescantes carbonatadas, zumos y bebidas con combinación de alcohol. Esto significa que el 40% de los envases se gestionarían a través de este sistema de depósito, alcanzando unos porcentajes de recuperación de los mismos por encima del 90%.

De estos envases recuperados, el 80% se recogerían en máquinas automáticas y se enviarían directamente a empresas de reciclaje y el 20% restante se trataría de forma manual, remitiéndose a plantas de conteo y clasificación. Este sistema de depósito supondría el mismo coste para las empresas envasadoras y sería complementario al actual de contenedores en la calle. Los comercios adheridos recibirían una compensación por los envases gestionados y permitiría, como ya hemos comentado, alcanzar unos porcentajes muy altos de recuperación. Además, pondría a disposición de las empresas de reciclaje hasta 480.000 toneladas más al año de vidrio, aluminio, plástico y acero.

En nuestro estudio estimamos que la implantación del sistema de depósito implicaría la creación de más de 14.000 empleos directos e indirectos. Los directos se generarían en las actividades de recogida y conteo, transporte, gestión y administración del sistema y mantenimiento de vehículos y maquinaria. Los indirectos en la construcción de líneas de conteo y clasificación, diseño y adecuación de espacios de recogida, actividades industriales de fabricación de maquinaria, contenedores y vehículos de transporte.

Recogida selectiva de materia orgánica

En el segundo estudio sobre empleo en la gestión de la materia orgánica partimos de la constatación de que tan solo el 60% de la materia orgánica de los residuos recibe algún tipo de tratamiento y que la inmensa mayoría de la materia orgánica tratada, más del 92%, proviene de residuos mezclados, dando lugar a un material bioestabilizado de muy baja calidad que no debería utilizarse en agricultura. Una gestión insostenible, si consideramos que el porcentaje medio de materia orgánica en los suelos está por debajo del 2% y que el 20% de ellos tiene un alto grado de desertización.

La importancia ambiental de una correcta gestión de la materia orgánica viene de la mano de sus posibles impactos. Si se realiza en vertedero produce emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente metano, y lixiviados tóxicos que podrían contaminar las aguas subterráneas o superficiales si no son tratados de forma adecuada. Además, si termina incinerándose contribuirá a la emisión de sustancias tóxicas a la atmósfera. Desde esta constatación nos planteamos realizar un estudio para valorar las posibilidades de generar empleo en la gestión adecuada de la materia orgánica.

En primer lugar, estimamos el empleo actual asociado a las actividades de recogida y transporte, tanto de la materia orgánica de la fracción resto como la pequeña parte de recogida selectiva que se está realizando en estos momentos, además del tratamiento en plantas de triaje, biometanización, compostaje, incineradoras y vertedero. También incluimos las actividades de comercialización del material bioestabilizado y del compost que se está produciendo. La estimación del empleo actual en la gestión de la materia orgánica alcanza los 11.464 empleos directos.

Teniendo en cuenta la situación actual, planteamos los posibles escenarios futuros que se tendrían que implementar para alcanzar el objetivo de generalizar la recogida selectiva de la materia orgánica. El estudio incluye dos escenarios, uno con un objetivo de recogida del 50% y otro del 80%, que deberíamos alcanzar en 2020 y para el que sería necesario utilizar el autocompostaje y compostaje comunitario. Dado que el tratamiento en plantas de compostaje implica que no deberían ser de tamaño excesivo, hemos limitado su capacidad a las 40.000 t/año como máximo. Sobre la base del objetivo del 80% y considerando que el 16% de la materia orgánica se gestione en autocompostaje o compostaje comunitario serían necesarias 252 plantas de compostaje con una capacidad de 5.000, 20.000 o 40.000 t/año. Con estas instalaciones y las actuales plantas de tratamiento de material bioestabilizado, tendríamos capacidad suficiente para tratar el 100% de la materia orgánica de los residuos urbanos.

Esta propuesta implica eliminar determinadas actividades como la incineración o vertido y generar empleo en otras nuevas como son la recogida selectiva puerta a puerta o en contenedor exclusivo y las campañas de implantación del compostaje doméstico o comunitario. El empleo directo estimado en el escenario del 50% de recogida selectiva sería de 14.386 empleos y en el del 80% de recogida selectiva de 16.644 empleos. Por tanto, podrían crearse entre 2.922 y 5.180 empleos directos netos si se alcanzaran los objetivos de recogida propuestos. Si consideramos los empleos directos e indirectos, la creación neta de empleo alcanzaría los 12.950 empleos.

El estudio también valora, en el apartado de balance ambiental, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la disminución de la producción de lixiviados y la posible sustitución de fertilizantes de síntesis.

Esta propuesta, que supondría una importante generación de empleo, debe venir acompañada de un cambio en el marco normativo, que obligue a generalizar la recogida selectiva de la materia orgánica, y establezca un objetivo del 80% de recogida, utilice mecanismos de control de la calidad del compost producido y prevea las inversiones públicas necesarias para promover este cambio de modelo. También se necesitan medidas fiscales e instrumentos económicos que incentiven el compostaje frente a la incineración o el vertido.

Notas

[1] A review of Existing Literature on Job Creation, Capital Investment, and Tax Revenue. Cascadia 2009.

[2] More Jobs, Less waste, Potential for job creation through higher rates of recycling in the UK and EU.

[3] Earnings, jobs and innovation: the role of recycling in a green economy (EEA Report No 8/2011)

[4] Use of Economic Instruments and Waste Management Performances, Final Report (EC – 10 April 2012).

[5] Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa. Bruselas, 2.7.2014 COM(2014) 398 final

[6] Oportunidades de creación de empleo en la mejora de la gestión de RAEE. http://issuu.com/recupera/docs/estudio_empleaverde